22

1.7K 200 4
                                    


Noey

Ver a Irin acercarse a mí en clase y no decirme absolutamente nada me hace sentir mal, muy mal.

Aquella vez en mi casa quería decirle su nombre, decirle que la persona que verdaderamente me gusta es ella, pero no pude.

Malditas inseguridades.

Desearía que me sonriera, pero no lo hace, simplemente se sienta a mi lado y me muestra su cuaderno al profesor en completo silencio.

Hay una tensión entre ambas, y no me gusta nada.

—Veo que ambas han hecho todos los ejercicios —Dice el profesor, asentimos en silencio y él se va para hablar con los otros compañeros.

En el momento que Irin no respondió mis mensajes supe que lo había arruinado, así que me dispuse a hacer los ejercicios que faltaban por mí sola.

El hecho de que al profesor le encanta hacer trabajos en equipo vuelve más incómoda la situación. Veo que Irin busca con la mirada a Rebecca, pero ella misma está muy emocionada hablando con Freen.

La chica suspira, y mira a la mesa, perdiendo su mirada allí.

Me duele que no sea capaz ni de mirarme.

— Malaiwong, y Vorrakittikun, deben hacer el trabajo —Dice el profesor mirándonos, Irin asiente suspirando y allí es cuando nuestras miradas se conectan.

Es extraño sentir tu corazón latir con tanta intensidad por una persona que conoces hace tan poco tiempo, pero sinceramente, se siente realmente hermoso.

—Hola, Noey —Logra decir, se encuentra seria, aunque puedo notar que su voz se escucha un tanto nerviosa.

—Hola, Irin —Susurro, y le sonrío.

Irin no me presta atención en toda la clase, y se dispone solamente a hacer el trabajo. Decidió que lo mejor sería que yo haga la mitad de los ejercicios, y ella la otra mitad.

Me está evitando, aunque estemos literalmente al lado.

Al terminar la clase, el profesor nos corrige a todos, Rebecca y Sarocha volvieron a ser la nota más perfecta de la clase porque no se equivocaron en ninguno. Mientras tanto, Irin y yo fuimos las segundas.

—Irin —Digo llamándola, por el rodillo del ojo puedo ver como Bec se levanta de su lugar detrás de Sarocha, quien es frenada por la ojiambar.

—Sar, ¿no has...? —No logro escuchar nada más porque toda mi atención va hacia la chica que tengo delante de mí.

—¿Qué necesitas, Noey? —Pregunta seria, está enojada.

—Quería pedirte perdón por lo de la otra vez —Susurro, aunque logra escucharme.

—¿Por qué? ¿Por qué deberías pedir perdón? —Pregunta, suspiro.

—Porque... porque... —No logro decir nada más, y me siento como una completa inútil.

Logro ver como Irin sale del salón seguida por Becky. Freen simplemente me ve con el ceño alzado y salimos ambas del salón.

—¿Soy yo o Irin estaba enojada? —Pregunta la pelinegra, bufo.

—Hola, Noey, ¿cómo estas? Bien ¿y tú? —Digo, Freen ríe y mira al suelo mientras camina por el pasillo junto a mí.

—No voy a discutir contigo —Admite—. Porque sé que todo lo que dices cuando estás enojada es evitar el tema. Así que tranquilízate, y luego me cuentas que pasa con la mejor amiga de la beb... Rebecca.

—¿Bebé? —Digo mientras miro a Sarocha con asombro, ella no dice nada y camina hacia paso rápido hacia los casilleros—. ¡Hey, no huyas!

Sigo a Freen hasta su casillero, y ella ni me mira, comienza a cambiar sus cuadernos por otros.

—¿Te gusta? —Pregunto, Free suspira y sigue ordenando sus cosas—. No puede ser, te gusta.

—Sí, me gusta —Dice mirándome, río—. ¿De qué te ríes?

—De que ahora entiendo los estados de Heidi —Digo—. Por cierto, si ustedes dos se pelearon, es algo tétrico que suba fotos con ambas juntas y poniendo "Todo estaría mejor si estuvieras a mi lado"

—No puedo ver sus estados, pero eso me parece bastante extraño —Dice mi amiga, puedo notar como su expresión muestra confusión total.

—A mí también —Sarocha asiente y luego de ordenar bien sus cosas las guarda en su mochila.

Free no dice nada más y comienza a caminar hacia el comedor.

Al llegar, Freen parece buscar entre las mesas a alguien, y cuando la encuentra le sonríe y camina hacia ella.

Suspiro caminando detrás suyo, nos estamos dirigiendo a la mesa de Rebecca, en donde también está Irin tomando lo que parece ser café.

—Con el tema de que tuvimos que ir al psicólogo a buscar los celulares no pudimos desayunar —Escucho que dice la ojiambar, trato de no mirar a Irin, pero se me vuelve imposible.

Sarocha se acerca al oído de Rebecca y le susurra algo, la chica asiente, luego de unos minutos ambas se van con la excusa de ir a buscar algo al casillero de la ojimiel.

Es super obvio que este es un plan de Fren para dejarme hablar con Irin

Gran amiga.

—Hola... —Digo, ella me mira, pero en su rostro solo puedo notar indiferencia.

—Ya me saludaste en el salón de clases —Responde seria, suspiro.

—Irin...

—No quiero hablar contigo, Noey —Admite mirándome fijamente.

—¿Por qué no? —Pregunto, aunque sé la respuesta.

—Porque eres una idiota —Irin se levanta de la mesa con la taza de café entre sus manos.

La sigo, no voy a dejar que se vaya así sin más.

—Irin, yo... —Intento hablar, pero nuevamente me frena dejando la taza en una mesa desocupada.

—¿Tú que? Déjame en paz, me vine a esta mesa porque no quiero hablar contigo —Dice sentándose, aunque no me importa y me siento a su lado.

—Yo sí quiero —Irin me mira enfadada esperando que hable.

Reuno las fuerzas suficientes para decir lo siguiente, y la miro fijamente.

—Mentí ¿Está bien? No me gusta Saint, no me gusta para nada —Irin parece bajar las defensas, lo puedo notar porque está más calmada—. No me gusta Saint por el hecho de que mi corazón late por otra persona. Una persona que verdaderamente me hace sentir bien, y que con solo verla, logra que mi corazón se acelere.

—¿Ver-verla? —Pregunta resaltando la A.

—Sí, es una chica, y esa chica eres tú —Admito reuniendo la valentía necesaria.

Nos mantenemos en silencio un momento, hasta que lentamente me voy a acercando a ella.

Mi boca se une con la suya, y al comienzo parece negarse, pero después se deja llevar.

Estoy besando a Irin, y eso se siente verdaderamente bien.

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora