28- Vete de mi

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El sol empezó a colarse por la persiana entreabierta. Violeta fue la primera en despertar, movió la cabeza y sintió que tenía el cuello dolorido. No recordaba cuando habían cambiado de posición,
pero ahora era ella la que tenía a la
morena entre sus brazos, su dulce
cabeza reposaba sobre su pecho y la
mano de la chica volvía a descansar
como en el día anterior sobre su teta
derecha.

"Dios... ¿esto qué va a ser? ¿un tic que
tiene?" pensó divertida, en el fondo
se estaba encariñando con ella. Le
apartó el cabello de la cara, y pensó
que aquella mujer era un ángel caído.
No pudo evitar besarla en la cabeza
y agradeció que ni se inmutara por
ello. De pronto, pensó que quizá era la
oportunidad perfecta para conocer sus reacciones. Sin planteárselo dos veces deslizó el brazo que tenía sobre ella y empezó a acariciarle el hombro, el brazo...nada, ni se inmutaba.

"Esto...esto es la leche.. ¿y si?", la mente de Violeta trabajaba con voluntad propia. Su mano se coló por debajo de la camiseta de la morena y empezó a acariciar su espalda. El cuerpo de aquella mujer reaccionó acurrucándose más contra ella, pero nada que ver con las respuestas de la noche anterior.

A aquellas alturas estaba ya más que
intrigada, cogió con la otra mano
y mientras le acariciaba la espalda
empezó también a acariciarle la tripa,
Chiara ronroneó de pronto y por
instinto apretó la mano que contenía el pecho de la pelirroja.

"Diosssssssss... Agggg...pero no
aprietesssssss niñaaaaaaaaaaa"
pensó esta, pero no dijo nada por no
despertarla aún.

Se giró y se amoldó un poco a su
cuerpo. La bella durmiente dio un
leve suspiro, pero se dejó acunar
en aquel abrazo. Violeta empezó a
besarla en la cara, luego descendió
al cuello mientras acariciaba aquella
espalda con las dos manos... su
respiración empezó a agitarse, e
inconscientemente deslizó una pierna
entre las de la pelirroja a pesar de estar dormida.

Violeta se vio de pronto incapaz
de pensar en nada más que en aquel
cuello que besaba y en el suave
perfume que despedía.

"Ay madre... ay madre...que me estoy
sobrepasando, que está dormida" se
regañaba, pero justo cuando quiso
separarse, la mano de Chiara se coló
por debajo de su ropa y alcanzó aquel
pecho desnudo que había estrujado.

"Mmm...Dios", en un momento vio las
estrellas, y tuvo que cerrar los ojos.
La cazadora estaba siendo cazada, la
morena levantó su pierna y Violeta se
estremeció porque le dio de lleno en
el epicentro. "Por Dios santo... que
soy yo la que tiene que investigarrr,
por favor" pensaba, y volvió a besarla en el cuello con tal firmeza, que ella
atrapó su nuca para que no apartara
sus labios. Violeta se sorprendió de que la animara a seguir, y se detuvo para comprobar que seguía dormida.

Al ver que aún continuaba con los
ojos cerrados, pensó que no era justo
aprovecharse más de ella, y decidió
despertarla. Pero no contó con que
el brazo de la morena la atraparia,
atrayéndola en un abrir y cerrar
de ojos contra su boca, robándole
así un beso que la cogió totalmente
desprevenida.

El calor de los labios de Chiara sobre
los suyos hizo que se quedara inmóvil
en un primer momento, pero luego
sintió los dedos de aquella mujer
acariciándole la nuca, y sin querer los
entreabrió dando paso a una humedad que hacía tiempo no se permitía.

Inconscientemente, con los ojos
cerrados por la embriaguez de aquel
licor, sus labios encontraron el camino, y antes de que se dieran cuenta, sus lenguas se saludaron en un tímido reconocimiento. El cuerpo de Chiara tiritó y la apretó con gran fuerza contra sí. Violeta se ahogó en aquel beso sin medida.

Gimieron al unísono. Chiara abrió los
ojos como platos, se vio sujetando a
Violeta y dónde estaban sus bocas... y se retiró tan deprisa que cayó de la cama espantada.

SEX EDUCATION // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora