XXXVIII

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Por la tarde Ona se tenía que ir al aeropuerto, había quedado con Jana y Alexia allí, ya que habíamos acordado que yo la llevaría en la moto.

-¿Sabes que esta moto puede llegar a los 335 km/h?-Dije mientras le daba el otro casco que tenía para poder irnos.

-Te juro que me voy andando eh-Amenazó con cara de asustada por lo que le acababa de decir.

-Tranquila, ni que fuese Marc Márquez-Dije riendo y acto seguido subió a la moto detrás mío.

-¿Donde pongo las manos?-Preguntó algo nerviosa, sabía que no le molaban nada las motos.

No contesté y cogí sus manos y me abracé con ellas posandolas en mi abdomen, ella se agarró fuerte y sentí como se relajaba un poco.

-¿También llevas así a Alicia?-Susurró con una pequeña risa.

-Vamos no me jodas-Me quejé riendo y ella también rió.

No tardamos mucho en llegar al aeropuerto, Alexia y Jana ya estaban allí y en cuanto las vimos nos acercamos a ellas.

-¿Resaca?-Vaciló Jana en cuanto me vio.

-Vete a la mierda-Ella comenzó a reír y yo rodé los ojos.

Habíamos llegado algo justas y unos diez minutos después de llegar las llamaron a embarcar, lo que daría por subirme a ese avión con ellas y volver a España.

Ona vino a despedirse, fue a darme un beso y le hice una cobra, se quedó bastante pillada ante eso.

-¿Me has hecho una cobra?-Preguntó con sorpresa.

-¿Te recuerdo que ayer me cruzaste la cara?, acción reacción guapa-Dije riendo y dejando un beso en su mejilla.

No se dió por vencida y en cuanto me despisté un poco me robó un beso, me quise hacer la dura pero no podía negarle un beso a esta chica.

-¿Cuando nos volvemos a ver?-Pregunté antes de que se marcharan.

-No lo sé, pero espero que pronto-Dijo dándome otro beso.

Las futbolistas se fueron y yo volví a casa, me preparé ya que a las 20:30 tenía que estar en el estadio para otro partido de la Eurocopa, estaría en cada partido que se jugaba en el Iduna Park y también en una de las semis y en la final.

Allí me encontraría con Alicia, no sabía si después de todo lo que había pasado estaría igual de cómoda con ella, pero era mi compañera y tenía que estar con ella.

Antes de comenzar el partido nos sentamos juntas como siempre, ella notó que estaba algo rara y obviamente preguntó.

-¿Te pasa algo?-Dijo rompiendo en tenso silencio que había.

-Te dejaste un sujetador en mi baño, mi novia se pensó que le estaba poniendo los cuernos-Expliqué seria y ella rió, cosa que me molestó bastante.

-Joder, solo fue un despiste, que tú novia desconfíe así y sea tan insegura no es bueno, solo digo-Cada palabras que decía me molestaba más pero lo disimulé.

-A ver, lleva tres semanas sin verme y al venir lo primero que encuentra es ropa interior de otra chica, yo también desconfiaría-Dije defendiendo a Ona.

Gracias a dios los jugadores saltaron al campo y no tuvimos que hablar más, era un partido bastante mediocre, Turquía-Georgia, todos los fotógrafos buscábamos a un jugador en concreto, la estrella de Georgia, el cual jugaba muy bien y todo lo que tú quieras pero su nombre era impronunciable.

Un mes después

Ona

𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora