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Becky

Despierto sintiendo mis párpados cansados, y todo a mi alrededor girar.

Me acomodo en la cama, sentándome, tratando de respirar con normalidad, aunque lamentablemente no lo logro.

Siento mis manos sudorosas, al igual que mi pecho. Intento mantener la calma, pero parece de las cosas más difíciles del mundo.

Sé que estoy teniendo un ataque de pánico, por el hecho de que ya tuve muchos más antes, pero tengo miedo, mucho.

Mi mano va hacia la de mi novia, y la toco, pero la misma no abre los ojos.

Las lágrimas comienzan a caer de mis ojos por el hecho de no saber qué hacer.

—No puedo respirar, Freen —Logro susurrar, la tailandesa no demora en abrir los ojos y verme.

Comienzo a toser intentando recuperar el aliento, y siento todo girar más y más.

—Bec —Me llama Freen, pero no respondo—. Tranquila, bebé, todo estará bien.

Los minutos pasan realmente lento, Sarocha me dice que debo tratar de respirar con normalidad, y aunque intento hacerlo, no funciona, y eso me duele.

Al terminar, mi corazón demora en volver a la normalidad y parar de latir con mucha velocidad. Aún sigo completamente sudada, y siento un poco de dolor de cabeza.

Freen se mantiene a mi lado mirándome con preocupación, aun cuando ya me siento un poco mejor lo sigue haciendo.

—Becbec, ¿Segura que estás bien? Si quieres podemos faltar a clases e ir al hospital —Dice, aunque niego con la cabeza ocultando mi rostro en la almohada.

—Sar, ya estoy bien, solo necesito descansar —Aseguro, y eso cierto, los ataques de pánico me dejan verdaderamente exhausta.

Cierro los ojos tratando de dormir, pero siento que me están vigilando, por lo cual abro un solo ojo encontrándome con la mirada de mi novia.

—No me pasará nada, y si llego a sentir cualquier cosa, te avisaré —Digo intentando calmarla, ella solo asiente—. Sar, tú también debes dormir.

—Sí, lo sé, bebé. Lo que sucede es que tengo miedo de dormirme y que te vuelva a ocurrir otro ataque de pánico —Explica, me acerco a ella y dejo un beso tierno es sus labios.

—Si me llega a ocurrir algo te avisaré.

Cierro los ojos nuevamente, y esta vez no demoro en dormirme.

Despierto primero que Sarocha, ya que la alarma de mi teléfono comenzó a sonar y la pelinegra no se percató.

Lo primero que hago es agarrar la ropa que tengo adentro de mi mochila. Últimamente me quedo a dormir en la casa de Freen, así que siempre tengo ropa que ponerme allí.

Me encamino hacia al baño, pero antes miro a mi Phi, quien se encuentra durmiendo plácidamente. Me alegra que haya podido conciliar el sueño.

Luego de bañarme y haberme colocado la vestimenta, me miro al espejo de la habitación. Traigo puesto una camisa rosada, un vaquero de jean y mis zapatos.

Salgo del baño suspirando y miro hacia la habitación, mi novia ya no está en la misma. Alzo el ceño y camino hacia la sala, encontrándome a Freen con el desayuno hecho.

—Pero si yo no te desper... —Digo confundida, ella me sonríe.

—También tengo alarma, estaba puesta unos minutos después de la tuya —Responde, asiento un tanto insegura y me pongo a su lado en el sillón.

Comenzamos a desayunar en silencio, ninguna de las dos habla del tema de la noche anterior. Yo, sinceramente, no tengo muchas ganas de hablar de ello, y me alegra que Freen sepa entenderlo.

Cada vez que tengo ataques de pánico quiero estar sola, no hablar con nadie. Aunque... ahora me siento distinta, quiero seguir hablando con Sarocha, lo que sí no quiero es nombrar el tema de la noche anterior.

Quiero simplemente mirar hacia delante, y no prestarle mucha atención al pasado.

Luego de terminar de desayunar, salimos de la casa de mi novia hablando sobre el instituto. Río cuando ella me abre la puerta del vehículo para que entre.

Me siento en el lugar del copiloto como es costumbre, y enciendo la radio. "Give me your forever" comienza a sonar, Sar se sienta en el lugar del piloto pero no dice absolutamente nada.

Comienza a manejar cuando ambas nos ponemos el cinturón, y no me doy cuenta el momento en el cual me encuentro cantando la canción.

Freen no la canta, simplemente mira el camino con una sonrisa.

— I want you to know, I love you the most, I'll always be there right by your side. 'Cause baby, you're always in my mind. Just give me your forever —Canto con una sonrisa en mi rostro.

Llegamos al instituto y Sarocha frena el vehículo en el estacionamiento. Casi al instante llega el auto de Irin, ella y Noey salen del mismo sonriéndonos.

—Hola —Dice Irin cuando nos acercamos a ellas, la chica me saluda dejando un beso en mi mejilla y luego una en la de Freen.

—Hola —Respondo saludando a Noey, ella me sonríe.

Entramos al instituto como es costumbre las cuatro juntas. Sarocha se encuentra tomándome de la mano, a lo cual no hago más que sonreír.

No sé qué hice para gustarle a la chica, pero sin duda me hace feliz aquello, porque en serio la amo, mucho.

Es increíble como una persona puede volverse importante para nosotros con tanta facilidad. A veces nos cuesta confiar, y otras, muy distintas, simplemente seguimos nuestros sentimientos y lo hacemos con facilidad.

Mi mirada va hacia los casilleros, a lo lejos, puedo encontrarme con Heidi, quien se encuentra cambiando sus cuadernos.

—Pensé que se tomaría unos días —Dice Freen, asiento.

—Yo también —Es mi respuesta—. Iré a saludar.

Freen simplemente asiente y continua su charla con Irin y Noey, entiendo que aún no se sienta preparada para hablarle a Heidi, y lo respeto, por eso no la obligo a hacerlo.

Me acerco a la chica, y ella misma a penas me ve sonríe débilmente.

—Hola —Dice, le sonrío.

—Hola, pensé que te tomarías unos días —Admito tranquila, ella niega.

—Debo estudiar, tal vez así tenga la cabeza ocupada y no piense en ya sabes qué —Dice, asiento—. Bueno, nos vemos luego, Rebecca.

—Nos vemos luego, Heidi


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(Regalo de Fin de año)

Aún te recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora