Te extraño, papá

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Kevin se levantó desde muy temprano ése domingo en la mañana para darle una agradable sorpresa a su padre por ser el día del padre.

Quizás estaba triste aún por lo ocurrido los últimos días, pero eso no significaba que no tuviera ánimos para festejarle a su padre.

Le hizo el desayuno cómo pudo y desde el día anterior ya le había comprado un obsequio para regalarle.

Amaba muchísimo a su padre, aunque fuera muy sobreprotector y frío a veces con él.

Porque después de haber perdido a su madre, su padre no dejó de luchar para mantenerlos donde están, aunque eso signifique que tenga que sacrificar tiempo junto a Kevin.

Pese a que pasara la mayor parte del tiempo viajando, se encargó de nunca faltar a sus partidos. Y siempre estuvo ahí en sus cumpleaños.

A ojos de Kevin, su padre era perfecto.

Cuando bajó lo recibió con un fuerte abrazo. Uno que su padre correspondió con mucho cariño.

-Feliz día, papá -le regaló una sonrisa inocente, casi infantil a su padre.
-Ay, Kevin.














Durmió despreocupado, tranquilo, cómo si tuviera la vida resuelta. Cómo si no hubiera matado a muchas personas. Cómo si no tuviera a alguien secuestrado en el sótano.

Su mañana era buena, hasta que se dió cuenta de qué día era.

Era el día del padre.

No iba a llorar tan temprano. Respiró y trató de hacer su fin de semana normal, pero eso iba a ser imposible con tantas publicaciones en redes sociales sobre ése día.

Su mañana no pudo ser peor.

Le mandó un mensaje simple de felicitación a su padre, agregando lo mucho que lo extrañaba. A veces deseaba que su padre siempre estuviera en casa. Que siempre estuviera ahí para darle las buenas noches, pero eran sueños y anhelos tontos. Ya era mayor.
No tenía por qué estar deseando eso. Pero, ¿Él algún día, si llegaba a hacer una familia, sería igual? ¿Ausente cómo su padre?

<<No pienses en eso. Piensa en Kevin. ¿Qué vas a hacer con tantos estorbos a su alrededor?>>

Bajó hasta el sótano. No tenía ganas de matar... sin embargo, eso no significaba que la navaja roja de su padre no fuera a darle un excelente uso.

Su pobre víctima estaba durmiendo. Seguramente no había sido fácil conciliar el sueño, porque, quitando su situación, los calambres y el ardor de las cortadas, eran otra cosa.
Las cortadas de sus brazos estaban cicatrizando.

<<Espero que te duela mucho.>>

Aún tenía que matar a otras personas más que estaban poniendo peligro a su futura relación. Un buen ejemplo, era Alejandro. Ya desde hace un tiempo que estaba buscando deshacerse de él.

Pero por supuesto, no era el único al que debía asesinar. Estaba pensando muy seriamente si deshacerse de todo el grupo de amigos de Kevin. Quizás sería menos complicado, porque ya nadie pondría peligro a su futura relación.

Así, solo, sin amigos, sin compañía, sin nadie a su alrededor... su único consuelo sería Hirving. Cómo alguna vez había pasado con él.

Sonrió, de tan solo imaginar a Kevin llorando por todas las próximas muertes. Se preguntaría: "¿Cómo fue qué sucedió esto?" "Estoy aterrado".
Y luego, Hirving, como su consuelo, llegaría a su vida, aún más presente que nunca.

Un quejido lo sacó de sus pensamientos. Raúl iba despertando.

-Buenos días, dormilón -saludó alegre al recién despertado. No contestó, pero su mirada de decepción lo dijo todo. <<Sigo aquí.>>debía estar pensando.

Letal Love (Kerving)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora