Lo Prohibido Sale Caro

Herencia

Alexandra Danvers

Hola, Sam y Cassy.- dije abriendo la puerta de mi departamento.

Sam: Hola, Alex.- dijo sonriendo.

Cassy: Mami.- dijo sonriendo.

Dame un segundo que me están llamando.

Llamada entrante de Dante

Hola, hermano ¿Qué hay?

Dante: Recuerda que hoy es la citación los abogados de Danvers

¿No puede ser otro día? Porque iba a pasarla con Sam y Cassy.

Dante: Mientras más rápido se sabe lo que él quiere, es mucho mejor.

Está bien, voy para allá.

Dante: Te esperamos.

Fin de la llamada

Sam: ¿Todo bien?

No recordaba que el día de hoy es la reunión con los abogados.

Sam: Si quieres dejamos nuestra reunión para otro día.

No, acompáñeme porque la verdad no quiero ir sino fuera por Dante que me está obligando.

Sam: Te acompañamos sin ningún problema, pero ¿Él está bien para buscarte?

Vamos saliendo.- dije tomando las llaves de mi coche.- Cuando nos enteramos que sus abogados me estaban buscando, empecé a buscarlo porque se me hacía muy raro de que enviará a esos hombres a buscarme, entonces empecé a buscarlo yo por mi cuenta, pero hasta ahora no hemos dado con él y mucho menos sus abogados nos dijeron algo.

Sam: Es muy raro y no has pensando en esta opción.

¿Cuál?.- dije dando la vuelta.

Sam: En la muerte.

La verdad.- dije sonriendo.- Fue de mis primeras opciones que yo pensé cuando me llamo Dante, pero no hay registro.

Sam: ¿De repente está viviendo fuera del país?

¿Cómo? Desde que tengo memoria Danvers nunca lo vi trabajar mucho menos estar sobrio.

Sam: Eso es raro.- murmuró.

Sí, pero muy pronto sabremos lo que él quiere.

Sam: Solo espero que no vuelva a molestar porque allí si que no respondo.

Tranquila, que eso no pasará.- dije sonriendo.- Llegamos al parecer.

Sam: Vamos a la boca del lobo.

Salimos del coche y al exterior al parecer es una firma de abogados por el edificio imponente.- Hola, hermano.- hablé.

Sam: Hola, Dante.- dijo sonriendo.

Dante: Hola, Sam.- dijo sonriendo.- Alex y Cassy.

Vamos a lo que nos importa ¿Están los abogados?

Dante: Si, ya están esperándote en su oficina.

Vamos.- dije suspirando nerviosa. Ingresamos a la firma de abogados y recepción nos llevo a la reunión.- Buenos días.

Abogado: Buenos días.: dijo sonriendo.- Es un gusto conocerla, señorita Danvers.

Dos cosas puntuales.: dije seriamente.- Quiero que sea una reunión rápida y no quiero que me llamen por Danvers.

Abogado: Está bien.- dijo sonriendo.: Estamos aquí porque él señor Danvers, así lo decidió.

Abogado: Agustín Danvers a lo largo de estos años se ha estado adquiriendo un patrimonio solvente y en una carta que leeré a continuación, sabrán lo que contiene dicha carta.- dijo tomando unas hojas de su mesa.- Bien, empecemos.