AMOR INESPERADO (FATE I)

CAPÍTULO 38: MÍNIMO CONTACTO.

PJ se derritió por dentro al ver a Dane usando un traje totalmente blanco que hacia juego con su propio disfraz. También cargaba una espada dorada que lo hacia ver como un arcangel listo para la batalla.

Él, por su parte, experimentó las mismas reacciones en su cuerpo al verla de frente. Por detrás PJ era una vista increíble gracias a sus curvas apretadas en ese pequeño vestido, pero nada se comparaba a ella de frente cuando lo miraba con esos grandes ojos marrones... Dane sintió la repentina necesidad de arrodillarse frente a ella y besar sus pies con devoción.

Quería quitarle cada pieza de ese disfraz.

Deseaba conocer cada uno de sus puntos erógenos, toda su piel y las reacciones que tendría bajo su toque.

De sólo imaginarla rendida a sus caricias, sintió que su cuerpo comenzó a responder.

No pudo evitarlo. PJ era perfecta.

La mujer de sus sueños húmedos, una fantasía encarnada.

—Pearl Jasmine.—soltó él sin ser capaz de decir otra cosa.

Sus ojos no podían dejar de escanearla, estaba impactado.

No podía creer que él había besado a esa mujer tan preciosa tantas veces.

—Hola...—susurró ella también, nerviosa sobre cómo comportarse frente a Dane luciendo de esa manera.

—Todo se ve increíble.—dijeron los dos al mismo tiempo y Monique soltó una pequeña risa al darse cuenta de lo mucho que parecían atraerse ese par.

Fred se aclaró la garganta, interrumpiendo el momento.

—Llegó la hora de que presenten la gala.—soltó y los dos asintieron, un poco avergonzados después de escuchar la risa de Monique.

Caminaron uno al lado del otro, hasta llegar al salón principal en el que se estaba llevando a cabo la gala.

PJ contuvo la respiración al ver lo hermoso que se veía el salón después de tanto esfuerzo. Parecía un sueño. La decoración seguía perfecta; tal y como lo habían dejado el día anterior.

Las personas hablaban sin cesar, causando alguna clase de murmullo permanente en el ambiente, y la banda que habían contratado tocaba a un volumen considerable en el escenario.

El bendito escenario en el que les correspondía ponerse de pie ante todos y presentar el evento.

Dane percibió el nerviosismo de PJ, así que estiró su mano y acarició suavemente el dorso atrayendo su atención.

—Estás... Te ves increíble. —susurró sonrojándose. Ella lo miró con ternura eso lo desarmó. Quería a PJ... Esa realidad lo golpeó como si fuera un vagón de carga.—Tranquila, todo estará bien. No te preocupes por la presentación, yo me encargaré.—ofreció él con una sonrisa tímida y PJ lo miró asombrada.

Recordó la forma en la que él se mostró cuando se conocieron, y no pudo evitar pensar que ahora él era muy distinto. Dane se había metido en su corazón de forma lenta pero determinada.

PJ suspiró, dándose cuenta de que en realidad quería estar con Dane.

—Gracias.—dijo suavemente y siguió pensando en él mientras caminaban hacia los micrófonos.

La banda bajó el volumen de su música en cuanto les vio llegar y Dane tomó la mano de PJ con suavidad, ayudándola a subir las escaleras y asegurándose de que ella no perdiera el equilibrio.

En cuánto estuvieron de pie frente al micrófono, ella dio una mirada a todas las personas que estaban frente a ellos y sintió cómo cualquier rastro de valentía la abandonó.