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Omnisciente

–esto no me gusta, Harry.–murmuró una asustada Hermione.
Ambas chicas seguían al azabache que a su vez, seguía a la anciana.

–Hermione...ella conoció a Dumbledore. –le respondió él.–podría tener la espada.–

El trío siguió su camino hasta que Harry se detuvo abruptamente, dejando a sus amigas algo descolocadas por dicha acción.

–¿qué sucede?–preguntó Anne algo abrumada.

–aquí murieron, chicas.–respondió el azabache posando su mirada fija en una casa al lado de la calle.–aquí los mató.–

Las tres cabezas se giraron hacia la mujer que aún permanecía junto a ellos.

–¿usted es Bathilda, cierto?–le preguntó Harry.

La anciana no emitió ninguna palabra y siguió su camino, en el cual los tres muchachos no dudaron en volverla a seguir.
La mujer los condujo hacia una vieja casa, los dejó entrar e intentó prender una vela.

–déjeme ayudarla.–se ofreció Harry con amabilidad. Prendió el fósforo seguido por la vela.
Bathilda se quedó mirando al muchacho fijamente durante unos segundos y luego miró a las señoritas que lo acompañaban.

–señora...¿quién es ese muchacho?–preguntó el chico observando a un joven en un cuadro.

La anciana siguió sin emitir ningún sonido. Se dio vuelta y se dirigió hacia las escaleras para subirlas.

–Harry...–lo llamaron las chicas pero este ni siquiera se dignó a contestar. Solo se encargó de caminar detrás de la mujer.

Hermione estaba muerta de miedo, al igual que su mejor amiga. Enredaron sus brazos y prosiguieron en el camino.

–este lugar no me da una buena sensación...–murmuró Anne con temor mientras apretaba el brazo de su amiga.

–a mi tampoco.–concordó la castaña.

Mientras las dos observaban la sucia y polvorienta casa encendieron sus varitas con el hechizo Lumos para no pasar nada por alto. Pues la casa estaba bastante oscura.

Ambas amigas se miraron entre sí cuando vieron un libro que parecía reciente. Bastante contrario con el resto de la casa, que lo único que la adornaba era el desorden y la mugre.
Aquel libro contenía una nota.

"Querida Bathilda:

gracias por tu ayuda. Lo dijiste todo, aunque no lo recuerdes.

–Rita."

En la portada de dicho libro, se ilustraba una foto de Dumbledore. En su parte trasera una fotografía de la escritora, con una gran sonrisa.

Las chicas dejaron aquel objeto en donde estaba y lentamente se acercaron a una puerta donde revoloteaban miles de moscas.
Anne las odiaba.

Con mucho sigilo y cuidado, abrieron la puerta. La rizada casi gritaba al ver lo que había detrás de aquel pedazo de madera. Si no hubiera sido por Hermione, ambas hubieras sido descubiertas.
Detrás de la puerta, había una habitación y esta se encontraba completamente llena de sangre. La mujer que acompañaba Harry no era Bathilda.

Anne comenzó a jadear en desesperación. La sangre le daba pavor y presenciar aquella asquerosa y perturbadora escena la estaba haciendo entrar en pánico.

–¡Anne, por favor!–le pidió Hermione sacándola de allí.–¡debemos avisarle a Harry!–

La rizada asintió algo ida, pero siguió a su amiga mientras iban en busca del azabache.

lo supe desde que te vi//Ron Weasley-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora