CAPÍTULO 59: USO LEGENDARIO.

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Si ella había estado asustada con Fred, no tenía palabras para describir el terror que sintió cuando vio llegar a Bill Johnson.

—¿Cómo estuvo el camino hasta acá? ¿Alguien te vio?—preguntó fingiendo que PJ no existía.

—Estuvo fácil... Aunque me preocupa que la ubicación nos delate. Recuerda que siempre hay alguien viniendo al bosque.—soltó Fred confirmando lo que PJ ya venía suponiendo. Estaban cerca de la empresa...O en los terrenos.

Bill Johnson le dio una mirada rápida a PJ y ella sintió como la furia crecía con fuerza en su interior.

—¡¿Cómo pudiste traicionar a la empresa?! ¡Eres un ser despreciable; vistiéndote de ley y neutralidad cuando en realidad eres uno más entre un montón de viles ladrones!—escupió furiosa.

Bill la miró por un segundo y luego regresó su atención a Fred.

—¿Por qué no la matas de una vez?—rugió y PJ sintió cómo su corazón temblaba dentro de su pecho.

—¡Eres un cobarde!—gritó. Si iba a morir, al menos debía hacerlo con dignidad.

—¡Cierra la maldita boca!—grito el hombre, perdiendo el control de su temperamento.

—¿Por qué tardas tanto?—resonó una voz nueva dentro del almacén y luego se escuchó el repiqueteo de tacones.

El corazón de PJ cayó al suelo partiéndose en muchos fragmentos al darse cuenta de que, la persona que acababa de entrar al almacén, no era otra más que Monique.

Su amiga... La recepcionista de la empresa.

—¿Monique?—dijo ella sin podérsela creer.

La castaña seguir hacia ella con un gesto elegante que gritaba su hastío, digno de una señora de alta sociedad. Hasta ese instante fue que DJ pudo notar la ropa de su amiga está usando.

Eran artículos de marca, nada parecido a lo que se le veía usar en la empresa.

—¡Te dije que me esperaras en el auto!—le gritó Bill Johnson haciendo que Monique temblaba un poco sobre sus tacones de diez centímetros.

—¡Estaba cansada de esperarte... Sabes que no me gusta quedar al margen!—se excusó ella.

—¡¿Cómo fuiste capaz, Monique?!—preguntó PJ con la voz rota por el llanto.

Su ex amiga se encogió de hombros.

—Bill me lo pidió y yo haría cualquier cosa por el padre de mi hijo.—respondió con orgullo, y dándole una mirada necesitada de aceptación al hombre, quien asintió en su dirección con una sonrisa de orgullo.

En ese momento la realidad de lo que estaba sucediendo cayó sobre PJ con fuerza.

Fred y Monique eran quienes se encargaban de hacer el trabajo sucio para Johnson, ese hombre estaba orgulloso del control que ejercía sobre ellos... Y lo peor era que PJ sabía que, si nadie los detenía, los tres los seguirán haciendo.

—Así que todo era un plan... Y llegaste a la empresa para ayudar a Bill, ¿cierto?—preguntó a Monique decepcionada.

Ella sonrió abiertamente y arqueó una de sus cejas con coquetería.

—¿Para qué otra cosa lo haría?—respondió y PJ pudo ver que esa mujer no era más que un frasco vacío, así que decidió no seguir gastando sus esfuerzos en ella. Se giró hacia el padre de Peter con una expresión de indignación.

—Y tú te encargaste de colocarla en el puesto perfecto... La recepción es el filtro de la empresa; nadie entra a trabajar si no pasa primero por la recepción, y obviamente todo lo que sucede en la empresa siempre llega al recepcionista. Querías tener los ojos en todos lados.—explicó PJ.

AMOR INESPERADO (FATE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora