Samantha Arias.
Alex: Y es por eso que estoy preparando algo para cenar con un poquito de vino ya que no quiero estar sentada.
Ey, ya te dicho que el vino no es para ti, eres mi bebé.- dije abrazándola- Es bueno para tu actividad física.
Alex: Solo es un poquito para que brindemos y la cena no sea aburrida.- dijo haciendo gestos con sus dedos.
No, así me coloques esos ojos no vas a tomar hasta cuando cumplas la mayoría de edad.
Alex: Falta mucho para que llegué mi cumpleaños, por mientras hay que aprovechar.
Te aguantas hasta tus cumpleaños y solo tomas tu juguito que te encanta y yo sí puedo hacerlo.
Alex: No se vale.- dijo haciendo su mohín.
Es justo, cariño y voy a cambiarme rápido para ayudarte en la cocina.
Alex: Bueno.- dijo sonriendo.
Y no tomes mis vinos porque se como los dejo.- dije señalándola.
Alex: No lo hare, lo prometo.- dijo levantando su mano.
Más te vale.- dije sonriendo y me fui a mi habitación a darme un baño rápido por la calor de hoy y para cambiarme porque de verdad muy estoy cansada de las largas horas de estar con todos mis alumnos.- Ya estoy aquí, cariño.- dije.
Alex: Ya esta casi todo listo.- dijo sonriendo.- Solo falta que la carne que se terminé de cocinar.
Ok, entonces me iré a servir un poco de mi vino.
Alex: Deja de molestarme con tu vino.- dijo media molesta.
Lo hago porque me encanta verte tu carita de mohín.- dije acariciando su mejilla.
Alex: Si como no.- dijo sonriendo.
Es la verdad.- dije yendo por mi copa y mi botella de vino.
Alex: Bueno, ya tengo la cena lista, ahora la sirvo.- dijo yendo por los platos.
Cenamos entre risas y una agradable conversación, aparte me entró la curiosidad a mi mente sobre el tema de su insoportable madre como el colegio.- ¿Regresarás al colegio?.- dije con cautela.- ¿Piensas cambiarte de institución?.- dije.
Alex: Trasladarme a estas alturas a un colegio que ya iniciaron el segundo semestre no es muy recomendable mucho menos me lo permitirán, hablaré con el director para ver las posibilidades que me deja de permanecer en el colegio y si no hay ninguna posibilidad de que me acomoden y me dejen estar al día ya tendría que verme otros lugares.- habló.
Eso suena lo más coherente y ¿Con respecto a tu mamá?
Alex: No sé.- dijo más seria.- Ese día en mi crisis dije muchas cosas como recalcándole lo malo que era estar con ella y con él que es mi padre.- dijo jugando con el tenedor.- También la estúpida idea que tiene otra familia cuando a la justa tiene tiempo para ella como para mí, pero me molesta que en todo este tiempo no venga a verme o buscarme.
Si supieras.- pensé.- No estarías defendiéndola tanto.- dije para mí.- ¿Piensas hablar con ella directamente?
Alex: Probablemente.- suspiró.- Pero lo pensaré porque ella tampoco ha tratado de comunicarse ni con mis amigas.
Es verdad.- dije tomando mi copa de vino.- Pero si vuelves a hablar con ella trata, por favor de no alterarte para que no termines mal tú y yo tenga que estar corriendo a los hospitales porque siempre me llama.- hablé y me asintió.
Terminamos de cenar, lavamos todo lo sucio de nuestra cena y nos fuimos a mirar películas hasta que nos quedemos dormidas y al día siguiente cada una hizo su rutina de despertar para empezar nuestro día y la llevé hasta el colegio hasta un lugar prudente dónde nadie supiera que Alex está viviendo conmigo en mi casa porque será un gran problema.
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Lo Prohibido Sale Caro
Teen FictionEn un mundo donde el dolor y los secretos tejen una red oscura alrededor de las vidas de quienes se atreven a amar, emerge la historia de Alexandra Danvers y Samantha Arias. Alexandra, atrapada en un torbellino de abusos y silencios, encuentra un ra...