Chiara estaba muy borracha, aquello
era una ventaja y una desventaja a
su vez. Por un lado, la proximidad de
la pelirroja no le afectaba tanto, porque su mente no estaba en condiciones de regir con lucidez, pero por otra la volvía atrevida y deseosa de satisfacer sus apetitos sexuales hasta cierto grado. Sin embargo, Violeta no era como las demás, tenía experiencia y era más peligrosa para jugar con ella, así que trató de no tomarse muy en serio el reclamo que le hacía su propio cuerpo.- ¿Cómo un queso de bola? -bromeó y
esbozó una sonrisa de niña que a Violeta la hizo tiritar-.";Agggggg... por Diossssssssss... ¡Me
trae loca!"... pensó la pelirroja, luego se agachó y empezó a quitarle una bota.- jajajaj.. si una bola gorda. Anda que..
jajaj...- se rió-. A ver levanta la pierna.- ¡¿No la estoy levantandooo?! -se
sorprendió ella, que se había caído otra vez en la cama-.- agggg.. ya, joder.. la otra, venga -le
ordenó cogiéndole el otro pie-.- ¡Auuu... que no puedo levantarla más! -se quejó Chiara haciendo un intento por estirar la pierna-.
- ¡Ya, ya está! -tiró las dos botas
lejos de la cama, se dio la vuelta y
miró a la chica que jugaba con las
manos estiradas a hacer juegos de luz
mirando hacia la lámpara del techo-.":Madre míaaaaa... dónde me estoy
metiendo! ¡Me parece tan dulce!
¡Mierdaaaa, y encima está tremenda,
joder!"- Violeta...- la llamó-.
- ¿Sí? -contestó acercándose a los pies
de la cama-.- ¿Cuándo nos han traído los cristalitos rosas? -le preguntó
totalmente hipnotizada por la luz de la habitación-.- jajaja... ¿el qué?... -le preguntó ella-.
- ¡Los cristalitos rosas! -le dijo
totalmente convencida y señalando el
techo-.- jajaja... No hay ningún cristalito rosa,
cariño -le dijo pacientemente, pero
entonces Chiara se alzó en la cama y la cogió de la mano tirando de ella-.Violeta cayó sobre su cuerpo, por un
momento se asustó por ella, pues
sabía que límites tenía aquella
mujer en cuanto al contacto físico.
Habían hablado algo durante sus
charlas telefónicas respecto a eso,
de momento sabía que en el último
año había sólo mantenido relaciones
esporádicas con mujeres a las que
les hacía el amor, pero que ella no
había podido dejarse corresponder
del mismo modo. Las veces que
mantenía aquel tipo de encuentros
por supuesto había bebido: "necesito
beber para poder controlarlo, sino
no podría permanecer cerca de ellas,
no podría abrazarlas ni acariciarlas...
no podría dejar que me pusieran una
mano encima o se acercaran a mí lo
suficiente para disfrutar de ellas"
Aquellas eran las palabras que le
había dicho, y las que ahora mismo
tenía en mente sintiendo el calor de la
piel desnuda de Chiara en su propio
ombligo descubierto.- ¿Las ves? -le preguntó susurrando y
señalando al techo-.Violeta agradeció que aquel licor
le permitiera estar tan cerca de
ella sin que tuviera que asistirla
cardiorespiratoriamente. Se tumbó a
su lado y miró hacia donde señalaba.- Cariño, ahí no hay nada, son sólo los
reflejos de la luz sobre la lámpara -le
contesto, mientras se volvía a girar
hacia ella, y se apoyaba sobre un codo
en la cama-.- ¡Pues es bonito! -le dijo y se levantó
un poco para poder mirar a Violeta-.
¡Aunque lo más bonito de aquí eres tú!"agggggg... te voy a comerrrrrrrrr"...
aulló esta por dentro, que estaba como una moto. Nunca había deseado tanto hacer el amor con una de sus clientes, y sin embargo justo con la que más le apetecía satisfacer sus fantasías no estaba por la labor. Aquello si era nuevo para ella. ¿Qué merito tenía hacerlo con una diosa como aquella si estaba bebida?
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SEX EDUCATION // KIVI
RandomChiara Oliver lo tiene todo. Futura heredera de una de las bodegas más prestigiosas del país, joven, inteligente, rica y atractiva, ve como la vida pasa por su lado sin poder disfrutar plenamente de ella. Una vivencia en su pasado, maniata su capaci...