26- Familiaridad

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- ¿Señorita Oliver? -la llamó la
secretaria-.

- ¿SÍ? -preguntó levantando la vista
de los papeles que estaba ojeando
mientras esperaba para ser recibida-.

- Ya puede pasar, la están esperando
-le brindó la amable secretaria, y ella
le dio las gracias mientras se daba
cuenta que aquella mujer la miraba
con deseo mientras se levantaba del
asiento-.

"Dioss... aun no he perdido mi toque,
menos mal.. ¿Violeta también lo
apreciará?... ohh, tengo que dejar de
pensar en estas cosas", se reprendió
mientras pasaba al despacho que le
indicaban.

La "L.A internacional" era una
empresa de alta distribución que
se encargaba del mercado a nivel
europeo y americano. Chiara había
movido cielo y tierra para que su padre le dejara contratarlos, pues quería expandir la empresa empezando por lanzar una colección selecta de sus vinos en el extranjero.

Sin embargo, el patriarca de los
Oliver se había mostrado reacio: "no
sé cariño, es una tarea complicada...y
la LA no son lo que nosotros llamamos conservadores precisamente, que es lo
que vendemos... nuestros vinos tienen
una reputación de tradición y añejo
que tenemos que seguir manteniendo" le había dicho, pero ella estaba convencida de que o eran ellos o nadie. Cada producto que sacaban conseguía una repercusión en el mercado excelente y fruto de aquel patrón "no convencional", era sobre la que recaía la clave de su éxito. Chiara llamó a la puerta antes de entrar y trató de relajarse, sabía que la LA no aceptaba cualquier propuesta, así que aquella
presentación era muy importante.

- Adelante -una voz dulce y firme de
mujer la invitó a entrar-.

Ella se sorprendió un poco, creía
que su cita era con Antonio Gómez,
ejecutivo adjunto de nuevos proyectos.

Cuando entró se encontró con una
mujer de pelo castaño, de unos 26, 28
años... con unas gafas posadas en su
nariz mientras nadaba entre papeles al otro lado de un majestuoso escritorio.

- Pasa, pasa... siéntate, estoy contigo
en un segundo -la invitó a sentarse
aquella mujer, mientras le regalaba
una cálida y fugaz sonrisa-.

- Oh, gracias -le dijo ella aturdida, pero se sentó a la espera de la explicación-.

Mientras aquella mujer seguía
escribiendo unas cosas, Chiara
aprovechó para observarla y
determinó que era guapa, muy guapa.....de esas personas que de tan normales, resaltan. Bien proporcionada, ni gorda ni flaca, ni exuberante, ni del montón,
simplemente hermosa, cándida,
sólida... De pronto, la mujer se quitó
las gafas y le dedicó una sonrisa tan
sincera que se relajó de pronto.

- Hola, mi nombre es Bea Arzhue,
Bea sin más -le dijo la mujer
acercándose a ella por detrás del
escritorio para estrecharle la mano-.
Soy la copropietaria de esta locura,
encantada de conocerte.

- Encantada, yo soy Chiara Oliver,
puedes llamarme Chiara -le contestó
nuestra protagonista, totalmente
encantada de conocer a una de las
socias principales, aquello era toda
una sorpresa-.

- Sé quién eres Chiara, y supongo
que te preguntarás porque te estoy
recibiendo yo en lugar del Sr. Gómez.-
le dijo Bea mientras se cruzaba de
brazos y se apoyaba en la mesa para
hablar con aquella mujer-... la verdad
es que cuando recibimos tu propuesta
nos encantó la idea, porque aún no
hemos lanzado un producto así al
extranjero y para nosotras es un
reto, pero con honestidad también te
tengo que decir, que si hoy te estoy
atendiendo yo y no uno de nuestros
empleados es porque mi mujer me
mataría si no lo hiciera.

La sonrisa de Bea era franca y
tranquilizadora, pero a ella se le
cayó la mandíbula de cuajo por la
sorpresa..."¿su mujer? ¿Lesbianas?...
y yo... ¿yo porque nunca me entero de
nada?", pensaba tratando de poner en
orden sus pensamientos, de pronto
entendió porque su padre evitaba que
ella fuera en persona a hablar con
aquella empresa, no era sólo que no
le hiciera gracia lo del extranjero, era
que no queria que se codeara otra vez
con el ambiente... "Dios papá, a ver si
te crees que todas las lesbianas nos
follamos cuando nos conocemos...
aggg..." se molestó, pues aunque su
padre la quisiera con locura, seguía
albergando estereotipos sociales de lo
más retrógados a veces.

SEX EDUCATION // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora