~03~

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Omnisciente

-después de un largo análisis el ministerio decidió que por su seguridad, a ningún estudiante menor de 17 años se le permitirá postular su nombre para el Torneo de los Tres Magos.-finalmente habló Crouch.

Era evidente que a los alumnos no les agradó mucho esa noticia y el comedor se llenó de quejas, bullicios y abucheos.

-¡eso es basura!-gritaron los gemelos con molestia.

-¡silencio!-los calló Dumbledore con autoridad.

El director con su varita apuntó hacia lo que parecía un trofeo y este se transformó en un cáliz que expulsaba fuego azulado.

-el cáliz de fuego.-explicó el hombre.-quién desee participar en el torneo solo debe escribir su nombre en un pedazo de pergamino y lanzarlo a la llama hasta el jueves a esta hora. Piénselo con mucho cuidado, de ser elegidos ya no hay escapatoria. En este momento el Torneo de los Tres Magos, da comienzo.-

Luego todos se dirigieron a sus respectivas salas comunes.

-¡uff!-suspiró Anne con cansancio al tirarse sobre el sofá.

Ron se tentó y soltó una pequeña risita mientras se sentaba a su lado.

-finalmente en Hogwarts.-comentó la rizada con felicidad.-las vacaciones se me hicieron eternas, jamás volveré a ese lugar.–

Sus dos amigos la miraron con extrañeza, no sabían que había pasado durante ese tiempo, solo el pelirrojo.

-¿qué sucedió?-preguntó Hermione con preocupación.

-em...no es la gran cosa pero, mis papás están de verdad extraños. Sobre todo mi padre. Realmente fue un infierno convivir con ellos–.-respondió.

Harry se adelantó y abrazó a la pelinegra. La chica no se lo esperaba, por lo que tardó unos segundos en corresponderlo.

-gracias...-murmuró.

El azabache le sonrió y cada uno se fue a dormir.

Ron POV.

Una vez recostado sobre mi usual cama en la habitación de los chicos comencé a mirar a Harry que estaba preparándose para dormir.

-Harry.-escuché mi voz.

-si, ¿qué pasa, Ron?-

-¿cómo...cómo sabes que te gusta alguien?-pregunté sin darle mucha vuelta al asunto.

No quería ser tan obvio, pero quería saber que pensaba mi mejor amigo.

–¿gustar? ¿a ti?-preguntó Harry con tono divertido.-creo que era de esperarse.–

Enrojecí pero agradecí que estuviéramos a oscuras.

–¿a qué te refieres?–

–no. A nada, Ron. Descuida.–me calmó con unas risitas de su parte.–pero...respondiendo a tu pregunta. He escuchado a Hermione y a Anne hablar sobre estos temas.–siguió pero lo interrumpí al escuchar su nombre. Hizo que mi estómago diera un vuelco.

–¿A‐Anne?–balbuceé.

Harry soltó otra risotada.

–si, Ron. Anne.–respondió y pude visualizar en mi cabeza la sonrisa que seguramente tenía.–ellas dicen que si tu piensas demasiado en alguna chica, te pones nervioso a su alrededor. Te sudan las manos, te pones celoso al verla con alguien más y no puedes evitar sonrojarte cada vez que la escuchas nombrar o ambos tienen una interacción...es porque te gusta. Y generalmente esa atracción termina en algo mucho más fuerte y poderoso. Como lo es el enamoramiento.–

lo supe desde que te vi//Ron Weasley-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora