lo supe desde que te vi//Ron Weasley-

~08~

Anne POV.

–Harry, es Katie.–anunció Hermione al ver la chica que lo buscaba.–Katie Bell.–

–Katie.–repitió el azabache tomándola de la mano.

–se que me preguntarás.–habló ella.–pero no se quién me lanzó la maldición. He tratado de recordarlo, lo juro, pero no lo consigo.–

La chica se giró y nos encontramos con la mirada extraña de Malfoy. Se lo veía nervioso y tenso...era preocupante.
La amiga de Katie, Leanne, llegó y se fueron juntas de allí.

Sin decir nada, Harry se encaminó para seguir a Draco a donde sea que se haya ido.

–eso fue...extraño.–mencioné a lo que mis amigos asintieron.
Hermione miraba hacia la dirección en donde el platinado había desaparecido.

–¿ustedes creen que Draco tenga que ver en esto?–preguntó insegura.

Ron y yo nos miramos, no sabíamos que decirle.

–es posible.–respondió temerosamente el pelirrojo.

–pero...–intervine.–si llega a ser cierto, no creo que lo haga por gusto. Sabes la influencia que tiene su padre ante él, sin mencionar que fue técnicamente obligado a participar de la brigada inquisitorial.–

La castaña asintió algo conmovida.

************

Ya en la sala común estaba sentada junto a Ron, Hermione y Ginny.
Sentía la necesidad de hablar con el pelirrojo sobre todo este tema que nos envolvía.

De pronto, Harry llegó. Estaba callado y cuando se sentó se quedó observando a un punto fijo.

–deshazte del libro, hoy.–le ordenó Ginny.

El azabache asintió mientras temblaba.

Ambos se fueron de allí, dejándonos a nosotros tres solos.

–bien, se fue.–comentó Hermione.–iré a hablar con Draco, merezco saber la verdad.–dicho esto se fue de allí, quedándome a solas con Ron.

–emm...Anne.–comenzó este.–

–¿mjm?–

–debo hablar contigo de algo.–continuó.–¿crees que podríamos dar un paseo mientras pienso en como decírtelo?–

Eso me revolvió el estómago de emoción. ¿por fin hablaríamos del beso?

–si, claro.–respondí.

Me condujo hasta los pasillos. Se lo notaba tenso y muy nervioso...¿qué es lo que quería decirme?

–bueno...yo.–dijo torpemente.–como sabrás...esos tres meses con Lavender no significaron nada para mi.–

Asentí decepcionada. Así que de esto quería hablar.

–lo sé, Ron. Estabas bajo amortentia, no es tu culpa.–

–si, ya sé, no es lo que quiero decirte.–habló mientras daba un gran suspiro y paró su caminar. Se encaminó hasta quedar frente a mi.–yo...tú....¡ugh!–

Una risa se escapó de mi, haciendo que el pecoso se sonrojara el doble. Pero me callé cuando tomó mi rostro con sus tibias manos. Me miró de una forma tan diferente a como solía hacerlo, había un brillo en sus hermosos ojos.