60- Servicio de habitaciones

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A pesar de haber dormido poco, la
necesidad de saborear el tener a
Violeta desnuda junto a ella hizo que
se despertara a las pocas horas de
haberse rendido al sueño. La pelirroja sin embargo yacía inerte entre sus brazos cual ángel que hubiera perdido sus alas. Le acarició el cabello, contempló aquel rostro sereno y le pareció estar viviendo un sueño del cuál no quisiera despertar nunca.

Besó su cabeza, luego su cara...
Violeta hizo un sonido encantador de
refunfuño y a ella se le cayó la baba
queriendo estrujarla como a un osito de peluche pero se contuvo, recordando lo agridulce de aquellas
lágrimas que habían enturbiado el rostro de la chica antes de arrastrarse
mutuamente a la pasión y el
desenfreno. Por un segundo aquel
llanto y aquel momento desesperado
se manifestó nítido en su cabeza... el
corazón volvió a agitarse ante su dolor, pero a la vez algo de luz se instauraba en él en forma de sombra lejana. Quizá aquel llanto le abriría las puertas de una esperanza, pues Violeta parecía estar luchando con algo... y tímidamente esperaba ser un factor de aquella lucha.

El sol empezó a colarse por la ventana
entrecerrada. Chiara sintió como poco
a poco el calor del cuerpo de la chica
sobre el suyo empezó a excitarla. Una
sonrisa traviesa se dibujó en su rostro
y se dijo que era hora de despertarla,
acarició con sensualidad la extensión
de la desnudez de aquella mujer, y su
cuerpo se apretujó contra el de ella,
encontrando la forma de acoplarse.
Violeta refunfuñó por el movimiento,
pero no fue hasta sentir la humedad de los labios de la morena insistir sobre los suyos que no tuvo conciencia de dónde estaba ni lo que pasaba. Con una sonrisa, trató de abrir los ojos, aunque le pesaban agotados...

- ¿Ya no tienes sueño? -le preguntó
haciendo un gran esfuerzo-.

Chiara la besó en los labios, y ella
sintió su humedad al instante, estaba
claro que aquello era un rotundo no.

- ¿Y tú?- le preguntó dándole un poco
de tregua para que terminara de
despertar-.

- Mmmm... no sé, aun lo tengo que
pensar... -se hizo la dubitativa con una
sonrisa, el sexo con aquella mujer ya sin miedos, había sido todo un
descubrimiento y sólo de recordarlo su ánimo parecía incansable-.

- Bueno, puede que esto te ayude a decidirte- le susurró la morena y le mordisqueó el labio, antes de
torturarlo con su lengua llamando a su anhelo sin regalarle sus besos-.

Aquel juego inacabado, empezó a
despertar un cosquilleo creciente en el cuerpo de Violeta, la cual se vio tratando de atrapar la boca de aquella mujer descarada que la había despertado y ahora quería jugar a dejarla sin desayuno, cuanto más se acercaba, Chiara más se apartaba y le volvía la cara...

- Aggrrrr... te vas a enterar -gruñó ya
desesperada, el calor también se le
había contagiado-.

Chiara se rió de verla de pronto tan
despierta, pero aprovechó su risa
para subirse sobre ella y encajar su
muslo entre los de la morena... al
golpe de su cadera se calló en el acto
teniendo que respirar. A la pelirroja se le hizo la boca agua, era tan sexual que apenas necesitaba de nada para estar a punto... le encantaba.

- Ya no te veo tan valiente... -le pinchó
Violeta a escasos centímetros de su boca-.

La otra repasó con sus ojos aquella
boca roja que la llamaba, luego los
clavó algo más oscuros en los de la pelirroja para poder añadir...

-¿Y quién quiere hacerse la valiente, si
la derrota es tenerte a ti?

A Violeta ya no le dio tiempo a nada más que a sentir como se alzaba y atrapaba de improvisto la boca entreabierta que habían dejado con sus palabras. El baile volvió a recordar a las horas que habían pasado amándose aquella noche, y tras media hora de calor, saliva, gotas de sudor y fluidos... las dos
volvieron a mirarse de frente con las
respiraciones tratando de volver a la
calma, una en brazos de la otra.

SEX EDUCATION // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora