lo supe desde que te vi//Ron Weasley-

~08~

Omnisciente

–demonios, aquí no los encontraremos.–se quejó Ron ojeando el mapa.

–ahí están.–murmuró Anne señalando los nombres pero ambos ya no estaban.–desaparecieron, acababa de verlos.–

–deben estar en la sala de menesteres.–supuso el pelirrojo.–no se ve en el mapa, lo dijiste hace un año.–

–ah. Si, es cierto.–recordó con voz suave, mientras miraba a su novio con sus ojos brillando de una manera especial.

–pues vamos.–insistió él y ambos salieron corriendo con sus manos unidas.

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–nunca vamos a encontrar la diadema aquí.–se quejó Hermione.

La sala estaba repleta de artefactos por todos lados. Estaba muy desordenada, era complicado encontrar algo allí.

–vamos.–ordenó el azabache y comenzó a caminar por los pasillos del lugar.

Estuvieron un rato caminando sin rumbo, sin saber a donde debían ir.

–¿sientes algo?–le preguntó la castaña.

El elegido no respondió y se dio la vuelta lentamente mientras se acercaba a una caja de madera que estaba sobre una mesa. Adentro de ella se encontraba la buscada diadema de Rowena Ravenclaw.

–es bonita.–confesó Hermione cuando la habían apreciado por unos momentos.

–vaya, vaya.–una voz muy conocida se escuchó y la castaña se tensó de pies a cabeza.

Ambos amigos se voltearon y observaron a Draco, Blaise y Goyle caminar hacia Harry mientras lo apuntaban con sus varitas.

–¿qué buscas aquí, Potter?–preguntó el platinado con firmeza sin darse cuenta de la presencia de su novia.

–les podría preguntar lo mismo.–contraatacó el azabache.

–tienes mi varita, devuélvemela.–exigió.

–¿Draco?–habló la castaña por primera vez, desconcertando a Malfoy quien la miraba con sus ojos bien abiertos.

–¿Hermione?–preguntó su novio con torpeza.–¿q-qué haces aquí?–su mano firme tembló.

–ayudando a Harry a vencer a Voldemort.–sentenció ella, sin pelos en la lengua al nombrar al innombrable.–¿por qué no se lo dijiste a Bellatrix? ¿por qué no le dijiste que era Harry al que habían capturado? sabías perfectamente que era él.–

Su pálida piel tomó color un par de segundos al ser descubierto.

–y-yo...–pero fue interrumpido por Goyle.

–¡anímate, Draco! ¡no seas cobarde, mátalo!–

–¡Expelliarmus!–gritó Anne a penas llegó junto a su novio, haciendo que la varita de Draco saliera disparada.

–¡Avada Kedavra!–exclamó Goyle pero la rizada logró esquivarlo.

–¡Desmaius!–gritaron y la diadema quedó en lo más alto.