~03~

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Omnisciente

–¿dónde estamos?–preguntó Ron cuando los 4 chicos deambulaban por las calles.

–en Staftesbury.–respondió Hermione.–venía aquí al teatro con mis padres. No sé porqué, sólo se me ocurrió.–

Anne miró apenada a su mejor amiga, quien seguramente había pensado en ese lugar porque extrañaba a su familia. Por supuesto que la entendía, aunque sea un poco.

Continuaron su trayecto hasta un callejón, el cuál estaba vacío. Una vez parados allí, la castaña sacó su bolso que estaba hechizado con un embrujo de expansión. La rizada y ella habían preparado todo antes de la boda.

–tenemos que cambiarnos.–anunció ella mientras abría la bolsa y metía su brazo completo, sorprendiendo a los dos muchachos que las acompañaban.

–¿cómo rayos...?–comenzó el pelirrojo.

–un hechizo indectectable de expansión.–respondió Hermione.–Anne me ayudó a conjurarlo.–agregó mientras les repartía los atuendos a sus amigos.

En dicho bolso se escuchó un sonido extraño, como un golpe.

–ah, fueron los libros.–murmuró como si aquello fuera lo más normal del mundo.

El cuarteto se fue a un lugar que fuera desapercibido ante los ojos de los Muggles y se cambiaron con aquella extraña ropa, la que supuestamente era normal.
Una vez cambiados se dirigieron hacia la cafetería más cercana del lugar, en donde se sentaron algo indecisos. No estaban acostumbrados a ello, a excepción de Hermione, claro.

–¿y todas las personas de la boda?–preguntó Harry en dicha mesa.–debemos volver.–

–los están buscando, Harry. Los pondremos en peligro si volvemos.–respondió Ron entre susurros.

–tiene razón.–su novia estuvo de acuerdo.

Una mujer que tenía un delantal, era la mesera de aquella cafetería. Se acercó a ellos mientras escuchaba música con audífonos y se la notaba despreocupada. Totalmente lo contrario a los 4 amigos.

–¿café?–preguntó con desinterés.

–un capuchino por favor.–ordenó Hermione con dulzura.

–pediré eso mismo.–pidió Anne con rapidez sin saber que era ello.

–¿tú?–la mesera miró al pelirrojo y este miró a sus lados sin saber que responder.

–emmm. Lo que pidieron ellas.–respondió torpemente.

–igual.–habló el azabache y la chica se giró volviendo a su lugar de trabajo.

–¿a dónde vamos ahora?–susurró el pecoso.–¿al Caldero Chorreante?–

–es peligroso.–respondió la rizada.–si Voldemort tomó el ministerio no hay lugar seguro. Todos los invitados de la boda tendrán que esconderse.–

–mi bolso con todas mis cosas.–habló Harry con preocupación.–lo dejé en la Madriguera.–
Hermione al escuchar esto negó y Anne sonrió.

Justo en ese instante dos hombres entraron en el pequeño local, pasando al lado de los menores sin prestarles un mínimo de atención.

–¿bromean?–preguntó el azabache al ver las expresiones de sus amigas.

–Hermione y yo nos encargamos de empacar todo lo esencial hace días. Por si acaso.–le contestó Anne.

–por cierto, estos pantalones no me gustan.–se quejó Ron.

–pues a mi me encantan.–le sonrió su novia.–pongas lo que te pongas seguirás siendo lindo para mi.–

lo supe desde que te vi//Ron Weasley-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora