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Freen

Veo a Rebecca desaparecer velozmente por el pasillo, y como su amiga por fin termina de hablar con Noey.

—Por fin, ya llevo mucho tiempo esperándote —Digo riendo, ella asiente a penas se acerca a mí y ve como la otra chica también se pierde por el pasillo.

—Se llama Irin, ayer la acompañé al Hospital a llevar a su amiga, Becky, porque se había desmayado, estuvimos todas en la misma fiesta —Dice riendo, asiento pensativa.

Rebecca se sintió mal cuando me vio anoche, ¿Por qué? Podía notar que estaba llorando, pero tampoco entiendo el hecho de que lo estaba haciendo, y que hoy habló el tema.

—¿Sabes el por qué? —Le pregunto, mi amiga niega con la cabeza y camino junto a ella por el pasillo.

—No tengo ni la mínima idea, Irin no me lo dijo —Admite, asiento y mi mirada va hacia la puerta del baño.

—Ahora vengo —Digo, Noey asiente y comienzo a caminar hacia allí para ir a hacer mis necesidades.

Al entrar siento algo extraño, no puedo explicarlo, siento que algo está pasando en aquel lugar.

Me observo al espejo y me lavo el rostro con agua, pero antes que pudiera levantar la cabeza puedo escuchar que alguien tose desde los cubículos.
Levanto la cabeza observándome al espejo y miro hacia los cubículos, camino allí y golpeo la puerta del que siento que escuché el ruido.

Demora unos segundos en abrirse, y mi corazón da un vuelco.

Becky se encuentra allí, está sentada con la espalda pegada a la pared, su rostro se encuentra un tanto sudado, y su mirada perdida.

Puedo escuchar que su respiración se encuentra agitada, y no demoro en darme cuenta qué tiene.

Un ataque de pánico.

Sam solía tener lo mismo.

Me encamino hacia ella y me pongo en cuclillas a su lado, haciendo que me mire.

—Rebecca, trata de respirar —Le pido, ella simplemente llora.

—Tengo miedo a morir —Escucho que susurra, niego con la cabeza.

—Rebecca, no vas a morir —Digo, y me mira—. Intenta respirar.

No pasa mucho tiempo cuando veo que la puerta del baño se abre y casi al instante Irin al darse cuenta de lo que pasaba se pone al lado de la ojimiel, ayudándola.

Al ver a Becky regresando a la normalidad, me siento más tranquila.

—Fue un ataque de pánico —Dice Irin, logro visualizar que Becky libera una última lágrima—. Será mejor que vayamos a la enfermería.

Cuando Irin levanta a Rebecca, estoy a punto de decirle algo, pero las palabras no salen bien de mi boca.

—¿Por qué te pareces tanto a ella? —Abro los ojos a la par sorprendida y veo como se va junto a Irin del baño.

Mi corazón se acelera más y más, sé a lo que se refiere Becky.

Se refiere a Sam.

Busco en instagram la cuenta de mi prima, nunca la cerramos, y hacía tiempo que dejé de verla, ya que lograba hacerme daño.

Tenía alrededor de 100 fotos, pero en la parte de abajo, en las primeras fotos que había subido, tenía una con una chica de ojos ámbar.

Tenía una foto con Becky.

Suspiro sintiendo un dolor en mi pecho, y salgo del baño encontrándome con Noey mirándome con el ceño alzado.

—¿Qué le pasó a Becky? —Preguntó, suspiro y miro al suelo.

—Tuvo un ataque de pánico, fue como revivir todos los ataques que tuvo Sam cuando aún seguía con vida —Digo sintiendo una lágrima en mi mejilla, pero la quito rápidamente con las yemas de los dedos.

—Oh, entiendo, ¿Quieres hablar de ello? —Pregunta, niego con la cabeza y comienzo a caminar hacia el salón de clases.

El resto del día se me hace un tanto extenso, Rebecca no regresó a clase, y Irin sí lo hizo, pero solo para buscar su mochila y la de su mejor amiga.

Observo a la profesora de Física dictar los deberes y los copio en el cuaderno, suspirando cuando por fin se escucha el timbre que señala el fin del día escolar.

Salgo junto a Noey y camino hasta el estacionamiento que tiene el instituto. Antes de que pueda llegar, siento que unos brazos me rodean, y Heidi me sonríe.

—Hola, bombón —Dice dejando un beso en mis labios, le sonrío.

—Hola, Heidi—Es mi repuesta—. ¿Quieres que te lleve?

—Oh, sí, claro —Dice, asiento y las tres subimos al vehículo.

El viaje se hace silencioso, me mantengo manejando pensando en todo lo que había pasado, y Heidi lo nota.

—¿Te pasa algo? —Pregunta sin quitar la vista de mí, suspiro y continúo con la vista en el camino.

—¿Sabías que Becky conocía a Sam? —Le pregunto, ella suspira y asiente.

—Me lo contó a penas nos conocíamos, ¿Cómo sabes de Becky?

—Es mi compañera de clase —Respondo, Heidi no dice nada más y se queda mirando por la ventana, con la mirada perdida.

No sé por qué hablar sobre el tema de Sam crea un muro muchas veces entre nosotras, tal vez yo lo siento así, pero podría jurar que en este momento hay tensión entre ambas.

Cuando conocí a Heidi, ella no tenía mínima idea de quién era Sam.

—Cuando conocí a Becky, y me contó a cerca de Sam, tú ya lo habías hecho, no podía creer que ambas estuvieran hablando de la misma persona —Dice, mantengo mi mirada en el camino mientras asiento—. Intenté hablar más con ella acerca del tema, pero no logré sacarle más información. Lo único que sé es gracias a Irin, que me dijo que Becky entró en depresión al haber vivido algo así de traumático.

—¿Traumático? —Pregunto, Heidi, asiente.

—No me dijo qué, supongo que será el hecho de haber perdido a una amiga, ni idea —Responde sin quitar la vista de la ventana.

No entiendo por qué siento que no fue eso, que lo que vivió Becky fue más traumático que el hecho de simplemente haber perdido a una amiga.

Hay algo que se me está ocultando, y voy a averiguarlo, cueste lo que cueste.

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora