lo supe desde que te vi//Ron Weasley-

~09~

Omnisciente

El cuarteto de oro fue hacia la cabaña de Hagrid, temían lo que pudiera pasar con el Hipogrifo.

Era un día extraño, muy sombrío para su gusto.

Los 4 amigos pasaron al lado de un hombre que afilaba su gran hacha y les dedicaba una tétrica sonrisa.

-no puedo creer que vayan a ejecutar a Buckbeack.-dijo Anne con horror.

-y no será todo.-agregó Ron.

Cuando finalmente llegaron cerca de la cabaña de su amigo, vieron a Zabini con Crabbe y Goyle en una de las piedras gigantes que habían allí.

-¿les conté que me quedaré con la cabeza del Hipogrifo? La colocaré en la sala de Gryffindor. Draco ni se lo espera.-se burlaba Blaise.

Anne miraba la escena con el entrecejo muy fruncido. No entendía que le pasaba al chico que había comenzado a ser dulce con ella, estaba completamente cambiado. Se lo podía esperar de Malfoy, pero no esperaba estas actitudes de Zabini. El platinado estaba cambiando para bien, seguía con algunas cosas, pero lo intentaba. En cambio, ella estaba intrigada por el cambio de actitud del moreno, incluso molestaba enceguecidamente a Ron.

La rizada no soportó ningún segundo más, su ira crecía y crecía sin control, era bastante impulsiva. No lo pensó dos veces y caminó a paso seguro hacia el moreno que se encontraba riéndose.

-¡Anne!-gritó su amigo pelirrojo.

-miren quien llegó. La bonita leona.-decía este con descaro.-¿vienen a ver?-preguntaba Zabini con sarcasmo.

-¡eres lo peor que puede existir!-gritaba Anne mientras se acercaba con furia.-¡eres una asquerosa, sucia y horrible cucaracha!-al acercarse le apuntó con su varita en el cuello al chico.

Aunque por fuera el Slytherin mostraba arrogancia, dentro de él sentía algo de temor. Nunca una chica, en realidad, nunca nadie antes se le había enfrentado así con tanta valentía, ahora comprendía porque se encontraba en Gryffindor.
Se sintió algo mal porque estaba haciendo que la chica que le gustaba lo odiara. Por otro lado, le hacía sentir un par de mariposas en el estómago, aquella pequeña Leona tenía mucho carácter, la admiraba.

-¡Anne, no!-le advirtió Harry.

-el no vale la pena.-agregó el pelirrojo de acuerdo con el azabache.

-¡podrían expulsarte!-insistió Hermione.

La rizada con enojo bajó la varita y Blaise se sintió aliviado. Apenas se dio media vuelta para marcharse, escuchó como murmuraba la serpiente.

-¡ja! les dije que no haría nada si nos encontraba.-

Anne miró fijamente a Ron, este sabía de lo que ella era capaz y le hacía gestos con el rostro para que no lo hiciera.
La chica ni se inmutó ante las advertencias de su mejor amigo, se giró para ver nuevamente al Slytherin, se acercó a paso apresurado y le metió un puñetazo en medio de la nariz.

Zabini, alarmado por la sangre que comenzaba a caer de su nariz, comenzó a gemir de dolor.

-¿estás bien?-le preguntó uno de sus amigos.

Blaise no respondió nada, le dedicó una mala mirada a la pelinegra y se fue corriendo de allí mientras emitía sonidos de dolor y los gorilas lo seguían.

-ni una palabra a nadie.-les ordenó y el cuarteto de oro los perdió de vista.

-¡Anne!-la regañó la castaña.

-¿qué?-preguntó ella haciéndose la inocente.-¡se lo merecía! ¡no me digas que no!-

Hermione la miró vacilante y luego asintió dándole la razón.