Libres

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Alexandra Danvers

La tormenta de lluvia terminó y dio paso a un maravilloso sol de cual lo extrañaba mucho, la gente desde mi posición veía salir hasta en el mismo edifico en el que vivo se escucha movimiento en las afueras y eso me gusta porque se siente que la libertad vuelve a nuestras vidas y salimos del raro confinamiento que estuvimos sometidos en este tiempo.

Sam: Es hora de retomar nuestras rutinas.

Si, ya es hora.- dije sonriendo.- Vamos te acompaño hasta tu casa.

Sam: Te lo agradecería mucho.

Manos a la obra.- dijo yendo a buscar ropa para mí y para ella. Nos cambiamos rápido y alistamos todas las cosas para colocarlos en el coche de su hija que no es mucho, salimos rápido de mi departamento. Al salir del edificio las calles es otra cosa que a decir verdad me da miedo y el agua que no ayuda mucho en el transporte, pero surgiremos.

Avanzamos todo lo que podíamos a pesar de que el agua se quedó como estancada en la ciudad y varias cosas que se han caído como destruido por efectos de la lluvia, así que debíamos ir con mucho cuidado. No sé la hora, sin embargo, desde mi perspectiva demoramos mucho para llegar hasta su casa.- Llegamos, Samantha.- dije muy contenta.

Sam: Si, por fin.- dijo cansada.- Gracias porque sin tu ayuda no lo lograría.

No creas, igual podías hacerlo y ahora quédate que voy a revisar si hay un zorrillo por allí.

Sam: Espero que no y que esté intacta mi casa.

Déjame ver y espérame aquí con tu hija.- dije entrando a la casa con cuidado de no hacer mucho ruido, al revisarla en cada rincón de este lugar me trae muchos recuerdos de que viví aquí y por desgracias unos muy bonitos con Sam.- Sam pasa que no hay nadie y todo sigue intacto.- dije saliendo de la casa para que ella pueda ingresar libremente.

Sam: Ok, gracias.

De nada, ya vete a cambiar y abriga a tu hija.

Sam: Si, gracias por todo en verdad.

De nada, ahora si me voy adiós.- dije sonriendo.

Salí sin esperarme una respuesta de ella ya que me encuentro en estado de shock por todos los flashbacks que tuve en ese lugar, me dirigí a mi departamento a limpiar lo que se dejó sucio y también se ventile el ambiente.- Me canse.

Tres semanas transcurridas desde la enorme lluvia prolongada que hubo en nuestra ciudad, porque yo no sé si fue en todo el país o solo aquí, pero al menos se está tratando de recuperarse nuestras vidas y el flujo completo de la ciudad.

Ahora me encuentro con mi mejor amiga de fiestas que nos apañamos en todas las parrandas de fiestas y de hecho que íntimamente la pasamos muy bien de verdad, nos reunimos en mi departamento en su regresó porque estuvo de viaje.- Y así es cariño, todo esté tiempo me lo pase con ella y con su hija que ahora piensa que soy su otra madre.

Lee: Que cabrona pasarla con tu ex y más con su hija.

Para mí fue un reto constante porque me recordaba toda mi vida pasada.- dije tomando un trago.

Lee: Es que claro yo no soportaría estar en el mismo lugar que mi ex me lastimó.

La cosa nos tomó por sorpresa y tampoco podía dejarla con su hija tirada, si a la justa veíamos.

Lee: Claro, pero sabes que es mejor dejar de hablar de tu ex y juguemos un ratito que te extraño.

Juguemos.- dije colocándola encima de mi cuerpo y nos besamos con pasión con el cual mis manos recorren su cuerpo.

Lo Prohibido Sale CaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora