—Hirving.Se enderezó en su asiento.
—Todos hablan sobre ti —dijo —. Debes estar cansado de oírlo.
Kevin suspiró y se cubrió la cara.
—Sí... estoy destrozado.Entonces, los ojos húmedos y rojos de Kevin, provocaron que Hirving sintiera, por primera vez, un poco de culpa.
Estaba más triste de lo que pensaba que estaría. Sin embargo, pronto, recordar el beso de aquél día lo devolvió al Hirving normal.
No tenía porqué estar lamentando la muerte de Alejandro. Fue un estorbo del que se encargó y del que ahora, no tenía porqué preocuparse.
Estaba muerto, cómo esperaba que estuvieran todos después.
—Hirving... tú... —llamó con la voz quebrada —. ¿Piensas que fue culpa mía?
—¿Qué?
—Ya debes saberlo... no pude hacer nada para salvarlo. ¡Todos dicen que fue mi culpa...!No, no lo era. No era culpa suya. O quizá sí, tomando en cuenta que era gracias a que eran sus amigos, pero ellos hacían el resto al enamorarse de Kevin, así que no era culpa suya, no del todo.
<<Por supuesto que lo sé. Yo estuve ahí. Yo lo maté. Yo te besé, Kevin.>>moría de ganas de decirlo en voz alta, pero se compuso. Tomó asiento al lado de Kevin.
Verse de esa manera casi lo hace apartar la mirada. Kevin esta vez tenía olor a rosas y flores marchitas.
Así, triste cómo estaba, a Hirving le recordó mucho a su madre. Todo el tiempo estaba triste gracias a su padre. Siempre tenía los ojos tristes. Húmedos y rojos, cansados.
Hirving siempre que la veía así, trataba de hacerla feliz, sin embargo, pese a que a veces su madre se forzaba a sonreírle, al cabo de un rato, estaría triste otra vez.
Nunca pudo verla feliz, y por eso ver a Kevin de esa manera le provocaba estrés, y se sentía mal por ser el causante de eso.
Pero no tenía que estar triste por eso. Tenía que olvidarse de su pasado.
—No es tu culpa. Cualquiera hubiera reaccionado así. No siempre se puede hacer algo al respecto.
Kevin lo escuchó atentamente. Sus ojos se abrieron un poco más, y pareció que sus ganas de llorar se fueron.
Luego, hubo un silencio. Kevin no dijo nada, pero sí se quedó observando fijamente a Hirving.
Él estaba aguantando las ganas de apartar la mirada. Su corazón estaba latiendo muy rápido; se le iba a salir del pecho si no se controlaba.Logró verse neutral ante Kevin, pese a que la mirada del otro lo estaba matando. Lo peor era que seguía sin hablar, sólo estaba observándolo.
—¿Porqué eres tan bueno conmigo? —Rompió el silencio —. Siempre me haces sentir mejor.
Las mejillas de Hirving tomaron color. Kevin lo estaba halagando. ¡Kevin lo notaba, Kevin lo miraba! Su emoción se disparó tanto dentro de él que el pecho empezó a dolerle.
—Tengo que serlo, Kevin. Tú hiciste algo por mí una vez. Fue algo importante, no fue cualquier cosa. Tengo que ayudarte cómo tú lo hiciste conmigo... aunque no me notes por estar rodeado de tantas personas.
Kevin no dijo nada nuevamente. Se quedó callado, analizando todo lo que Hirving le acababa de decir.
Tenía tanta razón. Hirving era un buen chico. No olvidó lo que Kevin hizo por él. Y Kevin tampoco iba a olvidarlo.
Aquellas palabras maravillaron a Kevin. Era verdad; estaba rodeado de tantas personas que a duras penas notaba a Hirving entre el montón.
Hace tiempo que no charlaban de nada. Quizá extrañaba sonreírle y saludarlo cómo antes hacía..., cuando todo estaba bien.
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Letal Love (Kerving)
FanfictionUn intento de suicidio lleva a Hirving a conocer a Kevin, un muchacho estudioso y alegre de su instituto. Es entonces, cuando se enamora de él y no podrá permitir que alguien más se lo arrebate. Por lo que, entonces, decide asesinar a todo aquel que...