Augusta Belona Bianca
"La nacida en la guerra"
──── En esta vida nueva deseo protegerlo a él de todos los males existentes en este mundo que conozco sólo en los libros, así deba arrebatarle todo a la protagonista, ser cruel también es parte de ser...
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Augusta despierta algo ajetreada.
"Tienes plazo hasta este día."
«¡Ni me deja descansar!.» Suspira irritada. «Anciana Ugat.»
Se levanta y sus damas la ayudan a prepararse, era de mañana, anteriormente le había dicho a Alfonso que iba a visitar la casa de Mare para evitar malentendidos, advirtiendo que podría demorar mucho tiempo.
«Elco no estaba nada contento, luego lidio con él.»
Cuando ya se encuentra lista, sube a un carruaje con sus dos damas, Kali y Shezi, para ser dirigidas a los territorios del Conde de Mare. El viaje dura una media hora pero por suerte no es para nada fatigante, lo que permite que Augusta se muestre fresca y radiante cuando es recibida por Ariadne.
──Que linda es tu casa. ──Elogia una vez estando adentro, mirando todos los ángulos de la sala principal donde está──. ¿Dónde están todos?.
──Mi padre en la iglesia y mi hermano por ahí, así que nadie nos molestará. ──Sonríe, sin darle mayor importancia──. Vamos al despacho, alteza.
Augusta sigue a la mujer, suben las escaleras y llegan a una oficina que es custodiada por fuera por las damas de la princesa.
──Entonces, sabe mi maldición.
──Considéralo una bendición de Dios.
Ariadne se muestra inconforme, retira el guante blanco de su mano derecha, mostrando feas cicatrices y el cambio de tono de piel blanco rosado por un café nauseabundo, casi en putrefacción.
──Ah, comprendo. ──Bebé de su té que fue servido amablemente por Ariadne.── Así que ha avanzado mucho.
──No se como remediarlo.
──La situación es que no puedes hacerlo. ──Señala cuando deja su taza de té──. Cuando tomas tus decisiones, la 'regla de oro' hará de las suyas, nunca te va a dejar en paz. Y vaya que tomaste muchas decisiones clave para el futuro de todos.
──¿A que se refiere?.
──Te lo diré con otra pregunta, ¿Acaso pensaste que nadie sufriría las consecuencias de tus acciones? Como ejemplo, de seguro sabías que la Reina Margarita iba a morir, pero dejaste que el curso de la historia siguiera y en consecuencia, se dio la partida de cuatro años por parte del príncipe Alfonso.
Augusta había dado en el clavo, Ariadne aprieta sus labios, mirando a otro lado.
──Entonces dígame, ¿Cómo puedo manejarlo?. ──Mira sus propias manos, en específico su mano herida──. ¿Cómo... Cómo seré capaz de hacer algo?.