XXXXVIII

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5 meses después

Ona

Hoy Júlia por fin volvía de Alemania, y ahora sí que sí, volvía para quedarse, estos últimos meses han ido mejor que nunca, cada vez que podía cogía un avión y me presentaba en su casa, no sé cuánto dinero me habré gastado en billetes de avión, pero si me lo había gastado para ir a verla a ella me daba absolutamente igual.

Ahora mismo estaba en el aeropuerto de los nervios esperando a que su dichoso avión aterrizase, hoy Héctor no podía venir, pero aún así no estaba sola, mi familia había insistido bastante en que querían verla después de tanto tiempo, en especial Enzo, Paula no podía venir ya que estaba de colonias con el cole, pero el hasta se saltó clases para venir a recibir a Júlia.

Los pasajeros del vuelo comenzaron a salir y yo comencé a buscar con la mirada a mí morena, cuando la vi mi mundo se iluminó, iba de nuevo con las gafas puestas, antes no las llevaba casi nunca , pero ya me había acostumbrado, además, le quedaban de muerte.

Me salió solo acercarme a ella y saltarle encima para rodearla con mis piernas, no sé ni cómo no nos caímos al suelo, ella me devolvió el abrazo con fuerza y al bajar dejó un beso en mis labios, cuando nos acercamos más a mí familia Júlia se agachó con los brazos abiertos y Enzo se lanzó a por ella, era increíble lo mucho que mi primo pequeño quería a Júlia, y a mí me hacía inmensamente feliz verlo.

Al ver que Enzo no se separaba Júlia optó por levantarse y llevarlo en brazos, estaba más fuerte, al parecer en Alemania se había metido unas buenas sesiones de gimnasio.

-Enzo, Júlia estará cansada del viaje-Regañó mi tía.

-¿Te molesto?-Preguntó el pequeño mirando a Júlia, la cual obviamente negó.

-Te tiene dominada un niño de 8 años-Dije riéndome de ella.

-Yo tengo igual a su prima-Contraatacó susurrando para que solo la escuchase yo.

-Te lo tienes muy creído-Vacilé riendo.

-Tendrás el valor de decir que es mentira-Dijo mirándome incrédula y yo volví a reír.

Teníamos planteado ir a comer todos juntos, aparcamos algo lejos de la puerta del restaurante, así que nos dimos un pequeño paseo hasta llegar, en todo el camino Enzo no se separó de Júlia, mi chica lo tenía subido a caballito mientras no paraban de hablar, cada día estaba más segura de que quería a esa mujer como la madre de mis hijos.

Al llegar al restaurante Júlia pudo liberarse de Enzo, la pobre tendría el cuello reventado, pero no se quejó en ningún momento.

-Ya mismo hacéis un año, ¿No?-Preguntó mi hermano curioso mientras comíamos.

-La semana que viene-Contesté con una sonrisa enorme.

-¿Y qué vais a hacer?-Preguntó ahora mirando a Júlia y ella rió, estos dos sabían algo que yo no.

-Si tu hermana acepta esto-Después de decir eso sacó un sobre de su bolso y lo dejó en mis manos.

Yo tenía el corazón a mil, no sabía que podía ser, por las caras de mis familiares intuí que ellos ya lo sabían, cuando abrí el sobre me llevé las manos a la boca de la sorpresa, la miré sin creermelo y acto seguido me tiré a sus brazos.

-¿Eso es un si?-Preguntó aún abrazándome.

-Claro que es un sí amor-Solté emocionadísima.

Cuando me separé de ella intenté asimilar todo, la semana que viene me iba de viaje con mi chica, me iba a Santorini como regalo de aniversario.

Cuando volvimos a casa seguía sin creérmelo, ella estaba igual de ilusionada que yo, lo había pensado todo, había alquilado una casa a pie de playa con vistas impresionantes, justo la siguiente semana no entrenábamos ni jugábamos ya que era semana santa, así que tenía vacaciones.

Le agradecí el regalo de una manera también romántica, aunque algo más íntima, volví a dormir junto a ella, apoyada en su pecho y sintiendo su respiración, esa noche por el cansancio roncó un poco, pero no me molestó.

Al llegar al entrenamiento el día siguiente estaba deseando contarle lo que había pasado a las chicas.

-Le voy a decir a Olga que vaya más con ella, a ver si a mí también me cae un regalazo así-Dijo Alexia riendo.

-Olga y tú vivís prácticamente juntas, ellas llevan sin verse meses, se merecen un viaje romántico-Dijo Mapi agregándose a la conversación.

-¿Y yo cuando tendré mi viaje romántico?-Preguntó Ingrid hablándole a su novia.

-¿Y qué hacemos con Bagheera?-Respondió la maña ganándose una mirada asesina de su chica.

El entreno fue bien, todas hablaban sobre el tema de conversación estrella, Júlia y su romanticismo, yo no podía dejar de reír ante las cosas que decían mis compañeras.

-Si tenemos aquí a la resucitadora del romanticismo-Dijo Jana riendo cuando salimos al aparcamiento.

-¿Qué dices?-Preguntó mi chica confundida sin entender nada.

-Habla con Jill, a ver si la convences de que me lleve a Grecia también-Cuando Jana dijo eso Júlia negó con la cabeza riendo entendiéndolo todo.

-¿Eres la envidia del vestuario?-Me preguntó pasando un brazo por mis hombros.

-Más o menos-Contesté divertida y las tres reímos.

...

Los días pasaron volando, nuestro aniversario era en dos días, y el viaje al día siguiente, estaba haciendo mi maleta, la verdad es que estaba bastante estresada, me sentía fatal, Júlia había pagado todo lo relacionado con el viaje y yo no le había comprado nada, nunca había sido buena haciendo regalos.

-Te noto rara-Dijo abrazándome por detrás sacándome de mis pensamientos.

-Esque todavía no te he comprado nada y me siento fatal, tú has organizado todo esto, te has dejado una pasta, y yo no soy capaz de hacerte un simple regalo, soy una novia de mierda-Dije girándome y hablando rápido soltando todo.

-Eh, no quiero volver a escuchar eso salir de tu boca, eres la mejor novia que se puede tener, me dan igual los regalos, solo quiero que estés conmigo, si he organizado todo es porque quiero eso, no quiero nada a cambio, con tenerte a mí lado es suficiente-Dijo causando que se me escapase una lágrima, la cual retiró rápido con su dedo antes de besarme.

Después de eso se quedó conmigo ayudándome con mi maleta, consiguió que me subiera el ánimo, ella siempre lo conseguía pasase lo que pasase.
____

Revivió el romanticismo gracias Júlia

Muchas cosas pueden pasar en Grecia, cosas íntimas, pero también cosas serias y profundas






𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora