SEX EDUCATION // KIVI

57- Las chicas hoy saltarán a la pista

Eran algo más de las nueve de la noche cuando Laura empezó a tocar la bocina del 4x4.

- Por Dios.... Que no llegamos, daos
prisa- gritó con Chiara sentada a su
lado-. ¿Qué coño estarán haciendo, no
estaban ya listas?

- No sé, dijeron que sí cuando las
avisé... -le indicó esta encogiéndose de
hombros-.

Y es que ambas mujeres se habían
acercado a una pequeña gasolinera
que había a un par de kilómetros para
no tener que repostar por el camino.

- Pues no lo entiendo... -dijo Laura,
soltando el volante y cruzándose de
brazos mientras esperaba-.

- Eres bastante impaciente tú ¿No? jajajaj... -se rió de ella Chiara-.

- ¡Vete a la mierda! -repuso esta-.

De pronto Bea salió de la casa
hablando con Violeta. Laura pegó un
silbido y le dio un golpe a Chiara en la
tripa para que echara un vistazo...

- ¡Que suerte tenemos! -determinó
Laura, y acto seguido sacó la cabeza
por la ventanilla para dirigirse a
aquellas dos bellezas-. ¡Ole lo más
bonito del mundo mundial! ¡Estáis de
infarto! ¡Las dos!

Las dos mujeres se rieron ante la expresividad de la mujer, pero fue sólo Bea la que le respondió.

- Anda déjate de adulaciones ahora, quebien que te hemos oído gritar que nos diéramos prisa.

- Hombre... pero eso era antes de saber, que ibais a salir así por la
puerta...ahora entiendo yo, porque
el buen artista se toma tanto tiempo...
y es que para dos obras de arte como
vosotras hay que tirarse una vida
soñando -les dijo con una sonrisa
espléndida ante lo guapas que
estaban-.

- Anda calla, mamona... que sabes
más- le dijo su mujer entre risas-.

Chiara sin embargo no podía hablar,
sus ojos quedaron hechizados ante
la visión de la pelirroja que caminando hacia ellas cubría con un vestido de transparencias y bajo el un pequeño top negro y un minúsculo tanga brasileño también negro que dejaba ver lo sensual de aquella mujer. Iba acompañado de una pequeña chaqueta que caía por sus hombros y unas botas plateadas.
Aquellas vistas, casi le supusieron un infarto mientras se iba acercando. Su sonrisa y el brillo de sus ojos, sólo hacían que resaltar más la frescura y sensualidad de aquella mujer y de curvas vertiginosas.

De repente las últimas palabras que habían intercambiado en la habitación antes de que tuviera que acompañar a Laura se le vinieron a la cabeza.

- Es hora de que me ocupe un poco
de ti. Disfrutemos de esta noche, y
no pensemos más. ¿De acuerdo? -le
había dicho Violeta tras no haber querido darle mucha importancia al pequeño distanciamiento y altercado que habían tenido aquel día-.

- Si... -le había dicho ella sin rechistar, pues saber que no se sentía a disgusto con lo que estaba pasando entre ellas era lo único que necesitaba de momento-.

Chiara salió del coche para ceder su
asiento a Bea, y aguantó la puerta de
atrás para que Violeta pasara antes que ella.

- Gracias preciosa... -le dijo esta
dándole un beso en la mejilla-.

- Estás increíble - le dijo la morena echándole un buen repaso de
cerca-.

Violeta se subió al coche y se le quedó
mirando con una sonrisa pícara.

- ¿Sí? Pues prepárate gatita, porque
todavía no has visto nada... -le dijo en
un susurro para que quedara entre
ellas dos-.

A la chica aquellas palabras se le
subieron rápidamente a la cabeza
como si la emborracharan. Quizá
aquella fuera la noche, la gran noche........ y ella no iba a desaprovecharla.