Investigarte

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Alexandra Danvers

Entonces ya no me nuevo.- dije nerviosa.

Sam: Es mentira, cariño con las mujeres soy muy delicada así que no te preocupes y vamos a la playa.

Bien, primero vamos por mi casa quiero ver unas cosas rápido y ¿Ver si está allí mamá?

Sam: Vamos y no perdamos más tiempo.

Ok.- dije levantándome de su cuerpo. Ella salió de su inmensa cama para alistarse como yo también en colocarme de nuevo mi ropa, se siente raro porque parece que hubiéramos intimido y las cosas no son así porque ella me ha cuidado.

Sam: Estoy lista, vamos.

Nos encaminamos en su coche hasta mi casa e ingresé despacio, pero no veo a mamá sino al bastardo que me rompió mi brazo.- No está, pero está esa basura.- dije seria.- ¿Qué hace él aquí? Y en mi propia casa ¿No estaría en la cárcel?

Sam: Ve y yo lo vigiló.- dije entrando junto conmigo.- Luego arreglamos ese problema.

Gracias.- dije corriendo a mi habitación, tomé mi mochila y las cosas más básica para la playa.- Vámonos ¿Despertó?

Sam: No y vámonos.- dijo sonriendo.- ¿Te dejo algo tu mamá?

Turno completo y a veces pienso que es mentira de los turnos que cumple, tengo ganas de seguirla, pero se me olvida cuando paso un poco de tiempo con ella que no es mucho, pero es algo lo que paso.- dije mirando por su ventana.

Sam: Cuando venga tu mamá, me escribes y la seguimos en mi coche ¿Te parece?

No lo sé.- suspiré.

Sam: Piénsalo y me llamas.

No te prometo nada, pero lo haré.

Sam: Me parece perfecto.- dijo sonriendo.

Llegamos a la playa tomamos nuestras cosas y nos instalamos en la arena, hay algo de gente, pero no mucha y ella se fue a meterse al agua a nadar, me imagino a bajar un poco de su resaca de ayer o no por lo que Sam me dijo.

Sam: ¿No vas a ingresar?

Sí, pero de un ratito más.- dije sonriendo.

Sam: Entonces haré que se te antoje antes.- dijo colocándose encima de mí.

Andas muy antojosa, Arias.- dije cubriendo su intimidad con la ayuda de mis piernas juntas.- Pareces de esos hombres alfas que están bien hot por embarazar a sus hembras.- dije acariciando sus caderas lentamente y ella me sonrió.

Sam: Si, contigo soy una mal cachonda que no te dejaría descansar y sin voz.- dijo con una sonrisa perversa.

Arias, Arias, Arias.- tararee su apellido.- Con esto estás más claros que eres una cachonda sin límites.

Sam: Lo soy, mi amor.- dijo sobre mis labios.

Me beso como si una hubiera un mañana y me costó un poquito seguirle el ritmo de su beso, pero lo logré ya que con ella estoy aprendido a besar porque es la primera persona neta que beso, mordí su labio inferior con timidez y Sam gimió sobre mis labios y eso me excito un poco más de la cuenta, acaricie sus nalgas que son bien grandecitas.

Pero estéticamente no se ven como esas mujeres operadas porque va al tamaño de toda su anatomía, la nalgueo con ganas y ella gime en mi boca mientras nos besamos con pasión.- Amor no sigas o me voy nalguear.- murmuró.- ¿Ok?

Lo sé.- dije sonriendo.- Me encantó este momento.

Sam: De nada.- dijo sonriendo.- Conmigo te gustará todo lo que hago.

Lo Prohibido Sale CaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora