Augusta Belona Bianca
"La nacida en la guerra"
──── En esta vida nueva deseo protegerlo a él de todos los males existentes en este mundo que conozco sólo en los libros, así deba arrebatarle todo a la protagonista, ser cruel también es parte de ser...
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Cinco años después Un día antes de la coronación
Era tarde, el sol ya se habia puesto y la luna tomó protagonismo en los cielos obligando a todo aquel que la viera a caer bajo un profundo sueño, sin embargo, para los niños y jóvenes de alma aventurera y tan duradera como un roble, la luna era un signo de que podían escapar de casa.
──Calix, ¿Enserio crees que este bien?. ──pregunta Mirana, actualmente con quince años.── Augusta puede asustarse.
El futuro rey solo ríe como si su hermana le haya dicho el mejor chiste.
──Ay Mirana, enserio dudas mucho de la capacidad de nuestra Augusta. ──sonríe en burla, actualmente tiene diecisiete años.── Ella es una exploradora nata, además ya cumple sus diez años mañana, por fin será adulta y hará las cosas que hacemos nosotros.
Mirana alza una ceja y termina por suspirar, siguiéndole el paso a su hermano mayor y a su punto de vista, un tonto.
En silencio abren la puerta para entrar a la habitación de la segunda princesa, sigilosos cierran para ir a la cama de la menor, su querida hermana.
──Calix... ──murmura Augusta adormilada todavía.── Mirana.
──Haz silencio. ──ordena su hermano cariñoso.── Vamos a salir.
──¿A dónde?.
──Para eso debes verlo con tus propios ojos. ──incentiva Mirana.
Augusta no puede hacer más que seguir a sus hermanos que le dan ropas para que vista como una pueblerina y una capa que oculte su rostro.
Cuando están los tres hermanos listos, Calix carga a sus hermanas sobre su espalda para dar un salto y bajar entre los árboles hasta tocar tierra firme y comenzar a correr, su habilidad y fuerza física únicas las consiguió en los duros años de entrenamiento en el ejército de Karras, todo para ser un futuro monarca capaz.
Avanza entre los arbustos a una velocidad que sorprende a Augusta pero que Mirana mira con normalidad y la segunda princesa se da cuenta de que sus hermanos la hicieron escapar de casa como la peor de los delincuentes.
Calix para de correr y ahora camina normal mientras sigue cargando a sus hermanas, parecía que estaban en un plano claro del bosque Kulip, uno de los más cercanos y los que proveían agua dulce al Reino de Karras, esto por sus conocidos ríos y lagos.
Augusta mira a su alrededor con cautela, hasta que una luz parpadeante parece flotar a su alrededor y luego parpadea, ella mira a su hermana mayor.
──Yo no hize eso. ──confiesa con una sonrisa.
Augusta alza la ceja y por curiosidad toca la luz que de pronto vuela a su alrededor para ir hacia la copa de un árbol y en segundos salen más luces disparadas. Impresionada, baja de la espalda de su hermano para seguir aquellas luces y termina de pasar por medio de un arbusto y queda más impresionada, habían jóvenes bailando en medio de esas luces mientras sonaba una hermosa melodía que obligaba a todos a bailar con ganas y alegría.
