El camino hasta el club fue toda
una odisea para la menorquina, jamás
se hubiera imaginado que Violeta
condujera un descapotable como
aquel, y es que tenía que reconocer
que su concepto sobre el "empleo más
viejo del mundo" estaba totalmente
estereotipado. Ella no tenía nada de
vulgar ni oscuro, era dulce, alegre y
muy abierta. Su jovialidad ante todo
lo que decía llenaba de vida hasta el
más insignificante detalle. Era culta,
inteligente y mordaz.. hablar con ella
era un regalo de comodidad y cercanía, y no pudo evitar sentirse decepcionada cuando tuvieron que bajar del vehículo, pues hubiera querido quedarse a solas con ella durante más tiempo.Durante las siguientes dos horas
Violeta no se separó de ella ni un sólo
momento, sorprendiendo a Chiara con su facilidad para sociabilizar con
todo aquel que se le presentaba. La
gente se quedaba prendada de ella y
de su forma de pensar, y la morena
apenas hablaba lo justo porque le
resultaba tan raro encontrar a alguien
que mereciera ser escuchado en su día a día, que no quería perderse ni una sola palabra que saliera de su boca. Estaba encantada por lo fácil que le resultaba todo teniendola cerca. El tiempo volaba y sin embargo no había tenido necesidad de beber y beber para pasar el mal trago de toda aquella gente. El que Violeta jamás bebiera alcohol también había ayudado, pues no queria parecer la típica niña rica que se emborrachaba de fiesta en fiesta, dejando una imagen lamentable. Hacia la una de la noche la gente empezó a marcharse, sólo los más jóvenes permanecieron a la espera de las actuaciones prometidas.- Gracias Violeta -le dijo sinceramente,
aprovechando que estaban a solas en
un rincón de la sala-.-¿Por qué? -le preguntó esta con su
encantadora sonrisa, esa que parecía
que nunca se fundía-.- Por hacer que todo sea tan fácil,
por no tener que dar explicaciones... por ser tan maravillosa! -le dijo ella
con total sinceridad-. Aunque no lo
parezca, no se me dan nada bien estos
actos sociales, hace tiempo sí, pero
ahora mismo son lo último que me
apetece y tú hoy has hecho que vuelva
a disfrutar de la gente. Así que gracias.Violeta se quedó mirándola, meditando el verdadero contenido de aquellas palabras. Decidió que aún era demasiado pronto para hacer
conjeturas.- De nada, me alegro que te haya gustado nuestra cita- contestó-.
- Por cierto, ¿estás cansada? ¿Quieres
que nos vayamos ya? -le preguntó ella
con cortesía-.- Lo que tú prefieras, aún no me has
dicho como quieres que termine este
encuentro -le dijo calmadamente la
Pelirroja, pero en su mirada había una picardía que la dejó temblando-.- Ehh.. esto... yo...
- jajajaja... no te me pongas nerviosa.
Sólo dime que es lo que te gustaría
que pasara -le calmó, sabía que para
Chiara todo aquello era nuevo, y
aunque en su primera noche le había
parecido muy firme, a lo largo de
aquella cita se había dado cuenta
de la ternura y vulnerabilidad que
escondía. La gente la adoraba y ella
era encantadora cuando se relajaba,
sólo que por algún motivo una sombra negra la acechaba constantemente-.- Yo no necesito sexo Violeta, pero he de reconocer que no duermo bien por
las noches y dormir a tu lado me
reconfortó -le confesó calmadamente-. Así que si tú puedes, me gustaría que te quedaras conmigo esta noche, te pagaré por supuesto -se apresuró a indicarle-.Ella la miró con una sonrisa... "¿cómo
puede estar tan perdida alguien
cómo ella?". No quería tocarla, pero
se permitió apartarle el cabello de la
cara para probar que pasaba. Por unos segundos notó como su respiración se paraba al sentir el gesto, pero no le dijo nada.- Esta noche no hace falta que me
pagues, te dije que te debía una, y ya
que sólo vamos a dormir juntas, no te
cobraré -le dijo dulcemente-. Tampoco
te tocaré si no quieres.
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SEX EDUCATION // KIVI
RandomChiara Oliver lo tiene todo. Futura heredera de una de las bodegas más prestigiosas del país, joven, inteligente, rica y atractiva, ve como la vida pasa por su lado sin poder disfrutar plenamente de ella. Una vivencia en su pasado, maniata su capaci...