15- Bombona de oxígeno

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Chiara se cepilló los dientes. Tras
el baño y vaciar aquel peso que
sentía en las entrañas, se encontraba
mucho mejor. Se miró al espejo y se
reconoció... "Kiks, te estás perdiendo"
le recriminó a la imagen del espejo, y
agachó la mirada mientras terminaba
de peinarse el cabello aún húmedo.
Cuando salió del baño, Violeta la
aguardaba sentada en la cama con un
pijama puesto.

- He pensado que te sentirías mejor
si dormimos vestidas -le dijo y
esbozó una dulce sonrisa para la
morena, aunque ahora era ella, la que
realmente estaba asustada-.

Chiara esbozó una tímida sonrisa.

- Sí, será mejor -le contestó.

- ¿Puedo entrar yo ahora? -le preguntó señalando el baño-.

- Sí, claro -le contestó ella y vio como
una extraña versión de la chica se
deslizaba al interior del aseo-.

Quiso seguirla, pero al llegar a la
puerta oyó como vomitaba también...
"Diosss... la he cagado otra vez".

- ¿Violeta estás bien? -le preguntó a
través de la puerta-.

- Sí, sí,.. no te preocupes. Es que con el
susto se me han revuelto las tripas -le
dijo esta-.

Ella suspiró angustiada.
-Lo siento, lo siento... sé que no soy
alguien fácil de llevar -se disculpó
aterrada ante la idea de haber vuelto
a hacerlo-. Si, si no quieres volver a
verme, lo entenderé.

La voz de Chiara apenas había sido un
hilo atemorizado. Violeta abrió de pronto la puerta con el cepillo de dientes enfundando una de sus manos.

- ¡No vuelvas a decir una cosa así,
nunca! -le dijo con autoridad e incluso
ira-.

La morena se asustó.

- ¡Tú no has hecho nada malo, y no
quiero que te disculpes por ello! ¿Me
has entendido? -le preguntó Violeta. Ella asintió con la cabeza-. Que quede muy claro, ni esto ni nada parecido va a hacer que te deje, si es necesario que compre una puta bombona de oxigeno, la compraré, pero no pienso dejarte sola, te dije que te ayudaría y así va a ser, ¿algún problema con ello?

Ella sonrió, estaba muy sexy cuando se enfadaba.

- Sólo uno -dijo tímidamente-

Viendo que no seguía hablando, Violeta preguntó.

- ¿Cuál?

- Qué también me pones cuando
te enfadas... igual necesitamos la
bombona esa.- la sonrisa tímida de La
menorquina hizo que riera-

-jajaja... joderrrr... mierdaaaaaaaaa..
Jajaja -Violeta se volvió a meter en el
baño entre risas, y se empezó a cepillar los dientes mientras la miraba desde el marco de la puerta-.

- jajaja.. ¿Qué?... ¡es que estás muy
sexy!, ¡de verdad!...- le dijo Chiara más relajada ante aquella risa que la había reconfortado-.

- jajajja.. ¡esto es increíble!...jajjaja... -se enjuagó la boca y la miró-. ¿Siempre vas a ser así?

- ¿Así cómo? -le preguntó ella elevando una de sus cejas con suspicacia-.

Violeta se acercó hasta ella, y sintió que el corazón volvía a acelerarse.

-¡Tan adorable! -le susurró... y ella
recordó como aquella misma boca le
había suplicado que no se detuviera
apenas una hora antes-.

- ¿Adorable? ¿Desde cuándo las pijas
somos adorables? -le preguntó para
distraer a su corazón-.

- jajaj... no lo sé, pero tú muchachita, lo eres...- le dijo la pelirroja-. ¿Qué, te ayudo a cambiarte?

Se brindó sensualmente viendo que
Chiara aún estaba en albornoz.

SEX EDUCATION // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora