XXIII

3.5K 206 36
                                    

Ona

Los días pasaron volando, mañana era el cumpleaños de Júlia y yo estaba en crisis porque no sabía que regalarle, ella insistía en que no hacía falta nada, pero yo no iba a dejar que se quedase sin regalo el día de su cumpleaños.

Júlia había alquilado un reservado en una discoteca de Barcelona en la que celebraríamos su cumpleaños, invitó a las chicas  y también vendrían los del masculino, con los cuales también tenía muy buena relación .

Estaba en un centro comercial, en la sexta tienda ya estaba histérica ya que no sabía que coger, Jana iba conmigo intentando ayudar, bendita paciencia tenía la pobre.

-Mira, es una cadena de plata con una j-Habló mi amiga señalando dentro de una cristalera.

Cuando vi la cadena a la que se refería quedé completamente enamorada, era preciosa y en el cuello de Júlia quedaría mejor todavía.
La cadena era cara de cojones, pero la compré igual, me gastaría el dinero que fuera necesario si el fin es hacer feliz a mí fotógrafa.

Jana y yo también buscamos algún vestido bonito para ponernos en la fiesta, yo opté por uno negro con un escote cruzado que me quedaba genial.

Las compras nos consumieron prácticamente toda la tarde, cuando volví a casa eran las diez de la noche, guardé todo lo que había comprado, saqué al perro a pasear y cuando llegaron las doce felicité a Júlia por llamada, ella tenía voz de dormida así que no me enrollé mucho y la dejé dormir.

Por la mañana me desperté energética, me duché, desayuné y fui a su casa, hoy teníamos día libre y gracias a dios mañana no teníamos partido, porque si no iríamos todas muertas.

En cuanto Júlia abrió la puerta me lancé a sus brazos y comencé a dejar besos por toda su cara.

-Joder, ojalá cumplir años todos los días-Dijo riendo mientras me devolvía el abrazo.

-Tengo algo para ti-Hablé emocionada.

-Te dije que no hacía falta-Sus palabras no valían nada ya que la sonrisa que apareció en su cara cuando le dije que tenía un regaló me lo dijo todo.

-Calla y abre-Dije dándole la bolsa en la que estaba el regalo.

Sacó la cajita en la que estaba la cadena y cuando la abrió se llevó la mano a la boca y se abalanzó sobre mí.

-Es preciosa, gracias-Dijo con ilusión y eso me llenó el corazón.

Cuando se separó tenía algunas lágrimas y las retiré con mis pulgares para luego besarla.

-Dame, te lo pongo-Ella hizo caso,dejó con cuidado la cadena sobre mi mano y se dió la vuelta.

Me costó un poco juntar los dos lados pero acabé consiguiendolo, como había imaginado le quedaba genial, no era ninguna sorpresa ya que a esta chica le quedaba todo bien.

Me quedé con ella toda la mañana y el mediodía, últimamente pasaba mal tiempo en su casa que en la mía, le ayudé con su trabajo, tenía que elegir las fotos buenas y borras las demás, parecía fácil pero tenías que fijarte en cada mínimo detalle de las fotos para escoger entre una o otra.

Me tuve que ir a mi casa para prepararme, quedaban unas dos horas para ir donde habíamos quedado con todos.

Me puse mi vestido, dejé mi pelo suelto y me maquillé para después salir en busca de Jana, la defensa también iba preciosa, pero yo solo tenía ganas de ver cómo aprecia Júlia.

Cuando llegamos muchas de la chicas ya estaban allí, todas arregladas y preciosas, escuché el motor de un coche que reconocí al instante, un Audi RS5 gris aparcó en la puerta de la discoteca y de él se bajó Júlia, me quedé boquiabierta al verla, llevaba un vestido rojo vino con un escote de v y con una raja que dejaba ver si pierna.

Llevaba el pelo suelto e iba mínimamente maquillada, no le hacía falta maquillarse, al natural ya estaba radiante.

-La baba Batlle, que se te cae-Dijo Alexia riéndose de mí.

-¿Pero tú la has visto?-Dije admirando a la chica que venía hacía nosotras.

Todas las felicitaron y yo me quedé la última, cuando llegó a mi me dió un beso profundo en el que disfruté cada segundo que duró.

-Estás preciosa-Susurró mirándome fijamente a los ojos.

-No más que tú-Le di otro beso rápido y volví a mirar sus ojos color esmeralda que causaban de todo en mí.

-Buscaros un hotel dios mío-Dijo Lamine sacándonos de nuestro mundo.

-Cuando encuentres novia ya veremos cómo estás tu-Vaciló Júlia pasando un brazo por los hombros del adolescente.

Solo quedaban por llegar Héctor y Marc, no tardaron mucho en aparecer y cuando lo hicieron se disculparon con todos, Héctor se acercó a su hermana y la abrazó levantándola del suelo, estos últimos días habían estado algo distanciados y me hacía muy feliz verlos así.

Después abrazó a Marc y él dejó un beso en su mejilla, en cuanto se separaron Júlia me miró buscando algún ápice de celos en mi rostro para poder vacilarme más tarde.

Ya en el reservado empezó la fiesta de verdad, algunos empezaron poco a poco con el alcohol, yo no iba a beber mucho ya que no era muy fan de las bebidas alcohólicas, pero mi chica empezó por todo lo alto.

La fiesta se separaba en dos grupos claros, los que tenían todo el rato una copa en la mano y los que no eran tan fans de beber, Alexia y yo estábamos en el segundo riendo de las burradas que hacían los demás.

-¿Le regalas un baile a la cumpleañera?-Preguntó Júlia algo achispada cogiendo mi mano.

Obviamente no le dije que no, empezó a sonar Padam Padam de Denna y Violeta y Júlia se volvió completamente loca con aquella canción.

Estábamos bailando separadas y viviendo el momento pero poco a poco empezamos a bailar más pegadas y el calor comenzó a invadir mi cuerpo.

Júlia cantaba a centímetros de mí boca mientras movía sus caderas contra las mías, yo no me consideraba una persona a la que se le diera muy bien bailar pero en ese momento estaba disfrutando cada movimiento.

Si Júlia de normal era atrevida con alcohol en sangre lo era el triple, no dejaba de tentarme acercándose a mis labios al punto de rozarlos y después separándose de golpe dejándome con las ganas.

-Te veo con ganas-Dijo en mi oreja riendo.

-Me besas ahora o me besó con cualquier otra persona-En cuanto dije eso sus labios por fin chocaron contra los míos, escuché algunos vítores de fondo, todos estaban viendo aquello pero no me importaba.

-Tus labios son solo míos Batlle-Escuchar cómo me llamaba por mi apellido me pareció la cosa más atractiva del mundo, mucha gente me llamaba así, pero en su voz sonaba totalmente diferente.
____

Júlia borracha nos puede dar muchos buenos momentos,sobre todo a Ona.

Cuatro capítulos en un día, os podréis quejar.

Me encanta leer los comentarios, no os cortéis, como si tenéis que soltar alguna burrada

𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora