73- Pequeña gran revolución

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Durante todo el fin de semana no
pudieron más que permanecer
encerradas en el apartamento alejadas del mundo, había tanto que recuperar que fueron incapaces de desprenderse la una de la otra salvo para cargar combustible y pegarse alguna ducha.

Eran cerca de las diez de la noche del
domingo cuando una llamada las hizo
regresar a la realidad.

- Bea... hola guapa, dime? -le habló
Chiara contestando a la llamada-, Sí,
sí, todo bien... Violeta llegó bien, está aquí conmigo..... qué un beso! -le dijo a la pelirroja de parte de Bea-.

- Igualmente -dijo ella acercándose al
auricular para que Bea la escuchara-, A ver si nos vemos pronto...

- jajaj... dice que a ver si es verdad- apuntó la morena de parte de Bea-,
No, no aun no me ha dado tiempo a
contárselo... jajaja... no seas cotilla, no
me ha dado tiempo y ya... anda dile a
Laura que cierre el pico... jajaja...

Violeta se acomodó entre los brazos de la morena mientras seguía aquella
conversación, de fondo pudo escuchar a Laura soltando alguna referencia hacia el sexo que por supuesto habían tenido, ella sonrió... había cosas que parecían no cambiar.
Tras unos diez minutos Chiara colgó el teléfono despidiéndose de sus socias.

- Bueno, ¿y qué es lo que no te dio
tiempo a contarme gatita?- le preguntó Violeta con una sonrisa radiante cerca de aquella boca que le estaba robando la poca razón que le quedaba-.

- La semana que viene es el
lanzamiento de la bodega -le anunció
ella con una sonrisa que se agrandó
al notar la sorpresa y la alegría en los
ojos de la pelirroja-.

- ¡Kiki... lo conseguisteis! ¡es estupendo!- se alegró por ella dándole un beso-, ¿Estás nerviosa?

- Estaba como un flan, pero ahora que
estás aqui ya no parece tan gran cosa-
le dijo ella apartándole el cabello de la cara-.

Violeta se sonrojó, aquella mujer siempre la pillaba en escuadra con aquellos arrebatos de sinceridad.

- Te odio cuando dices esas cosas... -le
dijo pegándole un pequeño empujón a una Chiara sonriente por la reacción
que había logrado de ella-.

- Uy que mal suena eso... ¿nunca te
enseñaron que odiar es muy feo? ¿eh?- le bromeó ella mientras tiraba de la pelirroja para volverla a estrechar entre sus brazos-.

- No, pero estoy segura de que tú
aprendiste muy bien la lección de
atontar con ese tipo de frases a las
chicas cándidas -le siguió el rollo
tratando de no reír-.

- Ohhh... pero tú no tienes nada
de cándida -la chinchó Chiara
coqueteando con ella a escasos
centímetros de su boca-.

- ahhhhh ¿Qué no? -se hizo la
ofendida-.

- No -le corroboró-.

-¿Y según tú, entonces como soy?
-quiso saber la pelirroja dibujando una sonrisa seductora en su rostro-.

- mmm... que dificil pregunta -se puso
en actitud pensativa-... ¿te refieres a
que te defina como algo más que fiera
en la cama o cómo?

Violeta abrió los ojos como platos ante
aquel choteo por parte de la morena.

- Ahh... pero serás capullaa -se hizo la
ofendida y le lanzó un cojinazo-.

- jajajjaja... vaya parece que si te
referías a algo más... jajajjaja..-siguió
muerta de risa ante los ataques de Violeta que se le lanzó encima-.

-¿Con que te parezco una fiera, no?...
¡Pues no será porque tú eres una
monja, vaya... -le dijo-.

- jajajaj...- la morena se cagaba de risa
al igual que ella-, Me tienes muerta, ¿lo sabes no?-le dijo de golpe mientras
Violeta le tenía agarradas las muñecas
sentada sobre ella-.

A la pelirroja se le clavó la sonrisa
de la chica en mitad del corazón,
inevitablemente la quería.

- Yo no necesito tenerte muerta
por mí, me basta con que no nos
hagamos daño y seamos sinceras con
lo que creemos entre las dos -le dijo
poniéndose seria-.

- Nunca te haré daño -le prometió
Chiara con igual seriedad-... no podría.

Sus ojos le quemaron en las retinas,
aquella firmeza y seguridad siempre
le habían parecido increíblemente
arrebatadoras en ella, y aquella vez no era una excepción.

- Pues ya somos dos -le contestó ella y
se agachó a besarla dulcemente, luego
se separó de ella-, Kiki...

- ¿Qué? -preguntó esta mientras ambas se incorporaban para sentarse en la cama-.

- No quiero que me malinterpretes,
pero debes entender que todo esto
es muy nuevo para mí, jamás tuve
una relación seria y mi vida aunque
no lo creas ha dado un giro de 180°
con esto que siento por ti -empezó
a ponerse nerviosa a medida que
hablaba, porque no quería que lo malinterpretara, se ofendiera o se sintiera defraudada por lo que tenía que decirle-, Entiéndeme, no me arrepiento de esto que nos está pasando, y las decisiones que estoy tomando son sólo por mi, pero lo que trato de decirte es que vas a tener que tenerme un poco de paciencia porque voy a necesitar un poco de tiempo para reubicarme en esta nueva etapa de mi vida.

- ¿A qué te refieres exactamente con
tiempo?- a Chiara la idea de que volviera a alejarse de ella le cortó el
cuerpo-.

- No voy a volver a marcharme cariño... quiero estar contigo. -le dijo
acariciándole el rostro tras notar el
cambio en su cara-... Me refiero más
bien a que nos lo tomemos con calma,
paso a paso. Nuestra relación no es
que haya tenido mucho de normal
hasta ahora, apenas sabes cosas de mí, y sé que la culpa es toda mía porque te he tratado de mantener lo más alejada posible de mi mundo, pero ya no puedo ni quiero... No se cómo pero conseguiste colarte aquí adentro mucho antes de lo que fui capaz de reconocerme a mí misma -añadió mientras tomando la mano de la morena se la llevó a mitad del pecho-, Kiki, te estoy diciendo que te quiero, y que quiero que lo intentemos, pero tomémoslo con calma ¿vale? Al fin y al cabo no sé muy bien de qué va esto de
ser novias... o como lo llamemos.

El corazón de la morena empezó a
brincar como loco, una sonrisa blanca
y trasparente empezó a asomarse en
su rostro incapaz de ser contenida.
Violeta se ruborizó ante lo que veía en
aquellos ojos y aquel rostro.

- No me mires así... -le dijo muerta de
vergüenza ante aquella mujer-.

- ¿Así como? -le preguntó ella
radiante-.

- Así, cómo me estás mirando... para -le pidió Violeta-.

- No puedo parar... no después de que
me digas por primera vez a la cara que me quieres -le dijo acercándose a ella-.

- Mierda... ves como te tengo que
odiar... -se quejó la pelirroja, pero estaba derretida por dentro y fuera ante ella, simplemente se sentía desnuda frente a Chiara, y aquello era lo que más miedo le daba-.

Antes de que le diera tiempo a huir,
la morena la interceptó del brazo
haciéndola caer en su regazo. Violeta
se quedó sobre ella notando como la
mirada de la chica se perdía en sus
labios para luego centrarse en sus ojos
haciéndola temblar.

- Iremos todo lo despacio que quieras,
y me parecerá bien porque ¿sabes qué?- le preguntó-.

- ¿Qué? -le contestó ella tímidamente-.

- Yo también te quiero.

Y ya nada más importó salvo la alegría que se instauró en el corazón de Violeta, y aquel nuevo beso que compartieron como sello de un nuevo inicio entre las dos.


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Buenos chicxs, os dejo esto por aquí y vengo a deciros, por desgracia, que ya quedan poquitos capítulos para el final 🥲

Un besot🤘🏻💜

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