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Freen

La clase de Matemáticas comienza y no puedo parar de desviar la mirada y prestarle atención a la castaña. El tema que estamos dando es nuevo para mí, sin embargo lo entiendo con facilidad.

Mi madre me enseñó Matemáticas desde pequeña, por esa razón siempre estuve más avanzada que los demás, pero obviamente hay temas que no me enseñó, aunque al estar enganchados con otros se me vuelve bastante fácil.

—Estas linda —Susurro mirando a Becky, ella sonríe y continua mirando al profesor, quien no para de hablar—. Eres hermosa.

Sé que está mal que hable en clase, pero soy bastante disimulada cuando lo hago, por lo cual el profesor ni siquiera lo nota. Bec mientras tanto, no habla, simplemente sonríe y escribe en su cuaderno las cosas que el profesor copia en el pizarrón.

—Eres un be... —No término de susurrarle cuando Rebecca se me adelanta.

—El profe te está mirando, cállate si no quieres que te saque de clase —Susurra la castaña tapándose la boca con la mano para que el hombre no se dé cuenta que es ella quien está hablando ahora.

Mi mirada va hacia la del profesor y efectivamente me estaba mirando sin decir absolutamente nada. Todos comienzan a girar hacia nosotras y Becky queda completamente roja.

—Señorita Chankimha, ¿quisiera pasar al pizarrón a hacer el ejercicio? —Pregunta el profesor serio, asiento con la cabeza y me levanto con tranquilidad.

Noto la sonrisa burlona de Irin, y no digo absolutamente nada.

—¿Cuál? —Pregunto al ver que habían cuatro, el profesor se pone a pensar.

—Todos —Dice mientras los señala—. Y no se vale usar calculadora.

Irin sonríe aún más estando a punto de reírse y el profesor se da cuenta.

—Y, Malaiwong si te sigues riendo tú también pasaras —Y la sonrisa de Irin desaparece por completo.

Demoro tan solo cinco minutos en hacer los ejercicios, ganando las miradas de mis compañeros completamente perplejos, sin entender cómo pude hacerlo.

—Las respuestas están todas bien —Dice el profesor revisando todo—. ¿Te gusta Matemáticas?

—Sí, me encanta —Admito sonriendo.

—¿Por qué? —Pregunta el profesor con interés, y decido admitirlo enfrente de todos.

—A usted le gustan los trabajos en equipo, y a mí me gusta hacer los ejercicios con mi novia —Es mi respuesta, él asiente sonriendo y sin más me doy media vuelta y camino hacia la inglesa.

Bec se encuentra realmente sonrojada, y se ve bastante tierna, no dudo en regalarle una sonrisa antes de sentarme a su lado.

La clase de Matemáticas pasa rápido a decir verdad, y el primer recreo llega. Todos comienzan a salir del salón, pero cuando yo voy a salir el profesor me frena y me señala que vaya hacia él.

Con el ceño alzado me acerco, y veo como mi castaña sale de clase junto a Irin y Noey.

—¿Qué necesita? —Pregunto, el profesor me sonríe.

—Sabía que terminarían juntas —Responde sonriendo, no logro entender—. Tú y Armstrong, esa es una de las razones por las cuales las hice hacer trabajos en grupo este tiempo.

Sonrío comenzando a entender.

—Siempre me gusta ver a quienes puedo juntar en la clase, por lo cual armo trabajos en grupo. Es divertido después ver como están juntos —Admite el profesor.

—Gracias —Es mi respuesta.

—De nada, ahora puedes salir —Dice sonriendo, asiento y salgo del salón.

A penas pongo un pie afuera, veo a Rebecca hablando con Irin y Noey mientras ríen, me encamino hacia ellas y abrazo a mi novia por la espada.

—Hola, Becbec —Digo sonriendo.

—Hola, baby —Responde sonriendo.

—¿Vamos al patio? —Pregunto, todas asienten y comenzamos a caminar.

Nos encontramos una vez más con Heidi, pero esta no se percata de nuestra presencia porque se encontraba cambiando sus cuadernos.

Al llegar al patio, Becky camina junto a mí y se sienta en un banco de madera que había allí, debajo de un árbol.

—No suelo venir aquí —Admito cuando me siento al lado de mi menor.

—Yo tampoco —Dice Irin —. Prefiero mil veces el comedor.

—¿Por qué será? —Pregunta la pelicorto.

—No tienes derecho a burlarte de mí cuando pasas casi todo el día acostada —Responde Irin mirándola fijamente, con Bec comenzamos a reír.

—Son como un gato y un perro, no paran de pelear —Dice Bec riendo.

—¿Quién sería el gato? —Pregunto.

—Obvio que el gato sería Irin —Admite mi chica.

—¿Eso quiere decir que soy más dominante? —Pregunta Noey.

—No lo creo, yo soy quien manda en nuestra relación —Y allí comenzaron a pelear de nuevo.

Las peleas entre Irin y Noey son divertidas, ya que sus palabras no son serias, se toman todo con diversión, entonces ninguno de las dos sale enojada.

Enciendo mi teléfono para ver las notificaciones y veo que me llega el clásico mensaje de facebook diciendo "tienes un recuerdo para conmemorar" alzo el ceño y mi corazón late rápido al ver lo que aparece.

«Odio que me oculten las cosas, y más si son importantes para mí»

Rebecca, quien se encuentra a mi lado, alza el ceño mirando aquello de reojo.

—¿Qué era lo que querías saber? —Pregunta curiosa.

—Aún quiero, pero nunca me lo van a decir —Digo suspirando—. Mi familia me oculta todo tipo de información a cerca de la muerte de Samanun.

Ella asiente lentamente y mira hacia otro lado, mantengo mi mirada en el teléfono un momento, recordando todas las discusiones con mi mamá por no querer contarme qué había sucedido.

—Debo ir al baño —Dice la castaña levantándose, puedo notar su voz un tanto quebrada, pero antes de que pueda preguntar se va sin más.

Irin nos mira a las dos, se da media vuelta y sigue a Rebecca. Mi mirada va hacia la de Noey, pero ella niega también confundida.

¿Qué le estará pasando a mi novia?

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora