Declaración policial

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Samantha Arias

Alex: No te prometo nada, sin embargo, haré todo lo posible.

Hazlo, pero no a medias porque Verónica me puede perjudicar legalmente.

Alex: Está bien.- suspiró.

Oficial: Señorita ya debe salir.

Alex: Está bien, ya me voy.- dije molesta.

Ve a mi casa para que descanses porque ya sabes donde puedes encontrar mi llave.

Alex: Lo sé, te amo.- dijo acariciando mis mejillas.

Yo más, ahora ve a casa.

Alex: Está bien.- dijo soltándome con dificultad.

Me quedé en silencio mientras mi Alex se iba acompañada con el oficial cosa que ambas no queríamos, pero por protocolo debemos estar separada. Fui a sentarme al intento de cama que hay en la cárcel porque ni siquiera es cama y mis horas son eternas desde que me quedé sola como mi soledad.- Dios, mío.- murmuré.- Ayúdame a salir de esto.

Oficial: Despierta que tienes visita.- dijo golpeando las barreras.

¿Quién es?.- dije parándome de ese cemento frío.

Devora: Soy yo, cariño.- dijo muy sonriente.

Oficial, ¡SÁQUENLA DE AQUÍ!.- grité, pero el muy idiota me ignoró por completo.

Devora: Así grites él no te hará caso.- dijo con una sonrisa insoportable.

Déjame en paz porque hagas lo que hagas, no hará que regresé contigo, así me muera en está maldita cárcel.

Devora: Vamos amor, no te conocía tan dramática.- dijo haciéndose la dramática.

Me di la vuelta para regresar y acostarme a en ese cemento frío porque en verdad, no quiero escuchar sus estupideces.- Solo vete y no vuelvas más, si es posible desaparece del mapa y del mundo, para no ver tu horrible rostro.

Devora: Deseas mucho, cariño, pero lamentablemente eso no sé puede.

No respondí a sus provocaciones, solo tape mis oídos con mis dedos para no escucharla más porque me aburré y me desespera saber que está a unos pasos de mí hablándome idioteces y a la hora pude conciliar un poco de sueño.

Oficial: Despierta, tienes visita.- dijo golpeando las barreras.

Si, es esa mujer de la mañana no quiero verla.

Mamá: Ni a tu hermana y a mí.

A ustedes por supuesto que sí.- dije corriendo hasta las barreras.

Mamá: Mi hija ¿Qué hiciste?

Simplemente me enamoré de algo prohibitivo, pero que me hace tan bien al mismo tiempo.

Mamá: Lo sé, hija y la acabamos de ver durmiendo en la banca.

Mi pequeña solecito ¿Por qué no la trajeron con ustedes?

Mamá: Sus reglas están establecidas que dos personas pueden pasar.

Fernanda: Es verdad, por lo menos no nos reconoció.

Mamá: Pero cuéntanos ¿Quién le dijo a la policía sobre tu relación con Alex?

La loca de Devora Alancearte fue con el cuento a su madre para separarnos y Verónica me acuso con la policía, y ahora no saben el odio que le tengo por aparecer en mi vida, si ella no estuviera aquí nada de esto estaría pasando.

Fernanda: Hay que ver la manera de esa mujerzuela no sé acerqué más a ti.

Lo sé, pero ahora quiero que se enfoque a sacarme de aquí.

Lo Prohibido Sale CaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora