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Freen

Observo a Rebecca comer helado con una sonrisa. Mi novia se encuentra alerta, asegurando que no podré robarle más helado.

-Tú tienes el tuyo -Acusa señalándome con la cuchara el vaso que se encuentra en la mesita.

-Ya está vacío -Miento, veo a Becky acercarse.

-Eso es ment... -Antes que pudiera terminar agarro una cucharada de helado de su vaso y lo cómo-. ¡No! Es mi helado.

-Lo siento, bebé -Digo riendo-. Pero es divertido ver tu cara de enojada cada vez que te robo helado, porque me sigues pareciendo tierna.

La castaña resopla frustrada, aunque puedo ver que está tratando de no sonreír porque un hoyuelo aparece en su mejilla.

El horario escolar había terminado, y ahora nos encontramos en mi casa, comiendo helado que compramos antes de llegar.

Sé que Becky está preocupada por Heidi, tanto que llamó a Heng para preguntarle sobre la chica. Trataré de buscar la razón del por qué Heidi se encuentra así para tranquilizar a mi bebé.

Sonrío al darme cuenta la otra forma que tengo de robarle helado a mi novia

Me acerco a la castaña y esta me mira dudosa moviendo su helado lejos de mí.

Al tenerla muy cerca, comienzo a besarla, pero Becky no parece bajar la guardia porque tiene su helado lejos de mí.

Mis besos bajan hacia su cuello, y ahí es cuando veo la oportunidad perfecta. Becky comienza a dejar de preocuparse por el helado, y con una mano agarro la cuchara y saco un poco del mismo, para luego separarme de mi novia y comer su helado.

-Eso es trampa -Dice mi Nong, asiento con la cabeza riendo.

-Noey me dijo que le hizo algo parecido a Irin para vengarse, yo en este caso no me estoy vengando, pero funcionó -Respondo entre risas.

-Ya no me queda casi helado -Acusa la mas baja haciendo puchero, a lo cual le tiendo mi helado.

-Aquí tienes -Respondo.

-¿En serio me darás tu helado? ¿Puedo confiar en tu palabra? -Pregunta Bec alzando el ceño, a lo cual río de nuevo.

-Sí, es lo justo, yo me comí tu helado -Admito entre risas, la inglesa asiente agarrando lentamente mi vaso con helado-. Te amo, bebé.

-Y yo a tí -Responde seria mientras comienza a comer mi helado, está tratando de hacerse la enojada, lo sé, pero no le funciona.

-BecBec, sabes que la actuación no es lo tuyo ¿no? -Agrego riendo, Becky asiente mientras una sonrisa aparece en su rostro.

-Sí, lo sé -Responde riendo.

Me encamino hacia el televisor para agarrar el control remoto y elegir qué mirar.

El teléfono de Bec comienza a sonar, a lo cual la ojiambar no tarda en contestar.

-¿Hola? -Dice con el ceño alzado mientras pone la llamada en altavoz.

-¡Hola! -Grita Irin entre risas.

-Hola, Irin, ¿qué necesitas? -Digo mientras elijo qué película mirar.

-¡Me aburro y Noey no quiere divertirme! -Grita la chica, miro hacia Bec para ver su reacción y noto que las mejillas de la chica están verdaderamente sonrojadas.

-¿Desde cuándo te volviste tan perversa? -Pregunto mirándola, Rebecca comienza a balbucear cosas.

-¡Te escuché, Sarocha! -Dice Irin -. ¡Rebecca siempre fue pervertida! Solo que se camufla en su ternura.

-No estamos hablando de mí, Irin. ¿Por qué Noey no te quiere divertir? -Pregunta Bec con la voz temblorosa, por lo cual comienzo a reír, está nerviosa.

-Ella está durmiendo, solo duerme. Y tengo hambre, comer me divierte -Dice Irin, a lo cual tanto yo como Bec comenzamos a reírnos muy fuerte-. No se rían, no es gracioso.

-Sí, sí lo es -Dice Rebecca entre risas.

-Bueno, solo quería contarte eso para que después si Noey dice que yo no la consiento ustedes me ayuden a responderle con que ella es en realidad quien no lo hace, porque pasa durmiendo todo el día -Dice Irin, tanto la inglesa como yo asentimos riendo y la chica corta la llamada.

-Bueno, ahora que Irin por fin dejó de hablar por teléfono contigo, ¿qué película vamos a mirar? -Pregunto, logrando que Becky ría.

-¡Love, Simón! -Dice contenta, asiento y busco la película.

Al comenzar nos quedamos abrazadas en el sillón mirando en silencio la película. Noto que cuando llega el momento clave ningúna lágrima sale de mis ojos, pero sí de las de Bec.

Es demasiado tierna.

-Bebé, no llores -Pido mientras le quito las lágrimas de las mejillas.

-E-es que, mirá, básicamente lo obligaron a contar cómo se siente -Dice señalando la televisión, asiento con la cabeza.

-Es triste como ver como hay personas que se aprovechan del miedo de uno -Admito mirándola-. A mí no me forzaron a contar cómo me sentía respecto al tema.

-A mí sí -Puedo ver la mirada triste de la castaña-. Un día fuimos a un campamento, Sam fue también. Sabía que a ella le gustaba una chica porque el rumor se había esparcido por todo el instituto, el problema fue que unos chicos comenzaron a hacer comentarios homofóbicos mientras Sam no estaba, y yo...

-La defendiste -Completo, Rebecca asiente.

-No podía dejar que hablaran así de mi amiga, así que reuní fuerzas y les dije que no tenían derecho a hablar así, que era algo de ella y no de ellos, que se ocupen de sus vidas -Dice, para luego suspirar-. Ellos no demoraron en esparcir el siguiente rumor por el instituto, que me gustaba Samanun. Obviamente, terminó llegando a mis padres, porque una vez me fueron a buscar a la salida y los mismos chicos les dijeron que yo era una lesbiana.

Noto las lágrimas de Bec y se las quito. Pongo pausa a la película y vuelvo a mirarla.

-Mis papás al comienzo no lo aceptaron, pero después de unos días decidieron hacerlo -Dice sonriendo-. Luego fueron al instituto, y les pidieron a aquellos chicos que dejaran de molestarme, porque tendrían problemas si lo seguían haciendo.

-Que bonita y triste historia -Digo, Bec asiente-. Te cuento algo.

-Sí -Responde.

-Sé que sonará extraño, y tal vez un poco malo. Pero agradezco enormemente el haberte conocido, BecBec. Sé que nos unió el hecho de la muerte de Samanun indirectamente, pero creo que esto es lo más bueno que se puede destacar de aquello -Digo con sinceridad-. La extraño, mucho, pero también agradezco que tú estés en mi vida, porque así me siento mejor.

-Yo también me estoy sintiendo mejor a tu lado, Sar -Responde mi castaña, y puedo notar que está segura de sus palabras.

Se está armando, poco a poco, y eso me hace completamente feliz.

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora