LXVI

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Nora

Estaban siendo los mejores días de mí vida, hace poco debuté en primera división con el equipo de mi corazón y ahora estaba preparando las maletas para irme de viaje de fin de curso.

-¿Lo tienes todo?-Preguntó mi madre entrando a mí habitación.

-Lo he repasado tres veces, en teoría sí-Contesté cerrando la cremallera de la matela.

Me quedé sentada en el borde de la cama algo seria y mi madre se acercó más a mí para saber lo que me pasaba.

-¿Qué pasa peque?-Preguntó sentándose a mí lado.

-Esque me da miedo el avión, he viajado antes pero sin vosotras no se si lo voy a pasar muy bien-Dije abriéndome y ella me abrazó de costado.

-No te preocupes por eso, va a salir todo bien, además, vas con Nuria-Dijo con una sonrisa pícara y yo solté una risa nerviosa.

-Cállate-Dije avergonzada y ella rió.

-Ves ya se te ha pasado la preparación-Comencé a reír ante su comentario, Júlia siempre sabía cómo subirme el ánimo.

Júlia me ayudó a llevar las maletas al salón, donde estaba mi otra madre; Ona, y mi hermano pequeño.

Esa noche no dormí nada, estaba muy nerviosa por el viaje, tuve que madrugar bastante, el vuelo salía a las 7:30 de la mañana así que me desperté sobre las seis.

-Acuérdate de escribirnos cuando llegues, y pásatelo muy bien-Dijo Ona dejando un beso en mi frente.

Bajé con las maletas y me subí al coche de mi madre, era ya algo viejo, pero seguía siendo un cochazo, me dejó en la puerta del instituto, donde nos iba a recoger el bus para llevarnos hasta el aeropuerto.

-Pasatelo genial, te quiero-Dijo Júlia con una sonrisa y yo la abracé, pasar tantos días sin mí familia me iba a costar.

Me bajé del coche y minutos después una melena totalmente rubia se acercó a mí, era mi mejor amiga, no hay mucho que describir de ella físicamente, solo con decir que perfectamente se podría llamar Rachel y ser la capitana de las animadoras de cualquier película americana bastaba.

-Aquí está mi futbolista profesional favorita-Dijo abrazándome y yo reí.

-Nuria, jugué veinte minutos–Dije riendo y ella rodó los ojos.

-Así empezó Messi-Dijo haciéndome reír.

-¿Estás comparando a Nora con Messi?-Preguntó Sergi apareciendo detrás de mí mejor amiga para después dejar un pico en sus labios.

No sabría cómo describir lo que sentía cada vez que veía eso, Nuria era mi mejor amiga, pero si fuese por mí está claro que no lo sería, llevaba pillada de esa chica desde que la vi por primera vez en el instituto, Sergi era un chico con suerte.

Junto al novio moreno y alto de Nuria estaba uno un poco más bajito y con el pelo castaño, era Mario, su primo, el cual llevaba todo el año intentando ligar conmigo.

Sergi me habían dicho millones de veces que le diera una oportunidad, pero quizás no le hacía mucha gracia saber que la que en realidad me gustaba era su novia.

En el bus y en el avión estuve sentada con ella, obviamente, éramos mejores amigas, ya ni me dolía referirme así a ella, había aceptado que nunca iba a pasar algo entre nosotras.

Fue un viaje de dos horas y quince minutos hasta llegar a Amsterdam, estaríamos allí cuatro días y en mi vida pensé que pudieran pasar tantas cosas en tan poco tiempo.

𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora