Augusta Belona Bianca
"La nacida en la guerra"
──── En esta vida nueva deseo protegerlo a él de todos los males existentes en este mundo que conozco sólo en los libros, así deba arrebatarle todo a la protagonista, ser cruel también es parte de ser...
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Augusta leia su diario.
«Entonces hemos llegado al punto de partida, tal vez no me lo digan ahora, pero estoy segura de que Alfonso pudo escapar, ahora le toca luchar en la cruzada y la peste negra fue controlada por Ariadne.»
Da puntos con su pluma de forma errática.
«Tuve el privilegio de nacer como princesa, pero desde mi lugar no pude hacer mucho y todo siguió su curso… Un momento, la anciana Ugat.»
Hace meses que había tenido esa conversación con aquella anciana.
«Me dejó una especie de misión, solo me dijo que fuera una guía… No puede ser, hice las cosas mal en este punto inicial.»
──Kali.
──Mi princesa.
──Pronto, debo hablar con la anciana Ugat, planea un encuentro. ──Augusta guarda su diario.── Iré hablar con mi hermana y tal vez tome la tarde, excusame del resto de cosas.
──Si mi princesa.
Augusta se prepara para ir a la oficina de su hermana luego de preguntar por ella a sus damas de compañía.
«Mirana siempre a sido apegada a la magia, incluso después de graduarse de las clases de la anciana Ugat se tomó la libertad de incluso tener su propio estudio subterráneo de pociones y encantamientos.»
Ella baja cada escalón de piedra, sería oscuro de no ser por la leve iluminación de los faroles incrustados, continua hasta que detiene su paso al escuchar sonidos erráticos, como relámpagos en medio de una tormenta y cuando sigue puede ver diferentes tonos de colores chillantes sobresalir de la puerta vieja de madera.
Al empujar la abre completamente y queda paralizada.
Mirana tenia sangre en sus manos mientras reía a carcajadas tenebrosas, manejaba una especie de aura verde alrededor de su cuerpo que hasta cambió el color de sus ojos, pasando de un tono oscuro cobrizo a unos completamente verdes.
──¡Augusta! ¡Ven hermanita, ven!
──Mirana…
──¿Qué te parece mi nueva apariencia?. ──Ríe un poco y de sus manos se expande un poco de ese destello verde.── Se que debe mejorar pero esta bien, Ugat se pierde de mucho sin usar esta magia.
──¿Cómo pudiste?. ──cuestiona Augusta, asustada.── Hermana sabes que la anciana Ugat nos dijo de tener cuidado con la magia que fuera corrompida...
──Porque podría ocasionar un caos. ──repite irritada.── Ahg, nadie aprecia este tipo de magia, simplemente la desechan... Igual que a mí.
──Eso no es verdad.
──Si lo es, solo que no te das cuenta por estar insimismada con tu príncipe azul.