29

1.8K 178 1
                                    


Freen

Estar con Rebecca es, literalmente, lo mejor que puede pasarte en el mundo.

Ella me alegra, me hace feliz. Siempre está sonriendo cuando le hago mimos, o cuando simplemente algo la emociona demasiado.

Pero una de las cosas que amaré siempre de ella definitivamente, es que se sonroja por todo.

Me encanta ver como sus mejillas agarran ese tono carmesí, y como trata de ocultarlo mirando hacia otro lado o tapándolas con sus manos.

Becky es hermosa, y no lo digo por su físico, su persona es hermosa, su forma de ser.

Me muevo un poco más para estar más cómoda y la miro.

Nos encontramos acostadas en la cama, con nuestros rostros bastante cerca, y ambas estamos sonriendo. A diferencia de la noche anterior, estamos compartiendo almohada, y mantenemos una sonrisa en el rostro.

-Por esto mismo no podría compartir almohada contigo -Digo cuando mi mirada baja hacia sus labios.

-¿Por qué? -Pregunta antes de sentir mis labios sobre los suyos.

-Porque me quedaría a besarte toda la noche, y no dormiríamos nada, Becbec -Recuerdo, mi castaña ríe y asiente.

-Tienes razón -Admite.

Nos mantenemos en silencio mirándonos, aún con aquella sonrisa en nuestros rostros, hasta que se me ocurre una idea.

-Bebé, ¿quieres que hagamos una fiesta para celebrar? -Pregunto, ella asiente aunque luego alza el ceño.

-¿Qué estaríamos celebrando? -Alzo el ceño, tampoco le he pedido que seamos novias, suena cursi, pero quiero que sea especial.

-Que me confesé -Digo un tanto insegura-. Y que Irin y Noey están juntas.

Becky parece un tanto decepcionada, pero decide asentir. Me encantaría pedirle que fuera mi novia, pero quiero que sea algo que ella siempre recuerde como un lindo momento, y no estando allí simplemente acostadas en la cama.

La ojiámbar agarra su teléfono y le escribe a Irin.

-¿M-me puedo bañar? -Pregunta, asiento con la cabeza-. Oh, pero no tengo ropa aquí.

-Yo te presto algo mío, te quedará un poco grande, pero luego vamos a tu casa y te cambias allá ¿de acuerdo? -Pregunto, mi menor asiente y camina hacia la puerta de la habitación para ir al baño-. Bec

-¿Sí? -Pregunta

-Te quiero -Digo, aunque en realidad quisiera decirle que la amo, pero creo que eso sería demasiado precipitado.

-Yo también te quiero, Sar -Es lo último que dice antes de desaparecer por la puerta y caminar hacia el baño.

Agarro mi teléfono y marco una videollamada con Irin, la chica no demora en responder.

-¡Hola! -Grita, y hago una seña para que se calle mientras me fijo que Becky aún siga en el baño.

En la videollamada aparece Irin detrás sonriendo, y le devuelvo la sonrisa.

-Hola a las dos -Digo-. Bec se está bañando, pero necesito la ayuda de ambas para esta noche.

-Justo estábamos a punto de pedirte tu ayuda -Responden ambas al unísono, a lo que comienzan a reír.

Alzo el ceño un tanto confundida, y me comienzan a contar lo que tienen planeando entre risas.

Al parecer la fiesta estará más entretenida de lo que pensaba.

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora