𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞

XX

Me desperté por culpa de la vibración de mi móvil, llevaba mucho rato sonando y ya me había cansado, tenía muchísimos mensajes y notificaciones de todas las redes sociales.

Desbloqueé el teléfono para saber qué pasaba y cuando lo vi me quedé impactada, Andrea había hecho una entrevista soltando todas las mierdas de mi vida y seguido de muchísimas más mentiras.

Decía lo que me había dicho hace unos días, según ella yo le había puesto los cuernos para irme con Marc, y que solo estaba con Marc para ganar fama y dinero, dijo que mi hermano me había enchufado en el Barça y que estuve tanto tiempo en el Espanyol porque se supone que estaba liada con algún directivo, yo no me podía creer lo que estaba leyendo.

Habían muchas mentiras más, al entrar a Instagram tenía mensajes de mucha gente, mayoritariamente de desconocidos insultándome.

Para rematar en ese momento no podía hablar mucho con Ona ya que estaba entrenando, la mañana pasó y yo opté por no mirar ni el móvil ni la tele, cuando terminé de comer seguía sin poder hablar con Ona, la gota que colmó el vaso fue escuchar el timbre de mi casa y al abrir la puerta encontrarme a Andrea.

-No, ni de coña, vete de aquí-Espeté con enfado intentando disimular lo mal que estaba en ese momento.

-Solo quería ver si estabas bien, después de todo lo que ha pasado…-Posó su mano en mi mejilla acariciándola mientras reía y yo la aparté de un manotazo.

Cuando golpeé su mano su cara cambió por completo, supe que la había cagado, lo siguiente fue recibir un empujón que me hizo retroceder hacía atrás.

-La última vez que me pones la puta mano encima-Dijo ahora con un tono de voz que causó un escalofrío en mi cuerpo.

-Andrea…-Antes de poder seguir la frase agarró el cuello de mi camiseta quedando frente a mí.

En ese momento yo ya tenía los ojos aguados, aguantando las ganas de llorar, la violencia me causaba eso, había vivido situaciones muy parecidas a esta en el instituto y no quería revivir aquello.

-Espero que te hayas dado cuenta de lo que soy capaz Júlia-Tras decir eso me soltó y se fue.

En cuanto cerró la puerta las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, acabé sentada en el suelo con la espalda apoyada en el sofá, estaba perdiendo el control sobre mi cuerpo, necesitaba calmarme o si no iría a peor.

De pronto mi teléfono se encendió, era Ona, la única persona que necesitaba escuchar en ese momento.

-Siento no haberte podido llamar antes-Se disculpó al instante en el que descolgué la llamada.

-Ona…-Es lo único que me salió decir, tenía un nudo en la garganta que me impedía hablar.

-¿Júlia qué pasa?-Preguntó con preocupación en la voz.

-Me va a joder la vida-Conseguí decir entre sollozos.

Intentaba controlarme para no preocupar a Ona, pero me era imposible, lo que había pasado hace unos minutos seguía en mi cabeza.

-Júlia por favor escúchame, no puedo ayudarte si no me dices que te pasa-La preocupación en su voz era bastante notable, sabía que si Ona pudiera cogería ahora mismo un avión hacía Barcelona.

-Andrea…-Solo con eso Ona ya se hizo una idea de a lo que me refería y la escuché maldecir bajito.

Ona

Estaba feliz de poder hablar con Júlia después de todo el día, cuando contestó a la llamada me disculpé, pero después me di cuenta de que algo pasaba, su voz entrecortada entre sollozos me rompió el alma.