Capítulo 55

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Capítulo 55| Una vuelta al sol y sus descubrimientos


Quería decir que todo había mejorado desde ese día, pero me era imposible. Salvo la cosa extraña que tenía con Gabriel, todo lo demás estaba siendo complicado para nosotros.

Todo el día, durante el trabajo yo debía mantenerme por completo alejada de él, no podía dar paso a ningún tipo de equivocación porque tenía la mira puesta en lo que hacíamos. Ya Aidan había dicho una vez que yo tenía algo con Stone, y eso que en ese momento no era así, ahora con el recordatorio de las reglas solo lanzaron el anzuelo para que investigara más. Todo mundo quería sacarme de aquí.

No comprendía por qué la gente me odiaba.

Aunque él me había dejado en paz, no sabía qué había hecho Stone, pero él no siguió con la molestia de siempre, esas en donde me hacía querer hacer su trabajo o molestarme por el simple hecho de existir.

Lastimosamente no podía decir lo mismo de Annabelle, yo seguía siendo el perfecto blanco para sus criticas y sobre todo luego de haber recibido un regaño por parte de Temple el día de mi audiencia, más me detestaba.

Así que cada día tenía que ver desde la distancia a Gabriel, mientras que cada noche yo me entregaba a él en su casa dejando de lado todas las tensiones del día. Esas que nos alejaban y nos impedían estar cerca del otro como quería.

Seguíamos siendo dinamita en el hospital. A la hora de presentar un caso él me decía en todo lo que estaba errada y yo le respondía por qué no. Cualquiera que nos viera pensaría que seguíamos odiándonos, parecía una careta, una pantalla para ocultar lo que pasaba tras bastidores, pero realmente era algo natural y sin planificar. Ambos en el trabajo éramos bastante rudos. Nos gustaba tener la razón siempre.

Las cosas estaban siendo más duras, sobre todo las últimas semanas en donde tenía que prepararme para presentar mi examen de ascenso. Ahí se definía todo en mi vida. si de verdad servía para esta especialización que estaba haciendo. No podía aplazarlo, porque todo lo que he luchado en este año se desmoronaría frente a mis ojos.

También me tenía nerviosa el hecho de que el trato que tenía con Gabriel sería hasta ese momento. Habíamos quedado que veríamos qué pasaría en el momento en que yo fuese a promovida a residente de segundo año. Él dejaría de ser mi tutor.

Eso me dejaba triste porque era la persona en quién mas confiaba y que sabía que él me estaba haciendo una buena médico. Que había aprendido muchísimo con él. Y no podía olvidar las veces que me defendía de los demás porque era como su protegida. Perdería eso también.

En palabras suyas, "solo tenía derecho a regañarme"

Pero era lo mejor, mucho es que habíamos durado tanto tiempo sin alertar a la gente sobre nosotros. Alargarlo sería tirarnos a la yugular y que todo mundo descubriera nuestro trato.

El día de mi cumpleaños había llegado. Papá se hallaba de viaje con la chica con la que estaba saliendo y aunque me dijo que quería verme, le prohibí que no. Yo lo que más quería que él consiguiera a alguien con quién compartir.

Mamá me llamó e increíblemente no se portó como normalmente era conmigo. Incluso me sentí bien, casi como cuando era niña. Además de que me mandó un gran regalo en monetario, a lo que no podía quejarme ni andar de digna porque mi sueldo como residente no era alto y yo tenía gastos.

Volví a mi habitación y miré a Elijah a mi lado en la cama. Se había quedado conmigo en la noche anterior y tanto él como mi compañera de cuarto decidimos celebrarlo adelantado en un bar, en donde bebimos como siempre.

Malas EnseñanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora