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La semana de reposo se pasó sorprendentemente rápido, me sentía mal por Júlia, había estado una semana entera haciendo todo, no paraba quieta por mucho que yo le decía que descansara.

Júlia no había recibido ninguna información de la directiva, ella pensaba que en cualquier momento recibiría una llamada del presidente, pero eso no iba a pasar, me había asegurado de ello, Júlia me dijo que no lo hiciera, pero hablé con Laporta, le di mil razones para que no despidieran a Júlia, si ella se enteraba quizás se enfadaría conmigo, pero lo hice por ella y por nosotras, no se si podría tener una relación a distancia.

Hoy empezaba a ir al fisio, la chica que se encargaba de mi lesión era majísima, consiguió que me atreviera a apoyar un poco el pie con ayuda de las muletas, cosa que según ella era genial para ser el primer día.

Cuando acabó la sesión de fisio me quedé en el aparcamiento esperando a Júlia, tardó más de la cuenta en llegar y cuando lo hizo estaba más seria de lo normal, no sabía la razón, tampoco quise preguntar, me saludó con un beso algo seco y subió al coche, en todo el trayecto no habló y empecé a preocuparme, cuando llegamos a su casa no aguanté más y pregunté.

-¿Se puede saber que te pasa?-Pregunté con seriedad y algo de preocupación en la voz.

-Le has dicho a la directiva que no me despida, eso pasa Ona-Cuando dijo eso me quedé sin saber qué decir.

-No entiendo el problema, estás bien aquí y es tu sueño trabajar en el Barça, ¿porque es un problema que lo haya dicho?-Pregunté sin entender su enfado.

-Mi sueño es trabajar en él Barça por mérito propio, no porque mi novia le diga al director que quiere que me quede-Explicó algo irritada y yo seguía sin entender porque le molestaba tanto.

-He conseguido que no te despidan, esperaba un gracias al menos-Solté subiendo un poco el tono de voz.

-¿Con eso quieres decir que si no fueses mi novia ya estaría en la puta calle?, estuve cuatro años estudiando una carrera, pero solo trabajo en el Barça porque mi novia es Ona Batlle-Dijo igualando mi tono de voz.

-No estoy diciendo eso-Dije arrepintiéndome de mis palabras.

-Si por algún casual sale a la luz que tú has tenido esa conversación con Laporta mi carrera se va a la mierda, todo el mundo me verá como una zorra que solo consigue los trabajos poniéndose de rodillas-Me quedé pillada ante eso, tenía razón, tal vez la había cagado hablando con el director, y también había sido egoísta.

Júlia

Después de la discusión con Ona todo estuvo algo tenso, no quería estar así, y muchísimo menos con ella, pero me había molestado lo que había hecho.

Ona se quedó dormida en el sofá, cuando dormía no había dios que la levantara, podía caer una bomba ahora mismo que ella seguiría durmiendo plácidamente.Me las apañé como pude para levantarla y llevarla a la cama, fue algo difícil ya que al estar dormida su cuerpo era más pesado y debía tener cuidado de que su pie no chocase con nada.

Al llegar a mí habitación la dejé en la cama y la arropé, soltó un gruñido y se acomodó ella sola entre las sábanas, dejé un beso en su frente y volví al comedor.

Comencé a ver algunas ofertas de trabajo que me habían llegado, aunque trabajase para él Barça las ofertas llegaban igual, el último mes había estado ignorándolas pero al ver la situación actual les iba a dar un repaso.

Sería la una de las mañanas cuando una Ona con cara de dormida apareció por la puerta del salón.

-¿No vienes a dormir?-Preguntó con algo de tristeza en su voz.

Aquella imagen fue bastante tierna, estaba algo enfadada con ella, pero al verla así solo porque yo no me metía en la cama hizo que todo el enfado se fuese.

Apagué el portátil y me levanté, ella sonrió y yo la abracé por la cintura al llegar hasta ella, se subió a mí rodeando mi cintura con sus piernas y así entramos en la habitación, escondió su cara en mi cuello, notaba como su respiración chocaba contra mi piel, la tumbé en la cama y para mí sorpresa no se desenganchó de mí.

Subió un poco su cabeza y dejó un beso en mis labios que poco a poco se fue intensificando, era tarde, pero las dos teníamos suficiente energía para lo que íbamos a hacer.

No sé de dónde sacó las fuerzas pero de pronto era yo la que estaba debajo de ella, me miró con lujuria y volvió a atacar mis labios, no podía enfadarme con esta chica.

Ona

Me sentía demasiado culpable por todo lo que había pasado, quería pedirle perdón de una forma íntima y especial, la primera vez ella fue la que me hizo todo a mí, ahora quería que fuese ella la que disfrutara, se lo merecía.

-Ten cuidado-Dijo cuando tomé el control de la situación y me puse sobre ella.

Me dió igual lo que me dijo, en ese momento no me importaba si tenía el pie lesionado o si había un apocalipsis fuera, solo me importaba ella.

Llevaba puesto un top deportivo y unos pantalones cortos, así que no dejaba mucho a la imaginación, en el tiempo que llevaba con ella me había dado cuenta que solo llevaba pantalones cortos en casa, daba igual si fuera hacía 48 grados, ella iba con pantalones largos, relacioné eso con el hecho de que nunca se pusiera bikini, sabía que mi novia era una chica con inseguridades, al fin y al cabo todas tenemos pero no me gustaba que escondiera su precioso cuerpo por eso.

Comencé a dejar besos por su cuello, al igual que yo, aquella era una de sus zonas débiles, movía la caderas intentando buscar contacto con las mías y eso me estaba volviendo loca.

No perdí el tiempo y fui bajando mis besos por su clavícula, con lentitud comencé a subir su top dándole tiempo para pararme si no quería, no me paró y segundos después tuve una vista espectacular de su pecho desnudo.

Bajé más mis besos llegando a uno de sus pechos, estuve parada ahí un rato, jugando con sus pezones y haciendo que se le erizara la piel constantemente.

Llegué a su abdomen marcado y seguí bajando, mis manos estaban posicionadas en la parte trasera de sus muslos y de vez en cuando dejaba algún apretón en esa parte de su cuerpo.

Retiré su pantalón a la misma velocidad que su top, no llevaba ropa interior y al estar completamente desnuda frente a mí sentí como si ella sintiera vergüenza, volví a ponerme a su altura y dejé otro beso en sus labios.

-Eres preciosa-Susurré en su oído antes de volver a bajar.

Mi camino de besos no paró, besé toda la parte interior de cada uno de sus muslos y la torturé un poco acercándome a su centro sin moverme más.

-Porfavor…-Pidió en un jadeo y eso fue lo único que necesité escuchar.

Los jadeos y gemidos que escapaban de su boca mientras yo hacía lo que quería con ella eran posiblemente mi nuevo sonido favorito.

Nunca había disfrutado tanto dándole placer a otra persona, con ella era todo tan especial y único que lo repetiría todas las veces que hiciese falta.

En un momento noté como su cuerpo se tensaba entero y al notarlo aumenté la velocidad de los movimientos que estaba ejerciendo con mi boca y dedos en su zona íntima, no aguantó más de veinte segundos, volví a subir lentamente y vi como su pecho subía y bajaba con bastante velocidad.

-T’estimo-Al escuchar eso mi cara se iluminó.

-Jo també-Respondí para volver a besarla.

Para mí había una diferencia muy grande entre un simple “te quiero” y un “t’estimo”, el segundo expresaba un amor completamente puro, justo lo que sentía por ella.
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Pequeña pelea entre nuestras chicas,¿Júlia terminrá marchándose del Barça?
En los siguientes capítulos tendremos la respuesta a esa pregunta.

SOM CAMPIONES D'EUROPA💙❤️
Nuestras balones de oro demostrando que son las mejores siempre.

Cómo le han dejado la cara a la pobre Ona😞

𝐂𝐀𝐑𝐏𝐄 𝐃𝐈𝐄𝐌-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora