lo supe desde que te vi//Ron Weasley-

~07~

Anne POV.

Vi como Harry comenzó a correr tras la mujer que gritaba y cantaba alegre.

-¡yo maté a Sirius Black!-

Mi ira creció. Ginny y yo comenzamos a correr con velocidad, para encontrar a nuestro amigo que había desaparecido entre las malezas.
Sentí como unos pasos nos perseguían. Cuando me giré para verificar lo que había escuchado, me encontré con un mortífago.

-¡cuidado, Ginny!-grité con desesperación y ella volteó. Al distinguir aquello, su cara pasó a ser una de espanto.

-¡desmaio!-gritó Harry derribando al hombre que nos seguía.

De pronto estábamos rodeados de mortífagos. Nosotros 3 estábamos con nuestras varitas en alto, a la defensiva.
Unos instantes después Remus, Tonks y Arthur llegaron para ayudarnos con la batalla. Se posicionaron igualmente a la defensiva, pero los mortífagos se dirigieron hacia la madriguera en forma de humo negro para comenzar a quemarla.

-Molly.-murmuró el Señor Weasley.

Comenzamos a correr con todas nuestras fuerzas hacia la casa. Cuando llegamos la vimos como se desmoronaba, ya con la mayoría de sus materiales quemados.

-no...-murmuré mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas.
Sentí como unos brazos me rodeaban por detrás. Al girarme me encontré con la aguada y triste mirada de Ron. Lo abracé con fuerza y ambos llorábamos, lamentando lo que estaba pasando. Por un momento olvidé que estaba muy molesta y herida por él.

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Una vez en Hogwarts estaba caminando por el pasillo junto a mis dos mejores amigos, a excepción de Ron, quien seguramente estaba con su querida noviecita.

eso fue con rencor, mucho rencor.

–les resulta muy fácil hacerte enojar.–dijo Hermione mientras leía el periódico.–tienes suerte de que no te hayan matado, debes saber quien eres.–

–¡se quién soy!–contestó algo alterado el azabache.–lo siento.–

Cuando giramos hacia uno de los pasillos vi a Lavender y a Ron. Esta le había hecho un collar bastante feo debo admitir y estaba obligando a mi amigo a llevarlo puesto.

–está bien, lo usaré.–se resignó el pelirrojo. Parecía algo cansado.

–ese es mi Ro-Ron.–exclamó la rubia abrazándolo por el cuello con fuerza.

–nos vemos más tarde, iré a vomitar.–dije celosa. Me causaba muchos celos verlos juntos, pero no podía hacer nada.
Me di media vuelta y salí de allí, con mucha tristeza en mi corazón.
¿por qué rayos me trataba de una forma cuando estábamos solos y luego actuaba tan enamorado de Lavender de la nada?
¿por qué yo sentía todo esto por mi amigo? ¿por qué tenía que enamorarme de él? ¿por qué él?
Muchos porqué estaban en mi cabeza y me dolía cada vez que se me ocurría una pregunta nueva. Odio este sentimiento.

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Omnisciente

Harry había salido de la oficina de Slughorn, había sido una charla larga.
Él iba de camino a la sala común, donde se encontraba una rizada bastante conmovida con todo lo que estaba pasando.

–¿Anne?–preguntó el azabache con curiosidad. No era normal que ella se encontrara allí, menos en una noche tan despejada como esa, perfecta para estar leyendo junto a su mejor amiga en la biblioteca.