Augusta Belona Bianca
"La nacida en la guerra"
──── En esta vida nueva deseo protegerlo a él de todos los males existentes en este mundo que conozco sólo en los libros, así deba arrebatarle todo a la protagonista, ser cruel también es parte de ser...
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──Balduino IV de Jerusalén es considerado uno de los principales reyes del Reino Jerusalén que destinó grandes conflictos militares contra los musulmanes en las cruzadas por el bando cristiano en la Tierra Santa, siendo el mayor enemigo del Sultán Saladdino. Desde pequeño fue detectado con la enfermedad del lepra, que en esos tiempos era complicada de tratar, por su maestro quien decidió ocultar aquello para evitar que el niño fuera expulsado de la línea de sucesión, cuando su padre, el Rey Amalarico I de Jerusalén falleció, Balduino ascendió al trono con la tierna edad de trece años y los regentes que estuvieron para gobernar debido a que el rey era demasiado pequeño y sabiendo bien que no podría dar una descendencia debido a la lepra, buscaron herederos en los matrimonios de las dos hermanas del niño rey. ──El hombre se calla por un momento.── Señorita Bianca.
Una joven de cabello negro corto se sorprende al ser llamada por su profesor en media clase, había estado dibujando garabatos para mantenerse concentrada.
──¿Si profesor?.
──Como la veo tan atenta de seguro podría decirme el año en que murió el Rey Amalarico I.
──Oh. ──traga saliva y trata de leer rápidamente la diapositiva en el televisor que presenta el docente.── 11 de julio de 1174.
──Si, eso es correcto. ──dice con cierta molestia.── La clase queda hasta aquí, pueden retirarse.
La joven de cabello corto se levanta mientras conversa con su grupo de compañeros.
──Vamos Bianca. ──rogó su amiga agarrandola por su brazo.── Será divertido, es un nuevo karaoke.
──No será lo mismo sin ti.
──Lo siento pero tengo que visitar a mi abuela.
──Siempre tan apegada con la familia.
Bianca sonrió a ese halago, no se consideraba la hija perfecta pero hacia lo que podía y algunas veces sus padres llegaban a recalcarle esa nobleza suya.
Al salir de la universidad tomó un autobús que la llevaría en dirección al pueblo donde residía su abuela actualmente, aquella mujer siempre había pertenecido al campo y pocas veces dejaba su humilde hogar a excepción de que fuera para las celebraciones o fechas importantes, aunque en su mayoría su familia iba hacia el pueblo por ella.
──Si mamá ya estoy viajando... No tranquila, sabes que tengo ropa en la casa... Tranquila, puedo cuidarme sola, dale besos a papá. ──cortó la llamada luego de despedirse correctamente y suspiró.
«Tomaré una siesta.»
Para lo que ella sintió como minutos, realmente había pasado media hora y una que otra pasajera la despertó anunciando que habían llegado, Bianca toma su mochila, baja del autobús y emprende camino a la casa de su abuela que se encuentra un poco aparta de todas las del pueblo. Ella saluda a cada persona que pasa, ellos la conocen desde que era una bebé después de todo, en aquel pueblo todos se conocían.
