14- Combustión

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Violeta tardó varios minutos en
reponerse, la intensidad del deseo que
había sentido por aquella mujer la
había dejado destrozada. Cuando pudo abrir los ojos, se dio cuenta de que no estaba a su lado en la cama, de pronto se asusto... "¿dónde....?"

Se incorporó en la cama y entonces
la vio, allí con la cabeza echada para
atrás, con los ojos cerrados y sentada
en el suelo. Un nudo se desplazó a su
estómago.

- ¿Kiki, estás bien? -le preguntó con
un hilo de voz, y se sentó a su lado
envuelta en la colcha-

- ¡No...no puedo res.. respirar! -le dijo
ella-.

Y Violeta se asustó, porque tenía muy
mala cara... "Diooossss... ¿pero qué
le pasa?... mierdaaaa!, ¿he ido muy
rápido? ¿demasiado lejos?"... se
preguntó con angustia, pues la verdad
es que apenas conocía nada de aquella mujer. Se arrodilló frente a ella, y cogió su cara entre sus manos para que la mirara...

- ¡Mírame Chiara! ¡respira.!... ya lo
hemos pasado antes, respira, por
favor... -ella agradecía que Violeta
estuviera allí, que tuviera la suficiente
experiencia para ser capaz de hacerse
cargo de la situación, ella estaba muy
agotada-. ¡Así, así cariño, respira!...
¡más profundo!... ¡ya, ya estamos!...
¡Muy bien! ¡Así tranquila, todo va bien! ¡respira!

Y ella respiraba, de verdad respiraba,
completamente fuera de sí, pero allí
estaba, respirando para aquellos
ojos hermosos, para aquella boca
enfermiza que le costaría un ataque al
corazón.

- ¡Violeta.. no me encuentro bien! -le
susurró sin apenas voz-.

"Mierdaaaaaaaaaaa... " queria gritar
esta, y vio como la morena estaba a
punto de desfallecer... "joderrrrrrr, no
te me desmayessssssssss'"...pensó con
ansiedad. Cogió con firmeza el rostro
de Chiara y le dio un par de cachetitos
para que se espabilara...

- Venga cariño, no me hagas esto..
-pareció reaccionar-... muy bien nena,
muy bien, tú sigue mirándome. Vamos, te refrescaremos la cara.

Violeta se puso de pie, y cogió a Chiara para levantarla...con esfuerzo lo consiguió.

- Vamos al baño, cariño... venga un
poco más y estarás mejor -le dijo
cariñosamente, y ella hizo todo lo que
le pedía-.

Al llegar al baño la sentó en lo alto
del retrete, le tocó la frente y vio que
estaba ardiendo.

- ¡Dios mío, estás ardiendo!... ¡espera!..
-se deslizó hasta la caja de primeros
auxilios precintada que había bajo el
lavabo, y sacó un termómetro digital
de oído, en unos segundos el aparato le indicó que aquella mujer tenía 38'5°C y subiendo-. ¿Cómo coño puedes tener tanta fiebre?

Violeta se quedó alucinada, aquella mujer no parecía haber estado enferma, de hecho estaba convencida de que no lo estaba, pero sin embargo acababan de hacerlo y su temperatura se había disparado vertiginosamente. Ella no contestó, sino que cerró los ojos...

- Ooohhh... no, tú no te me vas, te has
equivocado de chica, pequeña...- le
dijo, y le dio un guantazo para que se
espabilara-.

A Chiara no le dolió, sólo abrió los ojos al instante. Ella rápidamente abrió el grifo del agua fría de la bañera y puso el tapón, no podía arriesgarse a darle una pastilla con lo que había bebido, así que se arrodilló y empezó a desabrocharle los vaqueros.

- Nena, me vas a tener que ayudar,
levanta un poco cariño, por favor... -la
obedeció y Violeta le quitó los vaqueros, probó el agua, estaba helada. La temperatura de la chica era alta, pero no extrema, así que vertió algo de agua caliente para templarla un poco -. Venga cariño, vamos a
bañarnos...

Violeta la cogió y la introdujo en la
bañera, ella también se metió con ella, pues no quería dejarla sola. Chiara a diferencia de ella acogió la frescura del agua con alivio, tenía frío, pero no le importaba se puso a la espalda de la chica y la recostó sobre ella mientras con una esponja la rociaba con agua para que se enfriara.

- Gracias, Violeta -le susurró cuando se encontró un poco mejor-.

- shhsss... tú relájate cariño, y
permanece despierta ¿vale? -le dijo
pasándole la esponja mojada por la
frente-. ¡Me vas a matar a disgustos!

- Lo siento, de verdad... -se disculpó la
morena-.

- shhsss... te he dicho que te relajes,
¿estás un poco mejor? -le preguntó
mientras seguía refrescándola-.

- sí, gracias.. -le dijo Chiara y apoyó su
cabeza en su hombro-.

Violeta le apartó el cabello de la cara
y volvió a humedecer su frente.
Viendo que sus cuerpos se estaban
acostumbrando a la temperatura del
agua, abrió un poco de agua fría y
volvió a refrescar el agua de la bañera.

- ¿Mejor? -volvió a preguntarle-.

- sí, me alivia- le dijo ella-. ¿Sabes una
cosa?

- Dime -le dijo la pelirroja un poco más relajada ahora que veía que empezaba a reponerse un poco-.

- ¡Es la primera vez en más de un año
que consigo bañarme con alguien! -le
confesó con cierta tristeza-.

Violeta se quedó perpleja..." ehhh... eh..."no sabía que decir.

- ¿Y cómo te sientes? -consiguió
finalmente formular la pregunta-.

- De momento, bien... necesito el
agua fría, pero será mejor que no lo
prolonguemos demasiado Violeta -se giró hacia ella, la pelirroja se quedó prendada de su mirada sincera-, te deseo demasiado, y eso no será nada bueno si me despejo del todo.

Si aquellas palabras se las hubiera
dicho cualquier otra mujer, cualquier
otra cliente, lo hubiera interpretado
como un coqueteo o una provocación
sexual hacia ella, pero lo decía
Chiara, Chiara que la miraba con una
sinceridad rara de ver en una persona, que tiritaba entre sus brazos solo por abrazarla, que casi se le había ahogado tres veces y que hace apenas cinco minutos tenía una temperatura de 38,5°C después de hacerle el amor con adoración exquisita... No aquello no
era un coqueteo, Violeta sabía que debía confiar en las pistas que poco a poco le iba dando, y aceptar simplemente aquellas palabras como lo que eran, una declaración sincera de deseo hacia ella, y una advertencia de que podía hacerle daño si permanecía tan estrechamente expuesta a su cuerpo desnudo.

- Cuando tú digas me aparto... -le dijo
tras meditar sus palabras-.. sólo quiero que te pongas bien.

- Gracias.. -volvió a relajarse y se
recostó de nuevo en su hombro-.

Cuando comprobaron un par de
veces más la temperatura de la chica
y vieron que ya estaba más o menos
normal, decidieron salir de la bañera.
Violeta no quería dejarla sola, pero le dio la intimidad que le había pedido.
Cuando cerró la puerta del baño, la
oyó vomitar... "Dios mío, que voy a
hacer con ella" pensó Violeta mientras se tapaba la cara con las manos.

SEX EDUCATION // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora