Malas Enseñanzas

Capítulo 15

Capítulo 15:

Causa y efecto

Me encontraba fuera del área de quirófano. Había pasado ya una hora desde que mi jefe fue ingresado por una puñalada que nadie notó hasta que casi se desvaneció frente a mi.

Yo no podía dejar de llorar ante el recuerdo.

No estaba haciendo un escándalo o algo de esa calaña, pero si me descubría con lágrimas en mis ojos menos de lo que quería. Stone me salvo de lo que pude haber sido yo la herida. No era algo como que yo pudiera obviar.

Y habría muerto como lo hizo el chico.

El hermano menor del pandillero veinte minutos después del indigente, falleció. Había llegado con una bala en el cuello y esta rozó la yugular, lo que hizo que se desangrara rápidamente. No lo logró por más que intentaron salvarlo.

Ahora su hermano estaría en prisión y con el dolor de que el niño había muerto. Sentí tristeza porque no debía ser fácil estar en la situación de ellos. No le echaría culpa cuando no sabía el lugar en donde fueron criados y la razón que los llevó a trabajar en algo como eso.

El hambre podía poner la integridad por el suelo.

La gente me preguntaba si estaba bien, salvo el rasguño que tenía, todo estaba normal. El susto era otra cosa, yo nunca imaginé que podía vivir algo así. Ni en pesadillas más locas. Pero esta semana he descubierto que conmigo todo era posible.

Ya parecía un capítulo de Grey's Anatomy.

Dios, si estás creando el guion de mi vida, por favor, no metas la bomba aquí. Yo no tengo la fuerza de Meredith para eso. Hay soldados más fuertes que yo, Señor.

Me limpié las lágrimas por ene vez en el día. Stone podía ser un dolor en el culo, pero estaba preocupada por él. Que muriese pesaría sobre mi por cada día de mi vida. Yo solo quería que estuviera bien.

Estaba acuclillada en una esquina de la zona negra, hasta ahí era donde yo podía pasar porque lo demás era campo estéril. Yo me sentía con un frío glaciar que corría mis venas, ni siquiera me di cuenta cuando empecé a llorar con sollozos.

No supe en qué momento él se hirió, solo estaba un momento de pie al otro siguiente vi como palidecía. Un hombre como él no se desmayaría así como si nada, por lo que supe que no era grave.

Los mejores cirujanos del hospital estaban bajo su cuidado y yo solo quería que saliera de allí. No importa si me reñía en el proceso, al menos sabría que estaba vivo y que se pondría bien.

A mi lado estaba Eli, yo lo estaba abrazando producto del miedo por todo. Necesitaba refugiarme en alguien luego de lo que vi. Esto era un evento traumático en mi vida. Tenía pánico de que algún día pudiera pasarme algo así de nuevo.

—Very, por favor. No llores más.

—¿Y si se muere?

—No creo que lo haga, es como un Rasputín. De hecho lo llamare ahora así.

—Si eres ridículo.

¿Cómo se descontroló todo? Ayer estábamos besándonos y discutiendo por ello, y al día siguiente estaba herido por un pandillero. Parecía una vida desde el momento en que salí de su consultorio esta mañana.

—No sabía que te preocupaba tanto Stone.

—Él me salvó —era una pobre explicación para lo que pasaba. No sabía qué sentía por él. Yo hasta ayer solo creía que era odio ahora me doy cuenta que hay alguna cosa más, una que yo no quería ahondar demasiado.