Olvidarnos

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Samantha Arias

Director: Señorita Danvers, no haga replicas y vaya con su docente a la enfermería a curar sus heridas.

Ella salió en silencio de la oficina también la seguí porque la conozco más ahora que esta molesta, cada uno se fue por su lado y me quedé a esperarla parra que sea atendida por enfermería.- Alexandra, solo quería darte las gracias.

Alex: Ya me debía muchas cosas esas personas.- dijo neutral.

Pero de todas maneras gracias porque nadie se arriesga tanto por una persona.

Alex: Profesora ya me dio la gracias no hay nada más que hablar, adiós que iré por mis cosas.- dijo neutral.

Suspiré por las palabras de respeto que me da, pero sobre todo por su comportamiento tan reacia hacia mi persona que la verdad me duele porque las cosas ya no son como antes y como quisiera que nuestras vacaciones volvieran, pero se muy bien que eso no sucederá porque ella siempre me vera como una amiga y no como pareja.- Pasen chicas.

Bárbara: Ok, profesora.

Alex antes de que te vayas.- dije tomando unas hojas.- Necesito que me pases tu libro de matemáticas.

Alex: Aquí está mi libro.- dijo colocando en mi escritorio.

Bien.- dije abriendo su libro. Marqué los ejercicios que debe de desarrollar en estas dos semanas que no vendrá a clase.- Alex, aquí tienes tus ejercicios que debes hacer en tu suspensión y los ejercicios que no puedes hacerlas me la dejas para enseñarte, pero trata de practicarlas y todas las dudas que tengas serán aclaradas cuando vengas a clase.

Alex: Gracias, profesora.- dijo tomando su cuaderno.

De nada.- dije con una pequeña sonrisa.- Y gracias nuevamente lo que hiciste por mí.

Alex: Cuando quiera, profesora.- dijo sonriendo.

Salió de la sala de clases y me quede mirando a la nada, el llamado de mis alumnos me sacó de mis pensamientos y continuo con mis clases hasta la hora de mi salida, llegué a casa con ganas de dormir porque no hoy no quiero salir.

En las noches suelo salir a los bares después de mi trabajo ya que en casa no tengo a nadie quien me espero menos que yo este ansiosa porque lleguen, así que mis distracciones son los club's para tomarme un par de tragos y conocer a alguna mujer nueva que me pueda llenar el vació que yo siento, pero que se muy bien que no podré llenarlo.- pensé.

Otra vez en el mismo lugar de todos los días y a la misma hora de está bar o club's de mujeres por esa chica que no me ama bueno ni siquiera me corresponde, así que ni siquiera debo ilusionarme o anhelar a estar con ella en una relación que no sea de amistad porque en ella no solo busco amistad sino una relación de pareja que me complementa.

El ambiente de estos lugares son muy bueno así que se me antojo bailar con una chica ya que las músicas que están colocando también ver lo que me depara la noche como en la cama ya que mi actividad sexualmente a aumentado gratificantemente para dar placer, pero recibir no mucho porque no siempre complacen mi cuerpo como yo lo deseo.

Mi mirada iba recorriendo cada rincón del bar mientras bebo de mi trago hasta que en mi radar la observé de lejos ingresando con sus amigas y el tipo de la otra vez, traté de no mirarla mucho, pero se me hace muy difícil no hacerlo porque trae una ropa sexy que invita a romperla para disfrutar de ese cuerpo.- Dame otro.- dije señalando a mi vaso.

Chica: Hola, preciosa.- dijo muy coqueta.

Hola.- dije sonriendo.- ¿Quieres un trago?.- dije moviéndome.

Chica: Te lo acepto, pero vamos a bailar un poco.- dijo acercando su mano a mí.

Bueno, vamos.- dije aceptando su mano.

Lo Prohibido Sale CaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora