SEX EDUCATION // KIVI

9- Admitida

- Sra. Oliver la llaman al teléfono.

La morena se giró para ver al
muchacho que la llamaba. En la
bodega no utilizaban los móviles
para no alterar el estado sobrio de los
bidones, así que tendría que ir a la
cabina exterior.

- Me disculpan un momento. Marcos
les acompañará -se disculpó
cortésmente Chiara de aquellos dos
ejecutivos y enfiló hacia el teléfono
fijo-.

Cuando cerró la puerta de la pequeña
cabina, se sentó y cogió el auricular. El muchacho le había indicado que era Ruslana.

- ¡Sabía que no podías vivir sin mí! -le
dijo nada más coger el auricular.

- ¡Oh claro que no! Eres mi arpía
favorita -le contestó su amiga-.

-jajaja... vale, al menos me consideras
algo tuyo -se rió Chiara por su
sarcasmo-. ¿Cómo estás?

- ¡Echa un manojo de nervios por tu
culpa! -le contestó, pues el domingo
Chiara se había ido sin poder reunirse
con ella para contarle lo sucedido-.

- ¿Y eso por qué?- sabía muy bien por
qué venía todo aquello, pero le divertía sacarla de sus casillas-.

- Por qué dice la tía.. JA!... JA!.. muy
gracioso. ¿Me lo vas a contar o no? -le
preguntó Ruslana-.
Q
-¿Contarte, el qué? -se hizo la loca
Chiara conteniendo una risa-.

- Agrrr... Vale, entro al trapo, ¿me
puedes contar "Reina de la morería",
que pasó en tu cita con la prostiiii???
¿pleaseeeee? -le dijo imitando una
tranquilidad que no tenía-.

- jajajajjajajajaj... ¿ahora ya se llama
prostiii? ... jajajajajaj,... Violeta, se lama Violeta -la corrigió la morena sin saber por qué.-

- Bueno, pues Violeta. ¿Os acostasteis? -le preguntó inquieta-.

-¿Desde cuándo el que me acueste o
no con una mujer ha pasado a ser la
primera pregunta? -le dijo Chiara-.

- ¡Oh Dioooooooooossssssssssss!
¡Deja de contestarme con preguntas
y dispara antes de que me de un
infartoooo! -la apremió su amiga-.

- Vale, vale... mi cita con Violeta fue
mejor de lo que yo creía, se comportó
excepcionalmente y yo estuve relajada y alegre con la gente, así que para el negocio ha sido fantástico. Mi padre está encantado, porque ha recibido un montón de llamadas de amigos del club.- Le resumió escuetamente a Ruslana-. En
cuanto a lo de si me acosté con ella, no, no me acosté con ella pero durmió en mi habitación por si te interesa.

- ¿Qué si me interesaaaaaa? ¡Pues
claro que me interesa! ¿Y entonces que hicisteis? -Ruslana estaba segura que había algo más-.

- Pues nada, hablar y dormir, y ya...-le
contó ella-.

- ¿Hablar y dormir? ¿Coñoooo, y por
eso cobra? -la isleña estaba más
perdida que un pez fuera del agua-.

- Joder, no... no me cobró. Ainsss... es
complicado de explicar -dijo Chiara,
dándose cuenta de que aun no estaba
preparada para contar lo se traía entre manos con aquella extraña mujer-.

- ¡No lo entiendo! -se quedó a cuadros
su amiga-. ¿No te cobró? ¿Y eso que
significa? ¿Qué le gustas?

Chiara se quedó meditándolo un
momento, era cierto que Violeta no le
había cobrado, pero le había dejado
claro que sólo era porque se sentía en
deuda con ella por la vez anterior. La
verdad es que con la intensidad que
cogió la noche, al final no había podido aclarar con ella cómo funcionaba el tema del dinero y las citas formales.

- No me cobró, y no creo que le guste.
Bueno, quiero decir que sí, que algo
le debo gustar, porque sino no me
habría aceptado como cliente, ¿no?
Pero no creo que fuera por eso por lo
que no me cobró, lo hizo porque como
la anterior vez se quedó dormida pues
se sentía en deuda supongo -empezó a
relatar sin ton ni son-. Eso.