Augusta Belona Bianca
"La nacida en la guerra"
──── En esta vida nueva deseo protegerlo a él de todos los males existentes en este mundo que conozco sólo en los libros, así deba arrebatarle todo a la protagonista, ser cruel también es parte de ser...
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Mi querida Augusta, hermana mía de nombre.
Cómo te habrás dado cuenta he leído tu petición pintada con rosas, bombones, regalos costosos y fragancias exquisitas marcadas en casa trazo de tu pulso.
Sin embargo, he de decirte que a pesar del aprecio que tiene su majestad por ti y el aprecio que también tengo hacia ti, no podemos prometerte la liberación o una resolución armoniosa en benecifio del príncipe Estrusco, pero si que podemos prometer que él se encontrará en una jaula de oro, con las mejores comunidades, el mejor trato y por supuesto la mejor compañía para que no se sienta solitario.
Lamento si no fue lo que esperabas, puedo sentir fruncir tus cejas ante la negativa que estás leyendo, incluso si me pides que hable por la libertad del príncipe será imposible al ser un asunto de índole política y bélica, su majestad y yo no deseamos que estés en problemas.
Esta es una advertencia entregada con dulces, joyas y telas finas; por favor, no nos odies.
Con mucho cariño, Augusta.
La princesa arruga un poco la carta entre sus manos, no sabía porque esperaba mucho de ellos, esa familia galica era así por naturaleza.
──Princesa.
──Esos idiotas... Incluso si doy dinero para rescate no lo aceptarán.
Kali mira preocupada como su princesa se agobiaba, últimamente había estado así.
──Alfonso no sabe nada, y yo no puedo advertirle porque sería cometer traición y más problemas.
«¿Qué podría hacer?.»
En cambio, en la residencia de la familia Onagerut, descansaba el dueño y cabeza de aquella familia noble, en su habitación de tonos oscuros y rojos, como la misma sangre espesa.
Zerval bebía licor, iba por su tercera botella, desahogaba sus penas mientras escuchaba lo que su mascota mágica fue a investigar sobre la princesa.
El ave era pequeña y se plumaje azul con negro, un camuflaje perfecto para su trabajo como espía.
Zerval de pronto agita su copa.
──¡¿Por qué?! ¡¿Qué tiene ese tipo que no tenga yo?!. ──suspira irritado e iracundo.── Por años dándole los mejores regalos de cumpleaños, haciéndole cumplidos, bailar con ella... Todo hago en cuanto el protocolo lo permite, ya convencí a todos, ¡Pero ella simplemente no me acepta!.
El ave vuela para esquivar una botella vacía lanzada por Zerval a cualquier lado, el estruendo es grande y tenebroso.
──Amo. ──comienza el ave mágica, sobrevolando a un lado de la mesa.── Escuché que los Estruscos no la están pasando bien con la muerte de la Reina, Gálico posiblemente les de guerra, una guerra que pueden perder por ser débiles. Incluso sacrifican a su único heredero al enviarlo a Gálico con esperanzas vacías.
