80- Aunque no seamos felices para siempre

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Violeta se había puesto en pie de un
salto, se miró nerviosa en el espejo y la imagen que encontró le hizo esbozar una mueca de fastidio, se recogió el pelo y olió la camiseta que llevaba. Apestaba a ron, así que a trompicones fue quitándosela por el pasillo hasta llegar a la habitación. El timbre sonó.

- Mierda... mierda... -se quejaba
mientras trataba de ponerse una
limpia-.

El timbre seguía sonando...

- Ya voy... -dijo ella-, joder...

Tropezó con los zapatos que había
dejado por en medio antes de alcanzar la puerta, el alcohol ya corría por sus venas anulando su coordinación.

Chiara escuchó el golpe desde el otro
lado de la puerta.

- ¿Vio? ¿Estás bien? -la llamó
azorada-.

- Joder... -refunfuñó ella mientras a la
pata coja, conseguía alcanzar la puerta y abrirla-.

-¿Qué te pasa? -fue lo primero
que preguntó la morena tras verla
cogiéndose uno de los pies-.

- Me he tropezado y me he estampado
el dedo gordo del pie contra la mierda
esa de mueble... Ostiaaaaaa... como
duele coño... -se quejó la pelirroja, que olvidando toda cortesía y contexto, empezó a andar a saltitos hasta el primer sofá que pilló-.

Chiara se quedó por un instante sin
saber qué hacer, por su cabeza habían
pasado distintas opciones que podían
haber ocurrido tras encontrarse cara a cara, pero aquella no se correspondía a ninguna de ellas.

Cerró la puerta, y corrió a ayudarla.

-A ver... deja que lo mire.. -le dijo
poniéndose de rodillas y tomándole el
pie-.

- ahhhhhhhhh... joderrrrrrrr....-se
quejó Violeta cuando le flexionó el dedo-.

- Perdona... -se disculpó ella con una
mueca-, Igual te lo has roto...

- Genial, ya lo útimo que me faltaba...
-se resignó la pelirroja, y empezó a
levantar cojines del sofá en busca de
algo-.

Cuando encontró la botella, la abrió y
le dio un gran trago.

- ¿Estás bebiendo?- preguntó atónita
su chica-.

- Ohh... muy aguda -se burló de aquel
comentario-.

Chiara frunció el ceño, la miró, y luego le quitó la botella sin previo aviso.

- Pero que... - no le dio tiempo a
reaccionar-.

- El alcohol no te sienta bien... -esbozó
como respuesta mientras cerraba la
botella y la alejaba de ellas-.

Violeta se la quedó mirando perpleja.

- ¿Y tú qué coño sabes? ¿Acaso yo
te digo lo que tienes que hacer y lo
que no? -el otro yo de la más joven,
crecía rebelde en ella-, ¿Quién coño te
crees que eres? ¡No, en serio! ¿Quién
demonios te crees que eres, para venir aquí a las.... -miró su reloj, pero el alcohol y la poca luz no le dejaba ver la hora con claridad-... bueno a esta hora, y tomar decisiones por mí que jamás te he pedido que tomes? Es mi vida... MI VIDA...Toma nota gatita, porque parece que no lo entiendes.

- Estás borracha -suspiró Chiara
comprendiendo que en aquel estado,
tiraría a dar-.

- Vayaaaaaaa.... Que perspicaz estás, lástima que para otras cosas
reacciones tan tarde... -le escupió la
pelirroja, y se puso de pie en dirección a la botella-.

La morena la alcanzó antes que ella y
la ocultó tras su espalda.

- Kiki, haz el favor de dármela... no es
asunto tuyo lo que yo haga -le dijo ella
cabreada-.

SEX EDUCATION // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora