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Freen

Ayudé a mi madre todo el día con la jardinería, no tuve ni siquiera tiempo de utilizar el teléfono.

Extraño a mi novia, es extraño, porque literalmente la chica no sale de mi mente, todo se relaciona a ella.

Rebecca se volvió mi vida, siento que me preocupo más por lo que le suceda ella que a mí. Ella es lo más bonito que me pudo haber pasado, siempre está sonriéndome, y eso me hace sentir bien.

Antes de haberla conocido no entendía por qué sentía que me faltaba algo, por qué me sentía vacía, pero... desde que apareció lo entendí.

Me hacía falta ella.

Miro a mi madre que está sentada en el otro sillón, mientras toma un poco de té. Me sonríe, y suspiro, admito que tengo demasiada curiosidad y quiero saber qué es lo que tiene que decirme.

-Hace unos días fui a visitar a Sam ¿sabes? -Habla, y la tensión en el ambiente va creciendo.

-Yo aún... -Digo mirando al suelo.

-Lo sé, Sarocha. Por esa razón me pregunté muchas veces si debía contarte, pero primero que nada quiero que sepas mis razones -Explica, asiento con la cabeza mirándola nuevamente-. Cuando Sam murió, y tú entraste en depresión, se me volvió imposible hablar contigo presente a cerca de su muerte.

Escucho atenta lo que tiene que decir, ella deja la taza de té en la mesa y une sus manos, como si tratara de tener fuerzas suficientes para poder decir lo que estaba a punto de explicar.

-Tenía miedo, sabía que estabas mal, muy mal. No podía simplemente decirte lo que había sucedido, Freen. Como madre lo único que quería era protegerte, aún quiero hacerlo, pero ya veo que te sientes preparada para saber la verdad -Admite, y luego suspira lentamente.

Trago saliva mirándola, estoy a punto de saberlo y me encuentro verdaderamente nerviosa, hasta podría admitir que tengo miedo por alguna extraña razón, pero... no puedo simplemente olvidarlo, debo saberlo.

-El día de su muerte, me encontraba en la cocina cuando recibí la noticia, tú estabas en el cuarto durmiendo. Me llamaron del hospital, y me dijeron que había una chica allí, bastante shockeada, y otra, la dueña del teléfono muerta -Explica, siento mi estómago revolverse, pero me mantengo en silencio-. Me sentí muy mal, pero debía ir al hospital, así que tomé el primer taxi, y fui allí.

»A penas entré al hospital me encontré con la chica, su camisa blanca estaba manchada de sangre, tenías que verla, Freen. La chica estaba en una especie de shock, así que sin saber bien qué hacer la abracé.

»Comenzó a llorar en mi brazo, y luego se comenzó a quedar sin aire. Hablé con los doctores y me explicaron cómo fue todo, la chica había salido de una fiesta junto a Sam, y una persona apareció y le disparó. Al parecer le quería robar, pero no se llevó nada.

»Fue bastante extraño a decir verdad, si les quería robar, podía haberse llevado, no sé, sus teléfonos, pero no, simplemente disparó contra tu prima. Tal vez quería dispararle a su amiga, porque según ella me dijo que Samanun murió por defenderla.

Me mantengo en silencio tratando de asimilar todo. Y lentamente las piezas parecen unirse en mi mente.

-En-entiendo -Digo sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas-. Sam murió por salvar a alguien.

-Sí, luego de eso no ví nunca más a su amiga, pensé que iría al cementerio el día del velorio, sin embargo, al igual que tú no se presentó -Explica, asiento con la cabeza, pensante.

La noche fue cayendo, y algunas lágrimas siguen cayendo por mis mejillas. Me siento más calmada a decir verdad, ya que por fin sé lo que le sucedió a mi prima, pero siento que falta algo.

Mi teléfono vibró en algún momento mientras hablaba con mi madre y no me percaté.

Veo el mensaje de Bec y sonrío, mi madre pasa por mi lado pero la ignoro y aprieto en la foto de perfil de la chica sonriendo, en ella nos encontramos nosotras dos, aquella vez en la cafetería, en nuestra primera cita.

- Sarocha... -Dice mi madre detrás mío, sonrío mientras le paso el teléfono.

-Se llama Rebecca, es mi novia -Espero alguna sonrisa de parte de mi madre, pero nunca llega-. Ella es muy buena, estoy segura que te caerá bien.

-Freen... -Comienza, y sus ojos están completamente abiertos-. Ella es la chica que vio morir a Sam.

Pensar que una simple acción como aquella podría detonar la segunda bomba, una que sin duda me golpearía bastante cerca.

Mi sonrisa se borra al escucharla decir aquello, y siento una pulsada en el pecho que duele.

Duele mucho.

-¿Q-qué? -Digo mientras siento todo girar, por lo cual no me paro del sillón.

-Ella es, Freen. Ella es la chica que estuvo en el Hospital -Explica mi madre.

Niego reiteradas veces con la cabeza, y le quito el teléfono yendo lo más rápido posible a mi habitación.

Cierro la puerta detrás de mí ya sinitiendo las lágrimas caer por mis mejillas. Recuesto mi espalda contra la misma y casi al instante siento los golpes de mi madre en la puerta.

-Sarocha, hija, habla conmigo -Pide, niego con la cabeza para mí.

-Déjame sola, por favor -Susurro aún llorando.

Ahora entiendo todo, entiendo el por qué Becky siempre se comportaba extraña cuando hablaba de la muerte de Sam, por qué se ponía triste.

-Idiota -Susurro para mí misma mientras golpeo mi cabeza con frustración-. Idiota.

Las lágrimas siguen cayendo, y veo en mi teléfono el mensaje de la inglesa.

"Lo sé, Bec." Escribo, no sé si sepa de qué me encuentro hablando, pero quiero tenerla cara a cara para decírselo.

Me siento enojada, frustrada, pero sobre todo triste.

Triste porque Samanun murió de aquella manera, y porque mi Becbec vivió estos casi tres años sintiendo seguramente que la muerte de Sam fue su culpa.

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora