Frustraciones

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Alexandra Danvers

Sam: Y ¿Ahora? ¿Sientes algo?.- dijo mirándome expectante.

No.- dije desanimada.- Solo me imaginé que sentí algo en mis piernas.

Sam: Ten paciencia Alex ya volverás a caminar.- dijo abrazándome.- No te desesperes.

Ok.- dije mirando a otro lado.

Sam: Ese "Ok" no me gusta para nada.- dijo acostándose a mi lado.

Tomé mi pierna izquierda y la coloqué encima de la derecha, me volteé hacia ella y pude abrazarla, me apegó más a su cuerpo.- Mañana quiero que te quedes conmigo porque me siento muy sola, mamá siempre esta ocupada.- dije triste.

Sam: No puedo porque casi pierdo mi trabajo por venir a verte para estar contigo cuidándote y tenía miedo de perderte.

Aquí estoy con algunos daños, pero estoy bien.

Sam: No tienes daño y estoy muy segura de que te vas a recuperar.

Ya no puedo aguantar el sueño, me está ganando mucho.- dije bostezando.

Sam: Pensé que nunca lo dirías.- dijo sonriendo.- Se te nota en el rostro de cansancio.

¿No te molesta que me quede dormida?

Sam: No, porque sé que son a causa de tus terapias.

Gracias.- dije sonriendo y abrazada a ella me quedé dormida. En la madrugada me desperté y seguía allí abrazándome dormida.- Es hermosa.- susurré.- Debo apurarme o la perderé para siempre y eso no me gustaría porque mato al que se acerqué a ella. Me acurruqué nuevamente a ella y volví a dormir sujetándola para que no se vaya y me deje solita.

Sam: Imaginé que volverías hacerlo.- sonrió al ver la succión de su pezón.- De todo te puedes olvidar, pero menos esto.

Mamá: ¡No, iré a ver a mi hija!.- vocifero.

Sam: Alex suéltame, viene tu mamá.- dijo asustada e intentando sacar su seno de su boca.- Vamos, Alex.- dijo forcejeando, pero la niña gruñó enojada y terminó saliéndose con la suya, solo pudo cubrirla por completo y a su pecho también.

Mamá: ¿Estás despierta?.- susurró.- Alex despierta.- habló, pero ella ni se inmuta a lo que pasa a su alrededor.- Vendré más tarde dormilona y gracias por venir Samantha porque no estoy teniendo mucho tiempo para mi pequeña bebé.

Sam: Las cosas que me haces pasar mujer.- dijo susurrándole.

Buenos días.- dije bostezando.

Sam: Dirás buenas tardes, osa dormilona.

Pude dormir muy a gusto.- dije pasando mi rostro por sus senos.

Sam: Oye, ya no seas aprovechada que ya lo tuviste desde temprano.

¿En qué momento? No lo succione.

Sam: Tu mamá casi nos ve cuando estuviste succionando mi seno y no querías dejarlo.

Mi día empezó con una pequeña charla de Sam por sus deliciosos pezones, luego de eso ella se fue a su trabajo con la promesa de venir de nuevo, luego desayuné y me dieron una buena ducha para iniciar con todos mis tratamientos.

Sam: Hola, mi amor.- dijo contenta e ingresando a mi habitación.- ¿Cómo vas con tu rehabilitación?

Hola, nena.- dije alegre por verla.- El doctor y los terapeutas dicen que bien.

Sam: Te pregunto a ti ¿Cómo te sientes interiormente?

No lo sé.- dije abrazándome a su cuerpo.- No he tratado de que mi mente no piense en todo está situación.

Lo Prohibido Sale CaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora