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Freen

¿Es normal ver a una persona y sentir como tu corazón se acelera rápidamente?

¿Es normal pensar todo el tiempo en aquella persona, y querer verla, pero al hacerlo ponerte completamente nerviosa

Eso me pasa con Becky

La ojimiel a penas me ve me sonríe, al igual que yo a ella. Camino hacia donde se encuentra aún con la sonrisa en el rostro, y le saludo dejando un beso en su mejilla.

—Hola, Becbec—Susurro mientras me siento, ella mantiene su sonrisa.

—Hola, Sar—Responde.

Definitivamente me encanta que Rebecca me llame así, se me hace un apodo más cariñoso que sea de mi nombre y no mi apodo con el que todos mis cercanos me hablan, lo hace único.

—¿Me esperaste mucho? —Pregunto, ella niega y un mesero se acerca, siento que lo ví en algún lado pero no sé dónde.

—Oh, veo que por fin vino tu novia —Dice el chico, mis mejillas arden, y las de la ojiambar aún más—. Estuviste mucho tiempo esperando, Rebecca.

—N-no somos novias —Tartamudea Becky mirándolo, me mantengo viéndolo hasta que me percato quién es.

—Ay, bueno, lo siento. ¿Van a pedir algo? —Pregunta.

—Em... sí, tráeme un café —Pide, el chico asiente y luego mira a Bec.

—Lo mismo —Pide.

A penas Saint se va, me quedo mirando a Rebecca. Sé que me estaba esperando hace mucho tiempo, gracias a lo que dijo Saint.

—¿A qué hora saliste de tu casa? —Pregunto, Bec parece ponerse nerviosa por lo cual su mirada va hacia la ventana.

—Salí temprano, pero solo porque debía de hacer algunas cosas antes de venir —Sé que está mintiendo, pero mantengo mi sonrisa, me gusta verla nerviosa por mí.

Saint no demora mucho en traer el café. Y con Becky mantenemos una conversación fluida, hasta que decide preguntar algo incómodo, mientras me encontraba tomando un sorbo de café.

—¿Están bien las cosas con Heidi? —Comienzo a toser al escuchar eso, y el rostro de Bec cambia a uno preocupado, se acerca a mí y me ayuda a recuperar el aire golpeando suavemente mi espalda.

—¿A qué viene esa pregunta? — Bec se pone nerviosa, y regresa a su asiento.

—Es que hoy ví un estado de ella... que decía que te extrañaba —Alzo el ceño.

—¿En dónde? —Pregunto.

—Whatsapp —Agarro mi teléfono y busco en los estados el suyo, pero nunca aparece.

—Me parece que me tiene bloqueada de estados —Susurro, Bec ríe.

—Sí.

Nos mantenemos en silencio un momento, hasta que Rebecca saca el tema de las dos famosas que ocultan su romance. No tengo idea de quiénes sean, pero me gusta escucharla contarme todo con entusiasmo.

—Y lo ocultan —Dice mientras me sonríe—. Aunque todo el fandom sabe que están juntas.

Río al escucharla. Bec cuenta todo de una forma sencilla, pero se emociona tanto al hablar, que me parece gracioso.

—Siempre pasa eso en los fandoms, nosotras, por ejemplo, no ocultaríamos lo nuestro si tuviéramos algo y fuéramos famosas —Digo sin pensar en mis palabras, las mejillas de Rebecca no demoran en ponerse coloradas, es adorable.

—Bue-bueno em.... —Bec mira hacia la ventana incómoda, pero mi mirada sigue fija en sus ojos.

—¿Qué tal si vamos al parque de diversiones? —Pregunto, ella vuelve su mirada hacia mí y me sonríe.

—¿A esta hora, Sar? —Asiento y ríe—. Me parece bien.

Le pagamos a Saint, y luego nos vamos del lugar. Ya en la calle, la charla con Becky sigue siendo fluida, cada tanto tiro uno que otro comentario que sé que la ponen nerviosa, pero solo por el hecho de que me gusta ver como se sonroja.

Al entrar a mi vehículo, antes de ponerlo en marcha, digo un último comentario.

—Por cierto, estas muy linda hoy —Susurro, Rebecca parece un tómate, y eso me hace reír.

—No estoy acostumbrada a tantos halagos —Admite, alzo el ceño.

—¿En serio? —Pregunto, ella asiente.

—Sé que no soy una chica muy linda, y creo que es por eso que no los recibo —Admite, niego con la cabeza, mirándola.

—No, Becbec, tú eres preciosa —Digo.

Intento mantener mi mirada en sus ojos, pero lentamente la voy bajando hacia sus labios.

Quiero besarla.

Becky parece percatarse de aquello, por lo cual mira hacia otro lado. Suspiro lentamente, y vuelvo la mirada hacia delante.

Pongo en marcha el vehículo, y el ambiente se torna un tanto incómodo, pero trato de que eso no pase poniendo música.

Bec al comienzo se encuentra callada, hasta que ponen música de su banda favorita, y comienza a cantar. No lo hace para nada mal, por lo cual decido animarme y también canto.

— Pick up the pen, put it on the paper Write on my skin, bring me to life Can't start again, there ain't no eraser All of my flaws, you got them so right (Agarra un bolígrafo, ponlo sobre el papel, Escribe en mi piel, tráeme a la vida, No puedo empezar otra vez, no hay un borrador, Todos mis defectos, los descubriste totalmente)—Canta, Bec está sonriendo, y eso me tranquiliza.

Creo que me adelanté demasiado al intentar besarla, y además, tengo novia. Yo no puedo ser infiel.

Al terminar la canción, nos volvemos a quedar en silencio, pero ya no es incómodo, simplemente mantenemos la sonrisa en nuestros rostros.

—Sar, no cantas para nada mal —Sonrío al escucharla.

—Tú tampoco, Becbec.

Al llegar al parque de diversiones, decidimos ir a la montaña rusa.

Becky está nerviosa, pero emocionada, por lo cual al subirnos, y estar en el mismo asiento, para darle "tranquilidad" le doy la mano, aunque yo estoy igual de insegura. Ella al comienzo parece incómoda, pero después simplemente me sonríe.

La montaña rusa comienza a moverse, y Rebecca al ver que comenzamos a subir, y luego a bajar rápidamente, comienza a gritar.

Al bajar, nos encontramos riéndonos de nuestros gritos allí. Rebecca no parece darse cuenta que nuestras manos aún siguen entrelazadas, y si en verdad lo hizo, no quiere que se alejen.

—Ahora ¿A dónde vamos? —Pregunto riendo, ella mira los juegos y ríe.

—Vamos a la casa del terror —Dice sonriendo, abro los ojos a la par.

—¿Qu-qué? —Tartamudeo, Rebecca ríe aún más fuerte.

—¿Tienes miedo, Sar? —Pregunta, niego con la cabeza aunque sí lo tengo.

—No tengo miedo a nada —Miento mientras nos encaminamos a aquella casa.

Esto saldrá mal, lo presiento.

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora